Durmiendo con la muerte, Libro 1

CAPITULO 1 , Solo fue un Sueño

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ROSE

La niebla cubría por completo el bosque, los animales nocturnos iniciarán ya su sinfonía, al inicio de forma tímida hasta llegar a niveles altos y dramáticos pero eso no logró detenerme,continúe corriendo esperando que lo que sea que me perseguía no me alcanzara, el sudor perlaba mi frente y algunas gotas de sudor caían de mi nuca hasta mi espalda mojando la camiseta de tirantes que llevaba puesta, el terreno era irregular y me costaba llevar el paso, primero porque las raíces se desprendían del suelo y trataban de agarrarme y segundo porque el agotamiento me estaba alcanzado tanto como mis perseguidores, no sabía cuánto tiempo llevaba así pero no debía permitir que me agarraran. Un lago lleno de bruma detuvo mí huida, el sonido de voces llegaba más rápido de lo que deseaba, el pánico me invadió y sólo me quedó hacer lo que cualquiera con poco sentido común haría, me lance al agua lo cual era una locura ya que era el inicio del invierno y el agua estaba casi congelada.

Sentí como mis pulmones se comprimían en protesta pero eso no me importó, salí a flote sólo lo suficiente para tomar un tronco hueco y usarlo como ancla, el sonido de las voces se hicieron más fuertes mientras yo trataba que mis dientes dejarán de castañear.

- Se fue por aquí estoy seguro - dijo la voz de un hombre

- idiota! seguro que has perdido el rastro y tratas de justificarlo. Nadie desaparece así como así –respondió otro tipo.

- No miento lo juro! - replicó el primero

Al principio sólo podía pensar en que moriría si no se iban y después todo se oscureció y lo que era el canto de un búho ahora sonaba como mil campanas en mi cabeza.

- Rose! despierta o llegarás tarde al trabajo- dijo mi madre desde las escaleras.

Poco a poco me fui incorporando, la luz del día se recurría por la ventana abierta dándome directo en la cara, aparté la vista para evitar que siguiera hiriendo mis ojos, incluso alguno copos de nieve se deshacían sobre mi cama obligándome a levantarme, me senté y pensé un poco en el mal sueño que tuve mientras sacudía los copos de nieve, siempre eran sueños relacionados, como si viviera una vida aparte de la que ya tenía, eché un vistazo a mi habitación, las paredes eran de color lavanda y sólo decoradas con algunos títulos que mis padres insistieron en colocar para que según ellos me sienta orgullosa cada día, una cómoda en la esquina a la par de la puerta del baño clamaba por ser organizada, con un poco de esfuerzo la ignoré y gire al otro lado donde un armario y un escritorio lleno de libros ocupaban el resto la habitación.

Al tercer llamado ahora de mi padre, me obligó a levantarme e ir derecho al baño, el día estaba frío por lo que coloqué el agua en lo más caliente para quitarme de encima el frío del sueño que tuve, sólo bastó un vistazo a mi reloj de pulsera para apurarme y salir en carrera a vestirme, era sábado y no tenía que trabajar pero había prometido ir a darle la bienvenida a una nueva chica que entraba hoy ,me coloque unos jeans negros y una blusa de cuello de tortuga color azul marino, fui a mi desordenada cómoda y me maquillé un poco los ojos y los labios, mi cabello sólo necesitó un poco de crema y agitarlo para darle forma a mis rizos color negro, me fije en el espejo para comprobar mi imagen, una chica de veintitrés años de ojos verde esmeralda me devolvía la mirada contrastando la piel color canela, sus labios carnosos y en forma de corazón sonreían de una forma sarcástica,el cuerpo curvilíneo giro para poder terminar de comprobar mi apariencia, satisfecha tome mi bolso y tirando dentro nada mas de las llaves del auto, la cartera y el celular baje a la cocina antes de que me dieran la cuarta llamada.