A fucking Slave/ Miruko x OC

Capítulo 15: "Duda"

He pasado noches enteras pensando en ciertas cosas de Aaliyah, su presencia, su actitud... Tengo ganas de ella, tengo ganas de tocar nuevamente su cuerpo y apreciar esa sumisión total hacia mí. Mi asistente entró a mi oficina y me tendió unos papeles. Estoy demasiada estresada y necesito urgentemente desahogarme.

— ¿Los necesitan para ahorita? — Lo hojeé, solamente era firmar —. ¿Hay pauta?

— Para hoy, es solo firmar, señorita Miruko — Todos estábamos cansados, había mucho que hacer —. Si gusta podemos hacer horas extras.

— No, es suficiente por hoy. Todos necesitamos descansar — Miré por mi ventana, el día está muy frío —. Comunícate con Araki Aaliyah, por favor.

— Sí, en un momento se la comunico.

— Está bien — Me recargo en mi escritorio y miro hacía el techo —. Una cosa más. Que no nos molesten cuando ella llegue, ¿Está bien?

— Sí, entendido.

En unos minutos mi teléfono suena y escucho la voz de aquella chica.

— ¡Hola! — Contesta un poco enérgica —. ¿Cómo estás?, ¿Necesitas algo?

— Hola, Liyah. Esto bien, y no, no te preocupes, no es algo alarmante.

— Vaya... Hawks, ¿Qué no tienes agencia o qué? — Prosigue —. Perdón, hay gente que al parecer no tiene deberes que hacer.

— No te preocupes, ¿Podrás venir?

— Claro, en unos 20 minutos estoy allá, solamente dejo organizadas unas cosa y listo.

— No te preocupes, linda. Te espero.

— ¡Hola!, Miruko, ¿Cómo estás? — Al parecer tenía el altavoz —. ¿Qué cuentas?

— Hola, Hawks, bien. Con carga de trabajo, pero todo en orden.

— Que bien, ¿Cuándo vamos a cenar los tres?

— Yo siempre tengo disposición — Escuchaba los reclamos de Aaliyah —. ¿Por qué molestas tanto a Liyah?

— Me gusta, bueno. Ya me voy, te dejo con la taradita – Chan.

— Tremendo idiota, sí, Miruko... Digo Rumi, ¡Ay!, es tan difícil... Bueno, te veo en 20 minutos.

— Aquí te esperaré.

En ese tiempo me dediqué a realizar más trabajo administrativo. Algunos papeles estaban mal redactados, otros no tenían coherencia... Tremendo imbéciles. Escuché tres toques en mi puerta y después pude ver la figura de Aaliyah viniendo hacia mi con una amplia sonrisa.

— El color rojo te favorece mucho, linda — Nos saludamos de beso —. Estás colorada, ¿Viniste caminando?

— Sí, hace frío y verdaderamente disfruto eso.

— Muy bien, ¿Cómo te ha ido en estos días?

— No muy bien, tenemos mucho trabajo, demasiados papeles y luego tengo a cargo a los mocosos... ¡Siento que no acabaré nunca! — Me levanté de mi asiento mientras ella desahogaba sus frustraciones —. Así que pensé que el idiota de mi hermano me ayudaría, pero siempre no quiso, después Hawks me ayudó, pero ese día fue un dolor de huevos.

Ella estaba inmersa en su historia, y de un momento a otro la vi vulnerable. Así que no dudé en besarla apasionadamente. Extrañaba esa sensación de sus labios contra los míos. Ese olor característico que emana su cuerpo me mantenía anonadada. No tardo en hacer que se coloque en mi escritorio y me escabullo entre sus piernas, las cuales abrazan mi cintura.