CAPITULO 18. SED DE VENGANZA

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Este capi se lo dedico a mi querida amiga y soñadora .... IsmerCastro, nunca habia visto tanto entusiasmo en una persona, gracias Guapisima por seguir esta historia con tanto entusiasmo, eres maravillosa.

Estoy tan feliz de la reaccion que ha provocado esta batalla que se me saltan las lagrimas de la emocion...

Bueno sin mas os dejo el capi 18 y espero que el final de la batalla les guste tanto como los anteriores

Os quiere "SweetDreams"

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Zoran

-       Que es mas fuerte que el odio? -  dijo Rose dulcemente

-       Mas fuerte que el odio? – pregunté confundido, no sabía a donde quería llegar

-       El amor, Zoran y yo te amo – dijo tratando de que comprendiera pero sus palabras no tenían sentido – mi corazón te pertenecerá por siempre – sus dulces labios dibujaron una sonrisa más segura

Nos besamos profundamente hasta que el graznar de los malditos cuervos termino con nuestro tiempo junto. Una densa oscuridad se tragó el bosque y la paz que vivimos en él, grite el nombre de mi amada, al igual que ella grito el mío. Una piedra se posó en mi pecho al verla desaparecer y fue cuando supe que esta vez era para siempre.

La luz que nos había envuelto se evaporó en cuanto Hugin  y Munin volaron fuera del campo de batalla, me encontraba viendo mis manos, el último lugar donde la vi por última vez, la presión me asfixiaba, el dolor me corroía y la sed de venganza quemaba mi interior.

Escuché un grito que desgarró el aire con dolor y desesperación y me sorprendió al saber que ese grito había salido de mí,  una prófuga lágrima color carmesí resbaló por mi mejilla cayendo sobre la réplica del relicario que Rose dejó tras su muerte. Tomé el collar y lo sujete fuertemente contra mi pecho mientras escuchaba la risa de Aron sobre mí, me coloque el relicario en el cuello y me eleve con la rabia y el odio hirviendo en mi mirada.

No había pasado más que segundos en este mundo  mientras me despedí de mi pequeña Rose, Aron aún no había logrado abrir las puertas y Gwyn, Vlair y Damián le hacían frente, su mirada estaba tan llena de odio como lo estaba la mía, Rose había hecho renacer los sentimientos en todos y Aron la apartó de nuestro lado.

-       Aron – dije elevándome hasta la altura de sus ojos – jamás te lo perdonaremos

-       Por qué te enojas – dijo con una sonrisa torcida – si no la amabais y ni siquiera era humana, no debería afectaros tanto – dijo dirigiéndose a todos nosotros

-       Has cometido un error Aron – dijo Gwyn sacando elevando su cimitarra

-       Y deberás pagar por ello -  continuo Vlair

-       Disfruta la batalla Aron -  termino Damián – porque después de esto te quemaras en el infierno por toda la eternidad

-       Estúpidas criaturas  - escupió Aron – El infierno me pertenece.

No hubo más charla ni más misericordia en nosotros, nos lanzamos por nuestra venganza.

Me lance de frente contra Aron, mi espada de frente dirigida a su corazón, Gwyn y Damián corrieron sobre el techo del castillo y se lanzaron en picada contra el oscuro, mientras Vlair le atacaba por un costado.

Aron detuvo el golpe de Vlair con facilidad lanzándolo dentro de las puertas del infierno y lo hubiera logrado si no fuera por dos compañeros que lo detuvieron a tiempo, Gwyn y Damián fueron interceptados por cuatro sombras, lo que nos recordó que aún había una batalla bajo nuestros pies y no podíamos  distraernos, dejándome a solas con Aron.

Durmiendo con la muerte, Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora