Siempre es hoy ~ Trueno

~27~

~Jessia~

—entonces no venís ¿No?—pregunto Xime

—no sé que vamos hacer, cualquier cosa te voy avisando—conteste mientras terminaba de guardar lo necesario en la mochila

—estas distinta—dijo mirándome fijo parada al lado de la puerta de mi habitación

—estoy tranquila, viste cuando cargas un peso del pasado por mucho tiempo, algo que te duele, que te hace recordad lo mal que actuaste sin saber pensando que no tiene solución, y después todo se calma, se soluciona y volvés a sentirte bien, así me siento—dije sonríendo

—y no sabes lo bien que me hace que hoy te sientas así—contesto sonríendo

Correspondí la sonrisa y caminé hacia ella—me voy, cualquier cosa te aviso, te amo—dije saludándola con un beso en la mejilla

—pásenla lindo, te amo también—contesto.

Salí del departamento aunque aún no me había llegado el mensaje de Mateo avisándome que ya estaba afuera, pero estaba un poco acelerada por eso salí igual.

Sonreía mientras bajaba las escaleras, no podía creer que todo esto estaba pasando, me encuentro bien, feliz de hoy en día volver a salir con él.

Ya había pasado una semana desde que se presentó en el departamento y tuvimos esa conversación dejando claro todo lo que sentíamos, todos estos días fueron como si nunca hubiese pasado el tiempo para nosotros, es muy fácil hablar con Mateo y es algo que me encanta, porque a pesar de todo la confianza que tenemos no se perdió.

Volvimos a hablar las veinticuatro horas del día, volvimos a saber que hacíamos cada minuto de nuestros días, volvimos a las llamadas de madrugada hasta quedarnos dormidos, pero aún faltaba algo por hacer, algo que se había vuelto especial para ambos.

El celular vibro en mi mano y con una sonrisa leí su mensaje avisándome que estaba a dos cuadras, lo bloqueé y salí a la vereda hasta localizar el auto con la descripción que me había dado.

Su cara con una enorme sonrisa se asomó por la ventana de atrás, sentí un remolino en mi panza y embobada me acerque al auto para subirme.

—peque—dijo acercándose a dejar un beso en mi mejilla

—Palacios—conteste sonríendo

—¿Como estás?—pregunto mientras el auto arrancaba de nuevo

—bien, un poco cansada, ¿Vos?—conteste mientras le enviaba un mensaje a Xime avisándole que ya estaba con Mateo.

—y yo jodiendote—se ríe

—nada que ver, está bueno cortar semana—lo miré sonríendo

Es día de semana y yo hacía una hora como mucho que había salido de trabajar, es de noche claro, pero tenía muchas ganas de compartir este momento con él, así que no me importaba el cansancio ni el sueño.

—lo tendríamos que haber dejado para el finde así descansas un poco más—contesto

—Siempre es hoy, ¿No?—respondí provocando que sonría

El viaje fue rapido y casi sin pensarlo ya estábamos por llegar al parque donde vinimos tantas veces, no hay gente al rededor y lo agradecía ya que no se ve bien que nos subamos al techo de unos baños abandonados.

Pasamos por una casa de comidas rápidas, compramos unas empanadas y gaseosas para claro comer en nuestro lugar, nada sonaba mas lindo que esto.

Vi como freno y seguido dio media vuelta para mirarme sonríendo, extendió su mano invitándome a subir, hacía bastante que no venía, la ultima vez no fue de mi agrado, pero anteriormente fue acá dónde nos despedimos hace ya un año, nunca más volví.