epílogo

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Luego de la muerte de los dos ángeles y dos demonios las cosas entre los dos reinos se calmaron, los demonios no acechaban a los dulces ángeles ya que sabían el castigo que tendrían, y después de ver el sufrimiento de las dos personas al arrancarle las alas no querían vivir eso. De igual manera, los seres celestiales seguían manteniendo sus distancias, muy pocos se daban la oportunidad de conocer a un demonio ya que les tenían miedo. Hubieron secuelas horribles, traumas, encarcelamientos, y otros que decidieron comenzar a trabajar en la tierra para no cruzarse con sus contrarios. Estaban los que apoyaban las decisiones de sus respectivos líderes, sobre convivir y dejar de tener esa barrera entre el cielo y el infierno, pero habían otros que estaban totalmente en contra. Y era respetable, vivían en democracia, pero no decían nada porque muchos de los otros habitantes preferían seguir las órdenes que se les daban y ya.

El duelo por NamJoon y Celine fue de varios días, SeokJin tuvo que tomar las riendas con los ángeles mientras su rey estaba atravesando el duelo de su hija. Fue él quien comenzó a reorganizar el cielo y los habitantes, intentando que todo se acomode lo más posible hasta que Dios haga su aparición, aunque no creyó que sería al lado de Lucifer, anunciando que ahora todos convivirían en sociedad. Para los padres de los fallecidos, incluyendo los de JiMin y YoonGi, el duelo continuaba, no se detenía ni por un segundo, y lo sentían como si les estuvieran arrancando las alas a ellos mismos. El duelo por un hijo no desaparece, ni se apacigua su dolor con el tiempo, es una depresión eterna, más para ellos que son seres inmortales, hasta que les arranquen las alas, claro. Pero aún así, las cuatro familias intentaban salir adelante a su forma, algunos sobrecargándose de trabajo, otros empezando algunas actividades, o ayudando a que el lugar en el que ahora vivían sea un poco mejor y más ameno para todos.

Hubieron problemas, claro que sí. La familia Park y Min reclamó por la inexplicable muerte de sus respectivos familiares, pues ellos no sabían del pacto de sangre que habían hecho junto a Celine, y dicho acuerdo trataba de que todos nacían y morían en el mismo tiempo. Estarían en un bucle infinito, viajando en distintos universos, conociéndose otra vez con sus nuevas versiones, sin saber que en vidas pasadas habían sido los mejores amigos más unidos del universo. No había forma de revertir el pacto, los que permanecieron en el más allá (como decidieron llamar a la unión entre cielo e infierno) veían todo desde su lugar, todos los universos alternos posibles en donde el trío de amigos aparecería.

Ahora mismo Dios y Lucifer se encontraban en el templo del primer nombrado, ninguno quería soltar a sus hijos así que estaban viendo recuerdos con ellos. Era una tendencia masoquista que, lamentablemente, las personas en duelo hacían; ver recuerdos viejos, con la esperanza de no olvidar su voz, su risa o cómo era la persona. Les hacía mal, les destrozaba el alma ver que ellos ya no estaban, pero ¿qué tanto mayor daño podían sentir, más del que de por sí ya sentían?

En sus rostros habían lágrimas por lo que habían cometido, pero bien sabían los menores de tales reglas. Un padre siempre va a defender a su hijo, no importa qué tanto mal haga, pero habían cosas que eran inaceptables, y si bien NamJoon y Celine fueron víctimas, se merecían su castigo. No podían hacer diferencias con ellos simplemente por ser sus hijos, y tampoco hacer la vista gorda, ya ambos lo estuvieron haciendo desde hacía tiempo; Dios cuando supo las intenciones de NamJoon, y Lucifer cuando mandó a su propio hijo al muere sin pensar en las consecuencias. Sin pensar que iban a enamorarse en serio.

⎯ ¿No hay alguna forma de traerlos de vuelta?⎯ soltó Dios, con esperanza de volver a ver a su pequeña, y si era posible evitar todo su encuentro con NamJoon para que la historia no se repita.

Era la segunda vez que veía a una pareja sufrir, y no podía evitar que vengan los recuerdos de los hermanos a su mente, peor los gritos del menor cuando vió el cuerpo muerto de su hermana. Sentía como si reviviera todo eso, pero mil veces peor por ser su hija. Sentía como la historia se repetiría una y otra, y otra vez, a menos que hagan un cambio en las reglas desde ahora. ¿Cuánto más debían esperar para permitir que las personas se amen entre sí, sin intervenir ni castigar por sentir algo tan bello como el amor, que tampoco es un sentimiento que puedan controlar? Los hermanos Jeon, JiMin y YoonGi, NamJoon y Celine. ¿En serio hacían falta más muertes para cambiar esas estúpidas reglas que en algún momento Dios creó porque a él le dijeron que estaba mal amar?

Liar| knj.✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora