Draco Malfoy y el Heredero de Slytherin (#2)

Capítulo 17: Sangre de Basilisco

Cuando la puerta de la oficina de McGonagall se abrió, lo primero que Draco vio fue el símbolo alrededor del cuello de Xenophilius Lovegood: un triángulo con un círculo dentro, y una línea atravesando dicho círculo.

Y entonces el hombro chilló "¡Luna!" y pasó corriendo junto a Draco. Sostuvo a su hija de donde Ron y Potter la tenían recargada, tomándola entre sus brazos. Por un segundo, Draco esperó que una mujer entrara con el mismo ferviente alivio, pero entonces recordó a Ryddle, diciendo que Luna solía contarle sobre haber visto a su madre.

Draco se quedó parado incómodo junto a Ron y Potter, cubierto de lodo, baba, sangre y tinta, y tal vez una que otra pluma de fénix de cuando Fawkes había volado con los cuatro niños fuera de las tuberías. Miró a Luna y a su padre, preguntándose ligeramente si los otros sospecharían si no abrazaba a su 'tío', y entonces siguió la mirada de Potter para ver que Dumbledore había vuelto a Hogwarts. McGonagall estaba a su lado, luciendo alterada por la vista en la que sus estudiantes regresaban.

Xenophilius soltó a Luna, bajándola a una silla junto a McGonagall, antes de girarse temblando hacia los tres niños cubiertos de sangre. "Gracias. Muchas gracias por salvar a mi hija. Ella es todo lo que me queda en este mundo"

"Oh, Padre, tranquilo, por favor no llores" Luna dijo suavemente, se estiró y apretó dulcemente la mano de su padre.

Xenophilius no lloraba, pero parecía cerca de hacerlo. "¿Cómo? ¿Cómo la trajeron de vuelta?"

"Creo que a todos nos gustaría saber eso", dijo McGonagall débilmente.

Potter lo dudó por un momento, después avanzó hacia el escritorio y depositó el Sombrero Seleccionador, la espada con rubíes incrustados, y lo que quedaba del diario de Ryddle. Y entonces todo lo que tuvo que hacer Draco fue tomar asiento junto a Ron, cerrar los ojos agradablemente para dormir un momento, y dejar que Potter contara todo. Su oído solo se agudizó cuando llegó a la parte de Aragog en el bosque, pero cuando no hubo ninguna mención del maleficio Imperius, se acomodó de vuelta adormilado en su silla.

"Muy bien", McGonagall comenzó a decir, "Así que encontraron en donde estaba la entrada- mientras rompían cientos de reglas escolares a lo largo del camino, debo añadir- Pero ¿cómo es que lograron salir de ahí vivos, Potter?"

Potter continuó su historia hasta el punto en donde ya no podía avanzar sin implicar a Luna. Draco se preguntó la razón por la que Potter lo miraba a él de entre todas las personas, hasta que recordó que él había declarado que era su prima. Bueno, no habían expulsado a Ginny Weasley...

"Lo que me llama más la atención", dijo Dumbledore gentilmente, "Es, como es que Lord Voldemort logró hechizar a Luna, cuando mis fuentes me dicen que actualmente se encuentra escondido en el bosque de Albania"

"¿Hechizar a Luna?" preguntó temeroso Xenophilius, jalando a Luna hacia él. Lágrimas comenzaron a caer silenciosamente por el rostro de Luna, como si ella finalmente hubiera entendido lo que había hecho. "¿Qué le ha pasado a mi hija?"

"Fue el diario", dijo Potter rápidamente, levantándolo para mostrárselo a Dumbledore. "Ryddle lo escribió cuando estaba en quinto año"

Dumbledore tomó el diario de las manos de Harry y miró atentamente bajo su curva y larga nariz las páginas quemadas, y después levantó lentamente la vista para ver a Draco. "Fascinante. Creí que esto había sido destruido"

"Aparentemente", una voz sonó monótona sobre ellos, "Estaba equivocado"

"¡Severus!" Draco gritó, y se abalanzó para abrazar a Severus por segunda vez en su vida. Sentía que se lo merecía después de su relativa valentía, y si Severus no apreciaba estar cubierto de sangre de basilisco solo por esta ocasión, bueno ¿de verdad podía seguir llamándose un Slytherin?