Camila Beltrán una mujer madura, empoderada, dueña de un importante laboratorio farmacéutico, soltera por elección, una noche de fiesta conoce a Pablo Dávila y se enamoran a primera vista, se van juntos tendiendo la mejor noche de sus vidas pero sol...
Sebastián: Es que llegaron los fármacos que pedimos pero hay faltantes.
Camila: Necesitamos ver eso.
Pablo: Hay que llamarlos y hacer un nuevo presupuesto.
Pablo estaba que ardía de celos de ver a Sebastián tan junto a Camila sin que ella le diga nada, si fuera en otro momento lo hubiera echado de su oficina...
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Pablo no dejaba de mirarla ni un momento y ella lo notaba, rato más tarde solucionaron el problema con los proveedores...
Sebastián: Me comunicare con ellos, solo firma ahí.
Camila: Listo, me avisas después.
Sebastián: Claro bonita.
Camila: ¿Me llevas a casa? Es que vine en taxi, mi coche está roto.
Sebastián: Con gusto, quizás podemos tomar algo.
Camila: Quizás (sonrió).
Sebastian: Nos vemos luego (saliendo).
Pablo: ¿Se puede saber que es todo esto?
Camila: ¿De qué hablas?
Pablo: Tu sabes bien.
Camila: Yo estoy soltera y puedo hacer lo que quiera.
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Pablo: ¿Lo que quieras? Tú eres mía y siempre lo serás, se que pasa algo y lo voy a averiguar.
Camila: No busques donde no hay nada Pablo, acepta que solo me diste lo que quería y ya.
Pablo: No te creo (parándose de su silla y golpeando el escritorio).
