~12~

930 90 61
                                    

~Jessia~

—hija sabes que tanto tú tío como yo te vamos a apoyar en todas, así que obvio que te voy a ayudar—contesto mi madrina mientras caminaba a mi lado.

Estamos en el supermercado haciendo la compra del mes, como siempre solas ya que Xime está con mucho trabajo, aunque a veces era ella la que nos acompañaba y llevábamos todo en su auto, hoy no pudo y nosotras nos volvemos en remís.

—me da un poco de miedo, es un gran paso—dije mientras empujaba el carrito que estaba casi repleto de mercadería

—y sí mi amor, es como decís, es un gran paso pero lo importante es que no dejes que ese miedo te frené, no vas a estar sola—me miro por unos segundos y me dedico un sonrisa hermosa.

No dije nada, me quedé en silencio pensando en mi decisión.

—ya hablaste con Xime?—pregunto Lupe que seguía cargando el carrito

—no, sos la primera con la que hablo sobre esto, vos decís que querrá? Osea ella siempre me dijo que sería muy buena idea pero nunca lo afirmamos tan en serio, y me mande sola—respondí

—pero claro que va a querer, son como uña y carne—frenó lo que hacía para mirarme—sabes las veces que hablamos este tema con tu mamá, era nuestro sueño, terminar el secundario para poder mudarnos juntas e ir a la misma universidad, todo queríamos hacer juntas, parecía que estábamos conectadas de alguna manera, éramos hermanas de la vida, con un lazo hermoso así como lo son vos y Xime, obvio que va a querer—sonrío con un brillo hermoso en sus ojos como cada vez que hablaba de mamá.

Sonreí tragando el nudo que se formó en mi garganta y nuevamente no dije nada, eso pasaba, sentía que estaba lista para dar este paso, el irme a vivir sola, pero no sola del todo, quería que fuese con Xime cómo tantas veces lo hablamos, pero el problema es que hace unos días que estamos un poco distanciadas.

¿Por qué motivo? Por mi mala contestación la última vez que hablamos sobre Mateo.

Todo este tiempo mi carácter había cambiado muchísimo, lo tengo que admitir, pero claro que iba a cambiar, aprendí a hacer valer mi palabra, y así fui creando este carácter de hoy en día, ya no me callo nada, habló lo que siento en el momento, digo lo que pienso en el estado que me encuentre, y a veces eso me juega en contra, como hace unos días.

Mi amiga no tiene la culpa de como yo me sentía y entiendo su postura, pero en ese momento estaba colapsada con todo lo que había pasado y sus palabras me terminaron de derrumbar.

No quise contestarle de esa manera pero estaba tan enojada conmigo misma que lo que dije fue más para mí que para ella.

Y como Xime me conoce tan bien, sabe que tiene que darme mi espacio y hasta que yo no demuestre que bajé la guardia, ella no se va a acercar, eso no quiere decir que estemos peleadas, cada una sabe cómo actuar con la otra y eso hacemos.

Nunca en mi vida me pelearía con Ximena, jamás soportaría tenerla lejos, ella es mi otra mitad y por esa razón quiero y deseo que nos vayamos a vivir juntas como siempre soñamos, solo tenía que hablarlo con ella.

—entonces me podés acompañar hoy a ver todo, ya arreglé con la inmobiliaria, pero no quiero ir sola—dije al fin cortando el momento

—sí amor, te acompaño—contesto Lupe sonríendo.

Hace más de dos semanas que vengo averiguando todo, tenía el departamento perfecto para las dos, el lugar donde se encuentra está ubicado a la perfección para nuestra comodidad con respecto al trabajo y la facultad, solo quedaba ir a verlo y solucionar algunos temas, Xime se enteraría mañana.

Siempre es hoy ~ Trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora