Draco Malfoy y el Heredero de Slytherin (#2)

Capítulo 4: El Buscador de Slytherin

Fue mientras Draco volaba en su escoba en las pruebas de Quidditch, al mirar a los jugadores más viejos y grandes que él, que reconoció que tal vez debió dejar que su padre le comprara un lugar en el equipo después de todo.

No era como si alguno de los de Gryffindor le hubiera agradecido. Y sus varios intentos de nobleza ante ellos, no le había traído ninguna recompensa. ¿Así qué cual era el punto de eso? Era infantil pensar así, y tenía que planear a largo plazo. ¿Pero ante la revelación de sentarse en una mesa de estudio solo con Hermione la semana entera? Apenas y podía entender en retrospectiva porque se había puesto a sí mismo bajo el estrés adicional de las pruebas.

Tampoco ayudaba que varios de los miembros mayores del equipo de Quidditch fueron los primeros a los que escuchó burlándose del rumor de su sexualidad, bromeando sobre si le gustaba Potter, de todas las cosas. Aunque esas charlas murieron después de que usara el hechizo Langlock en Seamus, pero eso le había traído una serie de problemas. Muchos de los Slytherin, hasta Flint lo habían ignorado como secuela. Todos estarían más cómodos con el Buscador del año pasado, aunque hubiera perdido contra Potter en su juego.

El guapo Terence Higgs, quien estaba en el mismo año que Flint, y se juntaba con él y todos sus compinches. Nunca se había rumoreado que él tuviera la clase de propensiones que Draco tenía; propensiones que haría que todos lo pensaran dos veces antes de compartir los vestidores con él. Higgs tenía una figura atractiva en su túnica verde esmeralda, y Draco tuvo que nombrar eso una pérdida. Tal vez, como Blaise había molestamente notado, Draco tenía una tendencia por que le gustaran los Buscadores.

Por primera vez, Draco se preguntó porque ninguna chica hacía prueba para el equipo de Slytherin. Parecía ser algo implícito, o tal vez solo era una consecuencia de la mentalidad de 'tamaño-sobre-habilidad' que parecía haber reinado sobre el equipo en sus tiempos. Pero la parte más egoísta de él estaba feliz por la falta de chicas para aportar ligera y veloz competencia.

Recordaba la alineación que de otra forma, sería la misma que en la línea azul, con Marcus Flint, Adrian Pucey, y Graham Montague como Cazadores, mientras Lucian Bole y Peregrine Derrick habían sido escogidos como Bateadores, y Miles Bletchley seguía en los aros como Guardían. Higgs encajaría mejor con ellos de cualquier manera; pero Draco tenía su Nimbus 2001, había practicado todo el verano, y además, solo porque no fuera mejor que Potter no significaba que no fuera mejor que estos imbéciles de mente cerrada.

Draco se preguntó si habría sido contraproducente a largo plazo, acorralar a Flint justo antes de las pruebas y amenazar con embrujarlo si no lo ponía en el equipo. O solo embrujar a Higgs, eso también habría servido.

Pero estaba solo, realmente, por primera vez en Quidditch. Ahí se encontraba, listo para ser juzgado por sus propios méritos, con su reputación en la escuela trabajando en su contra, en lugar de a su favor en esta ocasión. Flint los llamó para calentar individualmente. El cuerpo de Draco recordó como por instinto la forma en que se alineaban como soldados con sus escobas levantadas. Flint les dio un poco elocuente discurso sobre la necesidad de derrotar a Gryffindor en esa ocasión, como si ese fuera el real objetivo de la temporada y no ganar la Copa de Quidditch o la Copa de la Casa. Después el chico de cabello oscuro, de ensueño Pucey les dio un pequeño discurso más coherente sobre lo que les esperaba en las pruebas de ese día, mientras la mente de Draco se dividía entre comérselo con los ojos y completo terror.

Pronto se encontraban en el aire haciendo ejercicios de vuelo, los cuales de cierta forma habían viajado junto con él en su mente ya que aún podía hacerlos hasta con los ojos cerrados; los patrones volando por sí solos después de los años en el equipo, de los cuales ninguno de estos niños sabía, años de experiencia secreta que haría a Draco parecer más talentoso de lo que en realidad era. Higgs no tenía la ventaja que creía en la categoría de experiencia, mientras Draco presentaba más experiencia real de juego en su mente que el joven Buscador del siglo Potter.