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Dabi no quería responder la incómoda pregunta.

Te amaba, pero aun así... ¿Debería decírtelo?

Te miro dejar de caminar y pararte cerca de una tienda.

Las calles estaban pobladas, a todos les daba igual, pero el intentaba cubrirse.

―Sigue caminando.―dijo mientras se aseguraba de no encontrarse alas rojas o llamas por ninguna parte.

―Dimelo, ¿Que fue lo de la mañana?―reclamaste.

Dabi se encontró con lo que menos quería, era aquel par de pro heroes caminando por las calles e inconsciente o conscientemente ayudando a los demas.

Le desagradaba la mirada tranquila y la sonrisa confiada de el chico de alas, no se notaba ningún arrepentimiento ante haberse unido a la liga.

La forma en la que actuaba como el héroe que decía ser le daba náuseas.

O ese era su punto de vista.

―¡Dabi!―Gritaste.

Mientras tanto, ojos dorados le dieron atención.

El se alteró, caminando a cierta velocidad hacia ti cubriéndose con la capucha.

Tomo tu mano y salió casi trotando de allí.

―No vuelvas a gritar así en público.

―¿Que harás si lo vuelvo a hacer?

Volteo atrás, notando que el rubio solo le había echado un ojo pero nada más.

Se calmó pero siguió caminando para ya alejarse.

―Si vuelves a hacerlo, no te contaré.

Y silenciosamente contemplaste su rostro preocupado.

Llegaron a aquel lugar, a donde el te había llevado a jugar a la ruleta rusa.

Y al entrar no había tanta música como antes, habían pocas personas y la mayoría estaban profundamente dormidos o simplemente inconscientes por el efecto de las drogas y el alcohol de ese lugar.

Olía fatal y estaba aún más descuidado que hace unos días si no fuesen horas.

Pero a Dabi al parecer le daba igual, tranquilamente caminó hacia la barra y tomo asiento señalando a que tú hicieras lo mismo.

―Dos vasos de agua.―le ordeno a un hombre grande con ojos cansados y cabello castaño desordenado quien parecía ser el que atendía a los clientes de aquel lugar y Dabi parecía ser su cliente estrella.

―¡Venga, nunca es muy temprano para un trago!―se burlo el hombre pero aun así tomando dos vasos de vidrio y sirviendo agua fría en ambos.

Miraste a tu acompañante esperando a que te dijera, no cedió y comenzó a hablar, casi susurrando ya que el hombre detrás de la barra parecía ser un soplón.

Tras haber dejado los dos vasos de agua en la barra se alejó, debía limpiar los cadáveres que quedaban, no iba a dejar que entraran en putrefacción ahí adentro.

―Nací como el hijo mayor de Enji y Rei Todoroki.―El chico dijo con cierta entonación de incomodidad y vergüenza―Enji es mas conocido como el Pro héroe Endeavour.

Intentaste mantener tus carcajadas y lo miraste con cierta desconfianza.

―Mi particularidad me hacía un prodigio, sin embargo... el quería más.

―¿Me estas diciendo que Endeavour, el actual héroe número uno... Es tu padre?―Dijiste dudosa Tenia cierto parecido pero... ¿No hay más rasgos de su padre?

―Reconozco que suena extraño, pero es complicado.

―Lo entiendo, sigue contando.

―El le exigía más hijos a mi madre, aunque yo tenía el potencial. Tuve tres hermanos más y el pequeño parásito fue el que se robó el pequeño show.

―¿El pequeño parásito?

Tomó un sorbo de su agua y prosiguió.

―Mi hermano menor, Nació con ambas particularidades el hielo y el fuego dejándolo en el reino de la luz y a mi llevándome a un hoyo oscuro, siendo mis llamas la única forma de iluminar.

―¿Te refieres a que tu hermano empezó a ser el preferido...?

Asintió tomando más agua.

―No importa que hiciera, el pertenecía ahí... en su pedestal de oro.

―Pero... ¿Nadie hacia nada al respecto?

―El viejo abusaba de mi madre psicológicamente, haciéndola sentir como si fuese la culpable, mis otros dos hermanos fueron inservibles.

Antes no te convencía, Pero ahora te preguntas... ¿Y si la historia de verdad es real?

Talvez el si sabe lo que es tener un padre de mierda, el no se comparaba a tu padre.

Sin embargo... ¿Un pro heroe seria capaz de hacer eso?

「𝘉𝘳𝘢𝘵𝘵𝘺 𝘉𝘪𝘵𝘤𝘩.」• 𝙏𝙤𝙪𝙮𝙖 𝙏𝙤𝙙𝙤𝙧𝙤𝙠𝙞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora