「𝘉𝘳𝘢𝘵𝘵𝘺 𝘉𝘪𝘵𝘤𝘩.」• 𝙏𝙤𝙪𝙮𝙖 𝙏𝙤𝙙𝙤𝙧𝙤𝙠𝙞

014

Pusiste tus manos en las manos de Dabi, las cuales se encontraban en tus caderas, lentamente arrastraste ambas de ellas hasta tu intimidad señalandole permiso para tocar aquella zona.

Sus dedos frotaban por encima de tu ropa empapada y tu respiración empezaba a agitarse.

El pelinegro silenciosamente disfrutaba el acontecimiento, sintiendo una pequeña pizca de placer al escuchar tu respiración acelerarse más y más.

Sin embargo las cosas no terminaron ahí, tus piernas empezaron a estremecerse.

Aquello te avergonzaba, tal vez... después de todo si eras una cualquiera. El pensamiento empezó a rodear cada rincón de tu mente, ¿Que estará pensando el de ti en este momento? Intentaste sacarlo de tu cabeza y te entregaste a Dabi por completo.

Te quitaste varias prendas Dabi ayudándote con ello, hizo una petición para quitarte la sudadera poniendo sus manos debajo de ella, sin embargo no lo tomaste en cuenta, no querías quitarte la sudadera ya que aunque era algo incómodo te sentías avergonzada por la situación. A Dabi no le incomodaba de hecho a él le daba igual, si así te sentías cómoda el lo respetaría.

Cuidadosamente introdujo su miembro en ti mientras tus caderas empezaban a moverse inconscientemente.

El cuerpo de Dabi empezó a temblar, alejando sus mojadas manos de tu zona íntima y recorriendo tu cuerpo hasta tu cabeza acercó tu cara a la suya haciendo que sus labios temblorosos tocarán los tuyos levemente.

Comenzó a besarte y sin ninguna advertencia su cálida lengua empezó a explorar tu boca.

Estaban haciendo bastante escándalo, el agua estaba salpicando fuera de la bañera y ambos gemian entre besos, aquello era un lujurioso desastre.

Aún así ambos parecían disfrutar el momento, era vergonzoso para ambos y se notaba en sus caras, Dabi intentando esconder su inexperiencia y fallando miserablemente y tú simplemente ya te habías rendido al intentar esconderte ante el.

Era una nueva experiencia para ti y era inesperado que fuese con el, apenas se conocían por unos meses ¿De verdad era correcto? Inseguridades empezaron a rodear tu cabeza haciendo que Dabi lo notará y se detuviera.

―¿Te sientes cómoda con esto? ―Dijo jadeando.

―¿Hah...?

―Te lo diré una sola vez, no tienes que hacer este tipo de mierda si no quieres.

―Solo me distraje.

―Venga tu también pareces cansada... ―gentilmente hizo palmadas en tus glúteos señalando a que te retiraras.―... A dormir. ¿Te parece? ―inexpresivamente dijo.

Algo incomoda te levantaste, el chico se levantó después de ti y tomando la toalla sucia y probablemente llena de polvo la aventó hacia ti.

―Tu ropa esta empapada, usa mi camiseta y cubrete del frio.

Tomaste la camiseta de el suelo y te pusiste la prenda.

―¿Que pasara con mi ropa interior...? ―dijiste Con las mejillas calentandose sin darle la cara al chico, sabias que su miembro, aún excitado, se encontraba al descubierto y eso te ponía nerviosa.

―Deberemos dejar algunas prendas secándose así podremos usarlas mañana...

La habitación se quedó en silencio por un momento.

―¿Podrías darme la toalla? ―te llamo la atención el chico al notar que ya estabas prácticamente lista.

―Ah, claro. ―levemente tartamudeando le entregaste la toalla.

El la tomó, y cuando estabas cerca de salir del baño te tomó de la muñeca.

―¿Hah?―tu cuerpo se estremeció al sentir la forma brusca y repentina en la que el tomó tu muñeca.

―No te sientas incomoda cuando estás junto a mi, odio cuando alguien se siente en peligro conmigo viéndome como si yo fuese un mounstro.―te miro con una mirada vacía y melancólica.

―No me asustas, solo eres molesto.