III

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El insoportable dolor de cabeza no dejó que Minho siguiera durmiendo. Abrió los ojos algo confundido viendo como estaba recostado en su cama cuando ni siquiera recordaba cómo llegó ahí. Este se sentó tratando de recordar algo de anoche, pero se distrajo al ver como si despertador marcaba que estaba llegando tardísimo a la escuela.

- Mierda, mierda, mier...

- ¡Minho! ¿Y ese vocabulario?- gritó la señora Lee pasando fuera de la habitación de su único hijo.

- Lo siento.

Se levantó y se dirigió al baño con la esperanza de encontrar alguna pastilla que lo ayudara con el dolor, la cual encontró exitosamente. Se lavó el rostro para poder despertar y se devolvió a su armario para tomar la ropa que tuviera más a mano. Después de arreglarse lo más rápido que pudo, se fue corriendo de casa sin siquiera haber comido algo.


- ¿Estás bromeando, verdad?

- No Minho, te emborrachaste tanto que empezaste a bailar como imbécil. Además te vi hablando por teléfono, pero cuando te fui a preguntar quien era, ya estabas dormido y tuve que llevarte a casa.

El alfa tomó rápidamente su teléfono buscando el registro de llamadas. No muy grata fue la sorpresa al darse cuenta que la ultima que había hecho, había sido a las 3 am con nada más y nada menos que Han Jisung.

- Chan, estoy muerto.

- Y después me dices a mi que no me pase de copas.

- Lo se, lo se, pero esta vez de verdad estoy muerto.- Minho agitaba los hombros de su amigo.- llamé a Jisung.- En la boca de Chan se formó una "O" que luego se transformó lentamente en una sonrisa burlona. 

Mientras el australiano se burlaba de la desgracia de Lee, el contrario pensaba con que cara se iba a juntar con el grupo de Han a ayudarles con la coreografía si ni siquiera recordaba lo que había dicho en esa llamada.

Estaba muerto.


Mientras todos volvían a sus hogares al termino de la jornada escolar, Minho caminaba hacia el salón de practicas donde se juntaría con los menores. Al llegar, estos ya estaban ahí y, apenas las miradas del alfa y Jisung se cruzaron, al menor se le tiñeron las mejillas de un tono carmesí, haciendo que el mayor se preguntara nuevamente que había dicho en esa llamada y se diera una cachetada mentalmente.

- Hola chicos.- habló entrando al salón tímidamente.

- Hola hyung!- respondieron los tres al unísono.

- Muy bien.- trató de relajarse un poco y olvidar todo este problema telefónico.- ¿Por donde quieren empezar?

Los cuatro adolescentes se quedaron toda la tarde practicando, y el alfa no pasó por alto que los tres chicos tenían bastante talento bailando, incluso llegó a pensar que no hubiera sido necesario ayudarlos. ¿por qué entonces le habrán pedido ayuda?

Se agradece informar cualquier falta de ortografía para hacer su lectura mucho más cómoda <3

my favorite smell  ¡!minsung!¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora