OVA 3 < fin >

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Salió del vestuario de chicas bebiendo de su botella de agua mineral.

-Debo decir que te ves terriblemente sexy corriendo en esos pantalones tan cortos...

-¡Len! -se atragantó con el agua que estaba tomando sonrojándose hasta los pies- ¿Estuviste viendo la práctica? ¿Cuándo llegaste? -se le acercó al trote.

-Hace un rato -estaba apoyado en el manubrio de su bicicleta y extendió los brazos para abrazarla sonriendo-. Pude ver a todo el equipo entrando en calor, esa amiga tuya... ¿Cómo se llama? ¿Yuzuki? Tiene unas piernas que... - un golpe en las costillas lo hizo callar aunque se rió- Es broma es broma...

-¡Eres un idiota, Len! -lo apartó ofendida con las orejas sonrosadas.

-¡De verdad! -la tomó de la mano para evitar que se aleje y volver a abrazarla- Acabo de llegar, no vi nada de la práctica...

-¡Mentira! -hizo un puchero apartando la vista- Si fue así ¿por qué dijiste lo de mis...? -la risa de su hermano la interrumpió. Le puso una mano en la barbilla para que lo mirara a los ojos.

-Porque me lo imagino y ya me parece que debes verte encantadora así corriendo toda agitada... -se sonrojó al decirlo y ella se ocultó en su hombro.

-Idiota, idiota, idiota... -su voz se amortiguaba en su cuello haciéndole cosquillas.

-Ya... ya -acarició su cabello-. Vamos a casa, vine para hacerte de carruaje -le sonrió.

-¡Es verdad! -Se apartó para verlo a los ojos y ver la bicicleta- ¡Has venido hasta aquí pedaleando! -él asintió con la cabeza.

-El médico me dijo que ya podía hacer lo que quiera mientras no sienta ninguna molestia así que... ¿La llevo, mi Lady? -le hizo una reverencia hacia la bicicleta.

-¡Eso es genial, Len! -subió atrás de él abrazándolo por la cintura y apoyándose en su hombro- Eso quiere decir que puedes volver a las prácticas mucho antes de lo que esperabas.

-Sí -empezó a pedalear a toda velocidad-. Estoy fuera de estado pero si me esfuerzo podré estar al día para el campeonato... Veremos... -ella lo apretó con más fuerza contenta-. Llamó Lily más temprano, te manda saludos y pregunta si en estas vacaciones pasaremos unos días allá con los tíos...

-¿Qué dijo mamá? -le gustaba la sensación del viento sobre su rostro y la sensación de seguridad al ir abrazada a él.

-Que nos paguen el pasaje, como siempre -suspiró bajando la velocidad para estacionar frente a la casa-. Ellos respondieron que iban a pensarlo pero Lily prometió que los convencería...

-¡Ya llegamos! -sonrió bajando de un salto y corriendo a la puerta mientras su hermano encadenaba la bicicleta- ¡Estamos en casa!

-Mamá salió, dijo que no la esperáramos porque tenía una cena del trabajo -puso los ojos en blanco y entró a la casa tras su hermana.

-¡Te toca a tí levantarla mañana! -subió las escaleras riendo.

-¡Es mentira! Te toca a ti

-Pero yo lo dije primero -canturreó desde arriba- ¡Voy a ducharme!

Len oyó la puerta de arriba cerrarse y negó con la cabeza yendo a la heladera para buscar unas bananas.

Suspiró aliviado. Desde esa mañana cuando el doctor le había dicho que podría volver a hacer cualquier ejercicio físico no podía dejar de pensar en la promesa que tenía con Rin. Había estado todo el día dándole vueltas al asunto y no se le había ocurrido manera de decirle las noticias de su alta médica sin caer en esa conversación también pero al parecer había superado la prueba. Rin no parecía acordarse y no había dicho nada al respecto así que estaba a salvo. El problema era no saber hasta cuándo iría a soportar sin avalanzarse sobre ella. Habían sido duras esas semanas pero siempre había tenido una excusa, ahora ya no tenía como refrenarse a sí mismo o a Rin.

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