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El chico de cabello oscuro frente a ti perecia asustado, claramente no quería estar ahí... Probablemente lo estaban obligando.

El te miraba con temor, mientras lágrimas caían por sus pálidas mejillas, y detrás de él dos hombres mirándolo, quienes claramente estaban borrachos.

―Bien, inicien. ―dijo Dabi.

Tomaste el arma que se encontraba en la orilla de la mesa que te correspondía, el arma tenía un espacio para ocho balas y estaba cargada con una sola.

Miraste al chico frente a ti, estaba tomando su arma mientras observaba a Dabi, como si el fuese el culpable de que estuviera ahí y probablemente si lo era.

El chico no se atrevía a tomar una carta, entonces tú hiciste el primer movimiento... De la baraja de cartas tomaste la primera carta de la baraja, era un As del corazón por lo tanto debías apretar el gatillo del arma una sola vez.

Empezaste a sentir como te sudaban las manos, no querías seguir haciendo eso... Era la vida del pobre chico quien parecía tener un futuro por delante, tenía la oportunidad de formar una familia con su futura pareja o eras tú... una criminal que algún día terminará en la cárcel.

Colocaste el arma en la mesa y te levantaste de la silla.

―Tienes miedo? ―dijo tu acompañante casi gritando, ya que era la única forma de que pudieran escucharse uno al otro, mientras te tomo del hombro.

Miraste la cara del chico a quien desconocias, parecía estar aliviado por el hecho que dejaste el juego.

Volteaste a Dabi con tu mirada amenazante,

―No pondré mi vida en juego por tus estupideces.

―¿Mis estupideces? No fuiste tú la que dijo que quería su caramelo de vuelta?

―Sabes muy bien que estaba jugando... ¿Podemos irnos?

Dijsite con la esperanza de que Dabi no hiciera nada más y aceptará irse contigo.

Él simplemente sonrió y se acercó a la mesa donde el desconocido se encontraba aún sentado... tomó el arma que hace algunos segundos dejaste en la mesa y sin remordimientos apretó el gatillo apuntando al chico.

Las primeras tres veces en las que apretó el gatillo falló, a la cuarta el arma disparo terminando con la vida del inocente.

El fuerte sonido que hizo el arma no impactó a nadie, nadie salió corriendo y ni siquiera voltearon a ver, fue como si hubiese sido algo de todos los días.

Te sentiste mal por unos segundos... O tal vez en realidad te sentías asqueada por ver al chico desangrarse en la mesa.

Dabi bruscamente tiro el arma en la mesa y camino a tu dirección de nuevo.

―Ya nos podemos ir. ―Afirmó poniendo su brazo alrededor de tu hombro.

Salieron de ese lugar, finalmente teniendo la oportunidad de tomar aire fresco.

Te soltaste de Dabi quitando su brazo de tu hombro.

―¿Que pasa?

―Tenemos una misión ¿No es así? ―Metiste tus manos a tu bolsillo ya que sentiste como empezaban a temblar, recordando como el desconocido de hace un rato se desangraba en aquella mesa.

―¡Venga! No es malo divertirse un rato antes de la misión.

―Es tarde y tengo que irme así que― Dabi te interrumpió tomandote del brazo bruscamente pegandote a la pared del lugar, tal como lo había hecho hace unas horas.

Sostuvo tu muñeca con su mano, no se tomó la molestia de mirarte a los ojos, solamente le presto atencion a tu mano la cual seguía temblando.

Soltó una pequeña risa, de esas que hacen las personas cuando se quieren burlar de ti sin que te des cuenta, subestimandote.

―¿Entonces yo te asuste? ―dijo esta vez mirándote a los ojos.

―No hay razón para sentirme asustada de ti.

―¿En serio? Y si te quemo viva justo...― Sentiste cómo su cálida mano que antes se encontraba en tu muñeca recorrió tu pecho, tu abdomen, y finalmente paro cuando estaba en uno de tus muslos, poco a poco su mano se fue haciendo más y más caliente. ―...Así?

―Ahora lo único que da miedo de ti es que te estás viendo como un pervertido que quiere tocar a una chica sin su consentimiento. ―apartaste la cara y cerraste los ojos suspirando.

La temperatura de su mano dejó de subir y volvió a la normalidad, pero claramente se rehusó a quitar su mano de tu muslo.

―Perdón mocosa. ―susurro mientras se burlaba de lo vulnerable que te veías.

Diste la cara nuevamente, ambos en silencio dejando que la música que venía del edificio sonara en el fondo.

Sus rostros se acercaron cada vez más... Hasta que Dabi quito su mano de tu muslo y se alejo de ti.

―Tenemos una misión que hacer, prepárate. ―se burló una vez más y se alejo caminando.

「𝘉𝘳𝘢𝘵𝘵𝘺 𝘉𝘪𝘵𝘤𝘩.」• 𝙏𝙤𝙪𝙮𝙖 𝙏𝙤𝙙𝙤𝙧𝙤𝙠𝙞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora