Seguían corriendo mientras miraban hacia atrás, Dabi aunque apenas hayan salido de aquel lugar parecía algo tranquilo... Como siempre lo hace.
Corrieron y corrieron, alejándose cada vez más de la ciudad.
Finalmente Dabi paro, cerca de un motel.
―Bien, nos tendremos que quedar aquí al menos por hoy. ―Dijo tomando aire con sus manos en sus piernas apoyándose en ellas.
―¿Traes dinero?
Dabi empezó a chequear los bolsillos de la capucha que llevaba puesta.
―No... lo tengo todo en mi chaqueta, la cual no traigo conmigo.
―Bien hecho, y ahora a como se supone que debamos escondernos?―cruzaste tus brazos.
―Debe haber algún lugar cercano donde podamos escondernos...―empezó a ver por todas partes, buscando algún lugar.
Le hechaste un vistazo al motel... Se te hacia conocido al igual que la atmósfera de ese lugar y las calles vacías.
―Sígueme. ―tomaste la mano del chico.
―A dónde vamos? ―preguntó fastidiado.
Cada vez se los alrededores se te hacían más y más conocidos hasta que reconociste todo por completo.
Cerca de ahí estaba el callejón donde su equipo y tú se encontraron por primera vez.
Lo cual significaba que a unas cuantas cuadras más podrían encontrarse con aquel lugar que tu padre usaba para esconderse de los demas.
―Creo que ya se donde estamos...
Cuando te encontraste con el edificio soltaste la mano de Dabi, miraste el edificio directamente y volteaste a ver al chico detrás tuyo.
―¿Que pasa? ―dijo visiblemente confundido
―¿No se te hace conocido?
Dabi te miro, aún confundido.
Decidiste no darle importancia a su estupidez y te acercaste a la puerta.
Mientras te apoyabas en la puerta intentaste abrirla... No tuviste éxito.
―Cara de grapa, Podrias quemar la puerta?
―¿Que obtengo yo a cambio?
―No le diré a Shigaraki que por tu culpa casi nos descubren.
Te miro, y sin decir una sola palabra se acerco a la puerta y colocando su mano en ella, la convirtió en cenizas.
―Bien hecho.―te burlaste caminando dentro del edificio en el que creciste.
―¡Eh! Ya se donde estamos... Aquí es donde Shigaraki hizo cenizas a tu padre... ¿No es asi?
―Muy gracioso.―volteaste a verlo, molesta. Al verlo notaste como estaba levemente frotando sus manos una con la otra.
―Que haces?―preguntaste
―Que ya un hombre no puede poner sus manos juntas...?
Lo ignoraste y caminaste hacia tu habitación, al abrir la puerta notaste como nada de las cosas que te pertenecían se encontraban ahí.
―Vaya, vaya...―te susurraste a ti misma hechandole un último vistazo a la habitación vacía antes de salir.
Mientras caminabas hacia dónde se encontraba Dabi escuchaste unos cuántos gemidos viniendo desde su dirección.
Te acercaste y notaste como el chico parecía sufrir al frotar sus manos una con la otra.
―¿Estas bien?
No esperando a que lo encontrarás de esa manera se sobresalto y respondió:
―Estoy bien, solo es algo que pasa cuando uso mi particularidad.
Te quedaste callada por unos segundos, era más que obvio que su particularidad era poderosa pero...que acaso su cuerpo no está hecho para poder soportar sus llamas?
Le prestaste atención al chico de nuevo.
―Uhm... Fue un día duro... Tal vez podrías relajarte por unos segundos.
Te sentaste el el brazo del sofá en el que el pelinegro se encontraba sentado.
―No te ablandes conmigo. ―se quejo.
―¡Venga! Tu hiciste gran parte del trabajo... ―intentaste consolarlo, te sentías mal lo cual es algo normal después de todo... Todos tienen un punto débil tanto el como tú.
Te levántaste, antes de poder hacerle una promesa deberías asegurarte de cumplirla.
Caminaste a la habitación principal de el edificio, era la habitación que tú padre usaba y al igual que la tuya la habitación estaba casi vacía, lo único que aún se encontraba ahí era la cama.
Afortunadamente el baño se encontraba casi intacto, claro faltaban unas cuantas cosas... Pero aún había agua en la bañera y una toalla.
El agua probablemente estuvo ahí por meses, lógicamente no habría agua potable pero con el agua de la bañera era suficiente.
Corriste a la sala principal.
―Dabi... ¿Te parece un baño?
―¿Dabi? Que paso con cara de grapa?
Silenciosamente lo miraste directamente, te estaba dando la espalda pero el sabia que lo estabas observando.
Respiró hondo y se levantó.
―Si eso te hace feliz, un baño está bien.
―Bien, dame un segundo... Mientras tanto ve.
Dabi entró a la solitaria habitación mientras tanto sacaste unas cuántas sábanas y las colocaste en el sofá donde el se encontraba sentado anteriormente.
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「𝘉𝘳𝘢𝘵𝘵𝘺 𝘉𝘪𝘵𝘤𝘩.」• 𝙏𝙤𝙪𝙮𝙖 𝙏𝙤𝙙𝙤𝙧𝙤𝙠𝙞
Fanfiction❝𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘰𝘤𝘰𝘴𝘢.❞ 𝘉𝘳𝘢𝘵𝘵𝘺 𝘉𝘪𝘵𝘤𝘩―Las mocosas mimadas son una molestia... Pero ¿Y si esta mocosa era el amor de su vida? ¿Que haría Touya? Esta historia usa adjetivos femeninos [Como "Ella"], pero siempre puedes cambiarlos a tu...