Capítulo 10: " Red"

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En un abrir y cerrar de ojos Miruko estaba en lencería, aquella que me excitaba de sobremanera y me incitaba a pecar hasta perderme.

— Eres malditamente hermosa — Hawks pasaba sus manos por mi cuello — Voy a probarte hasta saciarme, pequeña Liyah...

Se quitó la parte superior de su ropa, su abdomen trabajado se veía como un camino para sumergirse en la lujuria, este me rodeó hasta que me tuvo en cuatro nuevamente, sentía sus ojos en cada parte de mi cuerpo.

— ¿Qué has aprendido, pequeña?, enséñame que tan libertina te has hecho.

Se colocó en el sofá y abrió sus piernas, miré a la peliblanca que también se encontraba sentada pero en otro sofá pequeño, disfrutando de todo el panorama. Me arrastré en cuatro, gateaba moviendo suficientemente el culo para provocarlo y excitarlo. Una vez llegando entre mis piernas, me dedique a besar su abdomen, subiendo poco a poco hasta llegar a su cuelo y saborearlo. Con sus grandes manos me tomó de la cintura y me pegó más a él, acto seguido reclamó mis labios y nuestras lenguas se mezclaron nuevamente. Mordí su labio inferior al grado de sangrarlo. Mi cuerpo reaccionó sin más.

— Niña malcriada — Su bulto estaba más que duro, listo para insertarlo en mi boca —. Luego me las pagarás.

Liberé aquella erección con destreza. Pasé lentamente mi lengua por la punta, saboreando el pre – cum. Miraba en todo momento sus ojos, sus gestos y suspiros me obligaron a comerme su verga, la cual era ancha y larga... Mi felación iba en dos velocidades, lento como tortura y rápido como premio.

— Maldita sea Liyah — Decía entrecortadamente —. Métete toda mi verga, hasta tu garganta, maldita perra sucia.

Al finalizar esto, me dio una embestida, y me continuó follándome la boca. Sus gruñidos eran música para mis oídos, sentir sus manos en mi cabeza empujando más profundo y rápido. Su miembro comenzaba a palpitar, estaba lista para recibir su semen.

— Trágala toda, chupa toda mi verga y ahógate en mi leche.

Depositó ferozmente su semen en mi boca, le mostré la lengua como me había enseñado Aizawa.

— Buena chica, ahora trágatela — Sin dejar de mirarlo hice lo que me dijo, Hawks estaba tan excitado que su miembro volvió a endurecerse, palpitante, grueso y demasiado duro.

Se quitó lo demás, y quedó completamente desnudo. Me tomó del cuello y me levantó suavemente, sentí las manos de la morena en mi cuerpo, pasaba sus dedos por la fina curvatura de mi cintura.

— Manos atrás, sucia esclava — Me colocaron unas esposas.

— Saca la lengua — Hawks colocó una especie de collar, el cual tenía varias pinzas, una de ellas iba en mi lengua, y las restantes las colocó en mis pezones. Era una tortura usar aquello, ya que si movía o intentaba meter la lengua recibía un fuerte tirón de mis pezones. Me colocaron nuevamente de rodillas.

— Tan sucia que te ves, mi verga ya se quiere hundir en ti, pero iré despacio contigo.

Tanto Miruko como el escupieron en mi boca, lo tragué con dificultad dado que me torturaban los pezones. Hawks me empujó hacia atrás, tomó mis piernas y acercó mi intimidad a su boca, sentía sus manos en mis nalgas, y su respiración en la cara interna de mis muslos. Por otro lado, tenía a Miruko, que no tardó en besarme salvajemente.

Por un lago sentía las caricias e Keigo, su respiración me ponía de los nervios. Y por otro lado Miruko me besaba los pechos, estómago y vientre. El placer comenzó cuando Hawks paso su lengua por mi clítoris, después de eso argumentó lo mojada que estaba lo bien que sabía.

A fucking Slave/ Miruko x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora