VIII

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- ¿Acaso no me van a hablar?- dijo Hyunjin con un tono seco en frente a los menores que estaban sentados en una de las mesas en cafetería solitaria. El silencio dio a entender que ni el omega ni el beta querían hablar con el.- Necesitaba pasar este examen, sino mi familia me mataría.- Se excusó.

Silencio total.

- ¡Bien!- dijo golpeando la mesa para después sentarse de una manera brusca en frente de ellos.- Traté de todo para que me perdonaran y no puedo leer mentes para saber que es lo que tengo que hacer. ¿Qué más quieren?!- el tono de voz del alfa era elevado, casi que gritando.

- ¡Pues deberías disculparte con Jisung, eso queremos! y ni se te ocurra volver a levantarnos así el tono de voz, estás asustándonos!- habló Seungmin bastante atemorizado, pero eso no iba a dejar que alguien lo pase a llevar.

El mayor reaccionó

¿Qué estaba haciendo? le estaba gritando a sus bebés por un error que el había cometido. Los miró con con arrepentimiento, pero lo único que escapó de su boca fue un despacio "lo siento" antes de salir corriendo del lugar.



Minho y Jisung se separaron. Sus aromas mezclados inundaban la enfermería y ninguno de los dos apartaban la mirada del otro.

- Te duele mucho?- el mayor pasó delicadamente su pulgar por los suaves labios del contrario indicando que preguntaba por la lesión.

- ¿Qué cosa? 

- Tu herida, bobo.- Minho rió de lo tierno que era el menor. ¿Tanto lo desconcentraba para que se olvidase de su labio?

- P-perdón, me distraje por un momento.- Jisung simplemente se cubría el rostro con sus manos debido a la vergüenza.

- Y qué te distrajo?- Un tono coqueto se asomaba en la voz del alfa mientras este tomaba las muñecas del omega para poder ver su cara sonrojada. ¿Qué le pasaba? Minho se desconcía.

- Nada, nada, no te preocupes.- Respondió nervioso

- ¿Acaso querías que ese beso fuera en tus labios?

Cuando el menor no puedo estar más rojo, Minho se dio cuenta que su nuevo pasatiempo favorito era molestar a su niño. Simplemente ver las lindas mejillas de Jisung volverse rositas, llenaba su corazón de alegría. 

Sin pensarlo mucho, el mayor besó rápida y delicadamente a su contrario, comprobando así que Jisung era dulce como una gomita y suave como un malvavisco. La unión fue corta, pero dejó a los dos con los corazones latiendo velozmente y a la par del otro, casi como el ritmo de una canción.

Una pequeña gota de sangre se asomó en la herida de Jisung, transformando la cara del alfa de una embobada, a una preocupada.

- Oh no! lo siento mucho pequeño.- un algodón rozó la zona afectada para limpiar los rastro de aquel líquido rojo.

- No te preocupes.- respondió el contrario, todavía un poco atontado con aquel movimiento del mayor. 

Minho sonrío victorioso, definitivamente no se arrepentía de nada. Incluso se llegó a preguntar como había vivido tanto tiempo sin probar los dulces besos de Han.

my favorite smell  ¡!minsung!¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora