Una villana peculiar

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Yo... Fui violada... Entonces ¿porque me gustó? Ésa pregunta me la repetía constantemente a medida que caminaba a mi casa. Hoy había perdido mi primer beso, mi primera vez y me había saltado una materia.

Realmente no quiero salir a ningún lado ahora, quiero quedarme en mi cama y ponerme a llorar. Estaba confundida por lo repentino de la situación. Me asustó el echo de ser violada y me asustó que me gustase.

Claramente era culpa de ésa perra demonio, siempre me dice cosas pervertidas y me tocaba cuando no puedo defenderme. Me esta volviendo una adicta.

Si, era eso. Ahora quiero matar a ésa perra por confundirme. Y con respecto a Sumire. No se que hacer con ella, claramente me violó y debería informar a las autoridades de eso, pero también tuve parte de la culpa por dejarme. Además me gustó y no tendría problemas con repetirlo.

Sentí mis mejillas arder y comencé a cuestionar mi estado mental.

Realmente soy una pervertida, mirá que me haya gustado ser violada por una chica ya es malo. Dejar que lo vuelva hacer sería peor.

Abrí la puerta de mi casa e ignore el saludo de mi madre, no quería verle la cara, tampoco quería que notará los chupones en mi cuello.

Rápido entre a mi cuarto y cerré con llave. Dejé mis cosas en el suelo y me tumbé en mi cama tapándome por completo.

Sentir el calor de las mantas me relajo, me dio una sensación de seguridad y me sentí libre.

Recordé con detalle lo que hice con sumire, donde ella me tocaba. Lo que me hizo sentir.

¿Realmente estaba bien lo que estaba por hacer?¿Estaba bien que una chica mágica haga esto?

Bajé mi mano hasta mi feminidad, la metí dentro de mis bragas y comencé a hacerlo. Tal como ella lo hizo, y no podía negar que se sentía bien.

Y aunque me sentí bien, comencé a llorar, no se porque pero lloré mientras me daba placer. Recordando a ésa chica que me violó.

~~~

Hoy era el mejor día de mi vida, me cogí a Kuhiro, también la besé y la hice llorar. Ahora estaba esperando poder enfrentarme con ella en una batalla para poder hacerle lo mismo frente a sus compañeras a las cuales también violare a su debido momento.

De echo, la mocosa de 8 años, no tenía mucho pecho o culo pero era bastante linda. Si, a ella era mejor dejarla última.

Bueno, son las 5:30 pm. Voy a jugar.

"A la masacre". Susurré activando mi transformación. Mi pelo se volvió negro con mechones morados. Mi ropa fue reemplazada por una falda negra que me llegaba hasta los tobillos. Protegiendo mis pechos había unas vendas y en mis brazos habían cadenas enrolladas.

Definitivamente este era el traje que me gustaba. No utilizaba zapatos y tampoco camisa o remera de algún tipo.

Era la mejor ropa para la batalla y esperan no tener que cambiarla.

Abrí un portal en frente mío y me dispuse a salir de casa. Si, estaba en mi habitación la cual solo tenía una pequeña cama, un mueble con una computadora que utilizó de vez en cuando. Y varios pósters de películas, algún que otro juego de mi infancia, de series anime y también una estantería de libros. Mis paredes estaban cubiertas de pósters, casi ni recuerdo de que color era mi pared.

El suelo era de madera y tenía una gran alfombra roja con bordes verdes. Una habitación bastante normal sacando los pósters.

Entré al portal y aparecí en la plaza de la ciudad, no quería atacar a ningún humano, solo quería llamar la atención de mis juguetes.

Noté que la gente me comenzaba a mirar y al darse cuenta de quién era comenzaron a gritar y correr. Si, eso me ayuda bastante.

Ni un minuto después vi a dos de las tres chicas mágicas acercarse a mi posición. Me extrañé un poco al no ver a Kuhiro pedido supongo que por lo que pasó hoy no vendría, lo que me deja sólo a estás dos chicas para jugar.

Bueno, que puedo hacer, ninguna de estas dos me calienta tanto como Kuhiro, a lo mejor podría hacer que ellas se toquen entre si. No, tengo una mejor idea.

"¿¡Que haces ahora maldita!? ¡Deja de atormentar a la gente". La rubia mayor preguntó apuntando una lanza a mi dirección. "Está vez no escaparás". La menor habló calmadamente mientras me apuntaba con su arma.

"Manami, eres tan linda y calmada". Dije a la menor mientras recorría su cuerpo con mi vista. Si ella sería fácil de capturar para lo que quiero hacer. Manami al ser una niña no tenía tanta fuerza como Homuki o Kuhiro.

Si te lo preguntas, Homuki es la rubia mayor. Ella es la que carga la lanza y realmente es fuerte. No tanto como Kuhiro pero no le falta mucho para igualarla.

"Que... No seas asquerosa". La niña gruñó disparando su arma, por mi parte utilice un echizo de reflexión y bloque la bala la cual fue devuelta hacía la joven.

Rápidamente me moví a un costado evitando el ataque de Homuki y incliné mi cabeza a la izquierda evitando una bala.

"Oigan, donde está mi linda chica de hielo". Pregunté esquivando la punta de la lanza la cual había sido dirigida a mi cabeza.

"¡No te importa!". Homuki grito intentando apuñalar mi pecho. Obviamente lo esquivé haciéndome a un costado, luego agarré su lanza y con mi otra mano apreté su pecho.

"Tan suave". Me burlé escuchando un pequeño gemido salir de su boca. "¡Pervertida!". Exclamó lanzando un segundo ataque. Por mi parte me moví a gran detrás de ella y le di una nalgada que le hizo soltar un chillido.

Rápidamente me agaché esquivando el disparo de Manami. "¡Deja de jugar!". Homuki grito lanzando una patada a mi cara. Fácilmente la atrapé con mi mano y me levanté dirigiéndome a su cara.

Ella se sorprendió cuando le robe un beso y rápidamente me moví hacía Manami. "¡Tu!". Homuki grito volteando a verme con un enorme sonrojó pero se quedó en shock al verme colocar mi mano en la cabeza de su compañera.

"Quieta". Ordené y Manami obedeció, si, éstoy usando magia de control mental. "¡Maldita déjala!". Homuki grito a punto de lanzarse hacía mi pero se detuvo cuando vío que invoque un cuchillo y apunté al cuello de su compañera.

"Homuki, tranquila y obedece mis órdenes para que liberé a tu compañera". Dije notando como ella ponía una expresión de desagrado. "¿Qué quieres que haga?". Preguntó con un gruñido haciéndome sonreír.

"Quiero que muestres tus bragas". Dije observando como se sonrojaba nuevamente. "E-eso es todo, puedo hacerlo". Se convenció a si misma para acto seguido levantar su falda sin miedo algunos mostrando su braga de color negro.

"Quédate así". Ordené al notar que se la volvería a colocar. "Eh, pero, podrían verme". Se quejó con un enorme sonrojó, sonreí y rápidamente rasgue la remera de Manami dejando al descubierto sus pequeños pechos.

"¡Está bien lo haré, pero no le hagas nada a ella sólo es una niña!". Homuki habló levantando aún más su falda, dejándome ver todo lo aue deseará. "Muy bien, ahora quiero que te toques". Ordené y ella me miró con enojo. "¿Que pasa? Hazlo o dr lo contrario me entretendre con ella". Dije abrazando a Manami y colocándo una de mis manos en sus pantaloncillos.

"E-esta bien". Homuki aceptó llevando una de sus manos a su entrepierna, con vergüenza comenzó a frotar su intimidad y sentí que mi cuerpo se calentaba. Yo también quiero tocarla, o mejor dicho, quiero que Manami la toque.

"Ve y hazla tuya". Susurré al oído de la menor quien de inmediato voló hacia Homuki quien se dio cuenta de esto y rápidamente dejó lo que estaba haciendo.

"Manami ¿Estás bien?". La rubia mayor preguntó acercandose a su amiga pero cuando lo hizo se llevó una sorpresa. Manami había abrazado a Homuki y la estaba besando apasionadamente.

Ésto me comenzó a calentar bastante y no me di cuenta en que momento comencé a tocarme.

"Manami, espera, estás siendo controlada". Homuki intento separarse pero Manami la volvió a besar, beso tras besó el ambiente se ponía más caliente hasta que Homuki cedió y se dejó consentir.

...

EL AMOR LOLICON [YURI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora