4. Fanboy.

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Anne.

-¿Y eso era todo?

-Ah si, ya me tengo que ir, adiós, gracias por los dulces—dije antes de salir rápidamente de su vista.

Blythe no fue quien me dió el brazalete, y eso era lo que esperaba ¿no?
¿Dios, por qué le pregunté? era obvio que no fue el, y ahora quedé como una tonta.

-No debería importarme, solo fue una pregunta para aclarar mi duda y ahora ya se la respuesta, así que basta de pensar en eso, Anne—hablé en voz alta mientras me dirigía a casa, montaba mi bicicleta como siempre.

-¿Qué pregunta?—se escuchó una voz detrás de mí, bajé los pies de mi bici para frenar y no caer del susto.

Baje por completo para girarme y verlo.

-¡Por dios me asustaste! ¡casi muero de un infarto!—exageré un poco.

-¡Lo siento!—rió tiernamente—no era mi intención asustarte.

Era ese chico, con el acento francés.

-¿Qué haces aquí?—pregunté tranquilizándome.

-Voy a casa—metió las manos a sus bolsillos—¿tu qué haces aquí?

-Lo mismo, ¿eres Jerry cierto?—el asintió—disculpa creo que fui un poco grosera, estaba muy distraída para darme cuenta que estabas ahí.

-Descuida, fui yo quien te asustó—sonreímos incómodamente.

-Y... ¿hacía donde vas?—sacudí la cabeza de manera involuntaria—creo ya me lo habías dicho, que idiota.

Me respondí a mi misma avergonzada.

El solo soltó una pequeña risa.

-No importa, es algo normal, yo incluso puedo llegar olvidar mi nombre—reí con el.

Lo admito, era muy agradable.

—¿Caminamos?—preguntó Jerry, y muy pronto accedí.

Habíamos avanzado unas cuantas calles mientras platicábamos tranquilamente, con preguntas básicas que haces cuando recién conoces a una persona;

¿Cuántos años tienes?
¿Qué te gusta hacer?
¿Eres team L o team Kira?

Ya saben, preguntas típicas.

-¡No puedo creer que seas team Kira!—decía Jerry indignado.

-¡Te dije que estoy de ambos lados! para que complicarse eligiendo un team, además no he terminado de ver el anime.

-¿Te hago un spoiler?—lo miré rápidamente.

-¡Por supuesto que no! ni siquiera se te ocurra.

-De acuerdo, de acuerdo, no te alteres por favor—dejó de reír— Anne ¿puedo preguntar algo?

-Claro—respondí sincera.

-¿Por qué los castigaron? me refiero a ti y el chico con el que viniste al teatro, ¿Gilbert era su nombre?

Asentí.

-¿No te aburrirás? es algo largo.

-Tengo mucho tiempo—sonrió amable, era lindo.

-Mm, creo que son varias cosas para que puedas entender—dejé caer un resoplido—básicamente, Gilbert y yo nos odiamos desde el primer día en que nos conocimos, el tiró de una de mis trenzas y yo derramé un envase de pegamento liquido sobre su cabeza—reí ante el recuerdo—tuvo que cortarse el cabello porque era imposible de sacar.

Ramé.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora