30 de Agosto, 1880.
Lisa pasaba más tiempo conmigo, y me gustaba pensar que no era por obligación. Caminábamos juntas todas las mañanas, empecé a comer con la banda y ya no con mi familia, y tenían razón, la comida de Smith era asquerosa. Lisa y yo fingíamos que la degustamos con alegría, pero después dejábamos los platos llenos por ahí. Sabía que a ella no le gustaba desperdiciar comida, pero lo que hacíamos era por nuestro bien.
Al final terminábamos comiendo a escondidas dentro de la casa, comiendo una que otra sobra. Tenía que evitar soltar varias risas cuando ella hacia alguna tontada porque mi mamá estaba en el piso de arriba, cosiendo, y ella tenía que aguantar sus carcajadas. Me gustó estar todo los días rodeada de su olor a café y a tabaco, poco a poco me comenzó a gustar el olor del café porque me recordaba a su sonrisa, era su esencia. Única, yo no sabía cómo alguien podría oler por tanto tiempo a café, pero por alguna extraña razón, ya no me molestaba.
Ahora me gustaba entrar a la cocina todos los días para poder inhalar el olor a café recién molido para poder recordarla, y cinco minutos después verla entrar a la cocina, sonreírme, una sonrisa verdadera, y yo le daba otra. Es increíble ver cómo nuestra relación de confianza va aumentando, ayer me dejó limpiar su mejilla de migajas esparcidas, y jamás me había sentido tan feliz de tocar a alguien.
Charles constantemente me pedía que yo le limpiara sus mejillas, cosa a la que yo me negaba rotundamente, pero ahora poder tocar levemente a Lisa es algo que me causa felicidad. Por alguna razón el simple hecho de sentirla a mi lado me hace sentirme protegida, y no por esas balas en sus carrilleras o cinturón, era su presencia. Me gustaba su presencia. Desde hace días noté que me gustaba su presencia.
Es sólo su presencia, su olor a café, el sonido de su risa, cómo sus ojos se achican, su hoyuelo, cómo piensa en los demás antes que ella, que haga cosas por su cuenta, sus ojos, su nariz, sus labios. Eso cuenta como presencia. Es sólo la presencia. Nada más. Sólo eso.
Hablando de Charles, el volvió otros días, y ya no era lo mismo. Lo único bueno de sus visitas es que mi castaña está en ellas, pegada a mi, siempre atenta, cosa que molesta a Charles. Me reclamó una vez que mi padre le habló a Lisa, pero yo alcé mis hombros.
''Acostúmbrate a ella o acostúmbrate a la pobreza porque te vas a quedar sin herencia.'' Dije, y el me torció la boca. Idiota. Él se ofreció a llevarme a un paseo por el bote, pero no podía estar ni dos metros separada de Lisa, así que ella tuvo que remar.
El ver sus brazos ejercer fuerza, sus hombros moverse, y su espalda marcarse bajo su camisa amarilla generó una sensación en mi que seria tan difícil de explicar, pero que puedo jurar que Charles jamás me ha hecho sentir. Fingía que lo miraba a los ojos mientras miraba la espalda de Lisa. Qué imagen tan exquisita tenían mis ojos, solo que mi novio estorbaba tanto. Mi vientre comenzó a arder y sentía un leve dolor en mi entrepierna. De repente hacía un calor horrible, pero estábamos bajo el sol, en un lago, y solo tenía mi sombrilla. Pensé que fue sólo eso.
''¿Cuándo nos vamos a vivir juntos?'' ¿Por qué pregunta eso el imbécil ese? Veo cómo Lisa se tensa, sus hombros se tensaron, marcándolos más. Desvíe mi mirada de ellos, tan tentadores, y miré a Charles, que me veía con una sonrisa.
''En cuanto nos casemos.'' Vi que sacó algo de su bolso, y se arrodilló. No, ¿lo haría aquí? Fruncí mi ceño mientras veía a Charles que volteó por completo al escuchar que se había movido, y alzó su ceja al verlo arrodillado. Me vio, y yo igual le alcé una ceja, haciéndola reír. Lalisa era más linda que Charles, y más con ese atardecer. El sol golpeaba en su rostro de una manera angelical, sus cabellos castaños se volvieron de oro, y sus labios se veían antojables elevados en esa sonrisa. Antojables.
Dejé de sonreír al imaginarme a mi misma besando esos labios, y el calor en mi vientre aumentó. Miré a Charles, que seguía recitando unas palabras 'dulces' y después, me miró a los ojos.
''Jennie Kim, estoy pidiendo tu mano.'' Alcé una ceja. Veo a Lalisa, que está atenta a cualquier movimiento de Charles, y yo vuelvo a mirarlo.
''Muy audaz de tu parte pedirme eso sin antes pedírselo a mi padre.'' Odié decir eso, me gustó que me lo hizo saber primero a mi, pero tenía que tener una distracción antes de aceptar por completo. No tenía otra razón por la que aceptar más que Charles es mi pareja.
Lalisa entendió lo de pedírselo a mi padre, así que comenzó a remar hasta llegar a la orilla. No tardó más de seis minutos, algo que Charles haría literalmente en media hora. Ya había varios paseos en lagos que terminaron en la mitad volviendo, cuando ya no teníamos tema de conversación, dejándonos sin hablar por esa media hora. El chico británico fue corriendo con mi padre, y mi castaña negó riendo, ayudándome a bajar del barco. Su mano se sentía más cálida que nunca, y cuanto terminé de bajar puso una mano en mi cintura, volviendo a encender en mi lo que pasó ahora. El sol volvió a golpear en su rostro, y me sonrió, no con los mismos ánimos de la mañana. Yo le di una palmada en su hombro, comenzando a caminar a la casa.
Ella me seguía, y supe que iba a hablar.
''A usted no le gusta Charles.'' Volteé, poniendo mi sombrilla en mi hombro. ¿Ella siempre se veía así de linda? Sus dos manos estaban en su cinturón y su cadera ladeada, parándose cómo todo un vaquero.
''¿Por qué dices?''
''Lo único que le dijo al chico fue que hablara con su padre, no aceptó, el hablar con su padre es una excusa para que usted piense si de verdad quiere pasar el resto de su vida con él.'' Evité su mirada, era cierto. La volví a ver a los ojos, ahora claros por el sol.
''No lo sé.''
''Píenselo bien.'' Fruncí mis labios, y lo último que escuché fue un disparo proveniente de la casa.
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Voten🥰
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𝐌𝐲 𝐋𝐨𝐯𝐞 🌹𝙅𝙚𝙣𝙇𝙞𝙨𝙖🌹
Fanfic'me quedaré a tu lado, y te protegeré.' cuando el patriarca de la familia Kim decide cerrar un contrato con la famosa banda 'Choi-Kim' su familia tendrá que convivir con un montón de rufianes en su propia casa, y tal vez a Jennie no le agrade tanto...