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LA PELIRROJA se adentró al apartamento de Andrew con una gran caja de cartón en manos.
— ¡Llegó el pastel! —aplaudió Dane acercándose a ayudarle.
El pequeño Adrik vio a la pelirroja con emoción.
— ¿De qué es? —preguntó Andrew asomándose desde la cocina.
—Chocolate —los ojos del actor brillaron.
— ¡Yeih! —se acercó a la pelirroja besando su mejilla.
— ¡Feliz cumpleaños a ambos! —los abrazo fuertemente.
Andrew y Ben rieron aceptando el abrazo de la chica.
—Bueno, ¿dónde está Aaron? —Dane se acostó en el sofá—. Creí que iba a venir.
—Lo dudo —los cuatro miraron a la chica.
— ¿Por qué lo dudas? —Matthew la miro interesado.
—Aaron se quedo a dormir conmigo —explicó—. Recién lo deje en su casa.
Ben soltó un aullido emocionado—. Eres una perrita —le dijo divertido—. Sabía que le tenías ganas pero debiste esperar a que se divorciará de la bruja mala del Oeste.
—No creo que debas decir groserías frente a tu hijo, Ben —murmuró Matthew tapandole los oídos a Adrik.
El pelinegro le resto importancia—. ¿Y bien? ¿Qué tal Aaron? —alzó las cejas pícaro.
— ¿Qué? ¡No! —se sonrojo—. No me acosté con Aaron.
—Bua, que aburridos —saco una cerveza del refrigerador—. Existe tanta tensión sexual entre ustedes que yo pensé que ya se habían comido antes.
—Benjamin —Lois lo regañó—. Jamás haría algo así, tal vez su esposa no nos caiga bien pero eso no significa que voy a hacer algo para dañarla a ella o a sus hijas.
Ben hizo una mueca—. Eres tan chiquita —beso su cabeza—. No te merecemos.
—Ya lo sé.
Antes de poder decir algo más la puerta se volvió a abrir mostrando al hombre del que hablaban con dos niñas, una de once y la otra de nueve.
—Wylda, cariño, ¿puedes cerrar la puerta? —pidió amablemente dejando a Romy en el suelo la más pequeña hizo pucheros antes de ponerse a llorar.
—Uh, sonidos anticonceptivos —Ben bebió su cerveza llamando la atención de Aaron.
—Tienes un niño de seis años —le recordó Dane divertido—. Y tu esposa está embarazada.
—Saben la verdad —les recordó.
Lois se removió incómoda—. Apropósito, ¿dónde está ella?
