Liar| knj.✓

final

El cielo se había convertido en un caos; los demonios rompían lo bello que veían, maltrataban ángeles, los secuestraban para llevarlos al infierno, robaban sus pertenencias, y entre más cosas horribles. Simplemente, hacían cosas de demonios. Habían algunos que miraban todo desde arriba, habían sido ángeles en algún momento, y por más que le puedan guardar rencores a Dios, sabía que no debían meter a todos en la misma bolsa. Los demonios puros, que habían sido crías de otros ángeles exportados y sus valores se ven reflejados en ellos, eran caóticos. No tenían piedad, provocaban dolor y miedo, no había quien los detenga.

NamJoon luego de haber roto la copa seguía llorando arrodillado frente a la misma, sintiéndose culpable de destruir el hogar de su amada y de quién en algún momento fue el amor de la vida de su padre. Ahora es cuando se arrepentía de haber creído que esto le traería felicidad y una sensación de satisfacción, estaba lejos de eso, y sabía que nadie lo mandó a enamorarse de Celine, que fue algo que surgió y nadie podía detenerlo, pero eso lo hacía sentirse más miserable. Odiaba ser lo que era, saber que no podía estar con ella porque todos iban a opinar, y por sobre todas las cosas, odiaba haberle mentido y engañado, porque ese fue el punto de quiebre. Sabía que ella no iba a perdonarlo, y estaba bien, nadie con un poco de autoestima perdonaría a una persona que la lastimó, pero cada vez que recordaba cómo apagó su risa, su felicidad, su brillo, su corazón quemaba y le ardía la garganta. Se sentía como el peor demonio, y en efecto, lo era.

El joven volvió a su forma natural, alas y ropas negras, su cabello morado y su aura oscura, pero a pesar de eso él seguía sintiendo dolor, por lo que el trozo de alma que le brindó Celine seguía habitando en su cuerpo. Estaba igual que siempre, pero sus sentimientos no, ahora sentía, y no sabía qué tan bueno era eso. Cada lágrima que derraba le recordaba que podía hacer eso, que podía sentir dolor, por ella, porque Celine le brindó parte de su alma sin que NamJoon se lo pidiera, y era la muestra de amor más pura que podía existir, pero a su vez, era su condena. Todo lo que él sentía era por Celine, porque ella lo hizo posible, y la culpabilidad era tan grande que quería arrancarse el corazón con sus propias manos para dejar de sentir. Arrancarse el alma, como si fuera posible, para no recordar que tenía una parte de ella.

El pelimorado sintió una presencia detrás de él, limpiando sus lágrimas levantó el rostro y miró con furia a su progenitor quien tenía una sonrisa apenada, como si ya hubiera atravesado ese dolor antes y ahora lo comprendiera. Sí, Lucifer sufrió de desamor, pero no había engañado a la persona que lo hizo sentir algo, él ya nació con alma, actualmente nada de Dios le pertenecía plenamente, y sus padres tampoco lo habían mandado a engatuzar a la hija de para cumplir un objetivo siniestro. ¿Esto era lo que quería? ¿Eso era lo que deseaba? ¿Ver como lo que en algún momento fue su hogar se caía en pedazos y ruinas? Porque de ser así, lo convertía en más demonio de lo que de por sí ya era. Su hijo se levantó soltando la espada, Lucifer suspiró preparado para todo lo que le diría su hijo.

⎯ ¡Esto es tu culpa! ¡Tu maldita culpa!⎯ lo golpeó en el pecho, el mayor no se movió ni un centímetro.⎯ Si tan solo no me hubieras dado esa estúpida misión ahora no me sentiría así, esto no estaría pasando, Celine y yo seguiríamos felices cada uno por su lado, ¡Ella no me hubiera dado un alma, no podría sentir la tristeza que siento ahora!⎯  gritó furioso y dolido, señalando su pecho. Lucifer no decía nada, solo veía las lágrimas cada vez más perladas de su pequeño. En serio él no previó esto, de haberlo hecho, no lo hubiera mandado, no a él.⎯ ¡¿Y por qué lo hiciste?! ¡Claro, por una absurda venganza a tu ex! No te importó Dios, no te importó Celine, ¡No te importé yo, papá! Te detesto... ⎯ murmuró sollozando.

⎯ Hijo... lo siento... ⎯ se disculpó con vergüenza el mayor. El nombrado bufó, unas disculpas no iban a revertir el tiempo, no arreglaría todo el caos que estaba sucediendo afuera.⎯ La verdad que no estaba en mis planes que sientas algo por la chica, y menos que ella te corresponda y te pueda brindar un pequeño pedazo de su alma.