Liar| knj.✓

seven

Namjoon después de leer esa nota decidió hacerse el tonto, no le convenía que ella tenga dudas sobre su persona, pero ahora entendía porqué se había comportado distante cuando salió de su casa temporal, ahora le encontraba sentido a su seriedad y el porqué apenas le hablaba, suponía que ella confiaba en esa carta, y el problema ahora era hacerle creer que se confundieron, que fue una broma, o inventarle cualquier excusa para que siga confiando en él y el plan no se vaya al carajo. Celine cuando salió del establo después de asegurar a los caballos no se dió cuenta que el chico había leído el papel por lo que siguieron con sus actividades normales, y NamJoon pudo respirar tranquilo ante eso, quizá ella misma había pensado que la carta era falsa, y aunque eso era un alivio para él, también le hacía saber que confiaba ciegamente en su persona, y que era muy tonta por hacerlo cuando se conocen hace tan poco tiempo.

En la noche el chico decidió ir a ver qué es lo que tanto ocultan los tres amigos en el pequeño escondite debajo de la cama que se encontraba en aquella cabaña. Asegurándose de que nadie lo seguía, y tampoco podría tener problemas con algún ángel, realmente no había planificado ninguna excusa como para que le crean el motivo de por que estaba en una casa ajena que sólo tres ángeles en todo el cielo tenían acceso. Cuando se detuvo frente a la misma y tuvo la llave en su mano dudó un segundo, ¿y si JiMin le había mostrado dónde la escondían, y le había permitido el ingreso porque era una trampa? Si lo pensaba bien, ningún ángel entraría ahí, aún si le estaban dando en bandeja de plata la oportunidad de hacerlo, porque respetaban que era algo ajeno y se sentirían agradecidos por haber entrado con uno de los dueños. La cabeza de NamJoon comenzó a pensar que ahí dentro estaban JiMin, Celine y Dios esperándolo, para atacarlo y decirle en la cara que fue muy mal mentiroso y lo sabían todo desde un principio. Pero bueno, ¿qué era lo peor que podían hacerle? ¿Mandarlo al infierno?

Abrió la puerta y entró, asegurándose de que nadie lo haya visto, el lugar estaba igual que cuando fue con JiMin, obvio, si nadie más tenía acceso. Hizo una breve investigación en la casa, no encontró a nadie y entonces pensó que el amor de la vida de YoonGi era muy tonto para mostrarle cómo entrar a un lugar en el que solo ellos tres deberían estar. Movió la llave que se encontraba pegada en la pared y las escaleras conduciendo a la habitación secreta se abrieron.

⎯ Perfecto.⎯ dijo con altanería.

NamJoon en la tarde que pasó con Celine pensó seriamente si de verdad iba a cumplir la misión que le habían encargado, la chica no tenía la culpa de nada y prácticamente le estaría quitando el hogar a muchas personas. No había desarrollado amor por ella, sino más bien empatía, se notaba que no podría desenvolverse en un lugar que no sea el cielo, y eso era culpa de su padre por no enseñarle lo que es la vida y mantenerla siempre dentro de una celda de cristal. Posiblemente YoonGi también lo odie porque JiMin se quedaría sin lugar para estar, no sabía qué era lo que quería hacer su padre con los ángeles, porque no le dijo más allá de que quería destruir el cielo, ¿eso significaba asesinar a sus habitantes también? ¿Hacerlos sus esclavos? ¿Bajarlos a la tierra como simples humanos? No lo sabía, pero aún así se decidió por cumplir con su parte, Lucifer estaría orgulloso. Su padre estaría orgulloso de su hijo.

Movió la gran cama y pudo ver el pequeño cuadrado que se encontraba allí, en sus manos colocó guantes como si estuviera tocando una escena de crimen y levantó la tapa, con mucha curiosidad latiendo en su interior. Dentro se encontraron tres plumas blancas, cada una tenía el nombre del dueño escrito con marcador negro. Habían demasiadas fotos por lo que el chico tomó una, cuando salga de ahí iría al infierno para ver a su mejor amigo y a su padre, también tener una sesión de sexo con alguna diabla ya que no follaba hace tiempo. Lo importante era llevarle la información de lo que había visto y lo que estaban ocultando, pero NamJoon no encontró muchas cosas importantes, parecían ser cosas de recuerdo o algo así. A los seres con alas se les caían las plumas muy fácilmente, por lo que ni siquiera pensó en la posibilidad de que se las arrancaron adrede. Suspiró pensando que había ido ahí para nada, sintiéndose un idiota.