Nostalgia del recuerdo

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Tal como lo mencionó anteriormente previo a ir con su señor, Wiss volvía una vez más al subterráneo aprovechando la tarde de aquel caluroso día una vez que acabó con sus tareas domésticas. Bajaba las escaleras sin prisa alguna mientras reflexionaba sobre lo ya sucedido con ese dios y lo que podría pasar ahora durante su conversación, no quería tener expectativas pues no confiaba del todo en él, sea lo que le dijera, sería de dudosa credibilidad, información que más tarde tendría que corroborar con su otro yo, si es que, claro, se animaba a decir algo más allá de sus recurrentes respuestas incompletas y que solo dejaban más dudas desesperantes.
Luego de veinticinco minutos bajando peldaños de concreto, Wiss abrió de par en par las enormes puertas con su cetro cerrando tras de sí una vez estuvo dentro sin detener en ningún momento su calmado caminar. Asimismo, encendió la fila de antorchas que decoraban las paredes iluminando débilmente el subterráneo, suficiente fuente de luz para observar por donde avanzaba y, a su vez, lograr visualizar a la lejanía el cuerpo de Bills Alternativo quien dormía sentado contra la pared.
El ángel detuvo su andar frente a los barrotes de energía haciéndolos desaparecer al instante, dio unos cuantos pasos más hacia adelante hasta volver a detenerse cuando ya estuvo lo suficientemente cerca del dios para despertarlo con la punta inferior de su cetro. Dando ligeros toques en la mejilla del prisionero logró hacer que abriera los ojos, aún así, continuó con los pequeños golpes como si su fin fuera molestarlo hasta hacerlo enfadar.

- Basta... duele, idiota.
- Oh, ya despertaste. Buenas tardes, Bills.
- Cómo fastidias con tu cetro. Para ya.- su petición fue acogida por Wiss alejando su báculo para mantenerlo contra el piso al sujetarlo con su mano derecha mientras acomodaba su brazo izquierdo flectado detrás de su espalda baja-. Estaba soñando con algo que me ayudará a pasar un buen rato cuando esté solo, ya hacía tiempo que no tenía un sueño así de agradable y tú lo arruinaste.
- No era mi intención, pero ya había dicho que vendría hoy, solo cumplo con mi palabra.
- ¿No te da curiosidad de saber qué estaba soñando?.- dijo en un tono de burla sin lograr que Wiss lo mirara con otra expresión que no fuera indiferencia-. Si me preguntas, te lo cuento sin problemas.
- No me interesa, gracias. Prefiero que me respondas las preguntas que quiero hacerte, entre más colabores, menos tiempo estaré aquí contigo, así puedes volver a dormir para soñar lo que quieras sin interrupciones.
- Vaya, qué amable de tu parte. Aunque no me gusta jugar a las preguntas y respuestas, eso es interrogar y yo soy más adepto a conversar gratamente con el otro.
- ¿Por qué le quitaste los poderes a tu propio asistente?.

Preguntó serio el ángel demostrando que su visita no sería pérdida de tiempo como las veces anteriores. Eso hizo callar al sarcástico de Bills quien quedó mirándolo por varios segundos, esto hizo incomodar a Wiss por lo que tuvo que romper el momento repitiendo su pregunta, más el dios seguía observándolo fijamente parpadeando un par de veces antes de desviar su atención hacia su lado derecho mirando a la nada. De forma instantánea, sonrió un poco cambiando poco a poco su expresión a una más suave y amigable, eso llamó la atención de Wiss mientras seguía esperando obtener una respuesta que lo dejara satisfecho y así poder continuar con su interrogación.

- La forma en la que me miraste me recuerda mucho a ella.
- ¿A quién?
- A Vados.
- ¿Qué tiene que ver mi hermana gemela mayor en todo esto?.- tal respuesta lo sorprendió lo que demostró con su cambio de expresión, pasó de la seriedad a la curiosidad en cosa de segundos-.
- Ella fue mi maestra de artes marciales, me educó y entrenó. Todo lo que sé es gracias a ella.
- ¿Qué dices? Eso no es posible, cada dios tiene un asistente y maestro, no puede ser que un maestro tenga dos alumnos dioses.
- ¿Acaso piensas que el imbécil de tu copia me ayudó en algo o se hizo cargo de esa responsabilidad? Pues claro que no. Nunca quiso entrenarme ni enseñarme las cosas que debía aprender para ser un buen Hakaishin, fue Vados la que se hizo cargo de todo ese proceso.
- ¿Esa es la razón por la cual despojaste a tu asistente de sus poderes y traumarlo fuertemente?
- No, le quité sus poderes porque no sabía controlarlos. Él no es como crees, parece débil y tonto pero tiene un poder increíble, tan potente, que no lograba usarlo como correspondía. Se salía de control con facilidad cada vez que se molestaba por algo, su temperamento es calmado, pero, cuando no lo es, se vuelve rebelde ocasionando caos.- el ángel estaba totalmente descolocado con aquella información, tenía tantas preguntas nuevas pero Bills no le dejó hablar, su relato continuó sin ánimos de detenerse-. Cuando me di cuenta de su descontrol de energía, decidí juntar a escondidas las Súper Esferas del Dragón, demoré bastante tiempo en reunirlas hasta que lo conseguí para entonces pedir un deseo que le quitara su poder divino. Fue así que luego no tenía la cantidad suficiente de poder para rebelarse contra mí o contra Vados, ya que, por si te interesa saber, ellos se llevan mal, es él quien no puede ver o hablar con Vados, ella siempre trató de simpatizarle pero no fue capaz de lograrlo. En fin, con el tiempo se volvió inseguro, luego comencé a golpearlo porque...
- ¿Por qué?

Bills calló dejando con la duda a Wiss, se cruzó de brazos observando en silencio sus piernas heridas y sucias. Por su parte, el asistente repasaba mentalmente toda la información que acababa de obtener, estaba sorprendido, no pensaba que la Línea de Tiempo Alterna fuera tan distinta a la suya, por lo menos en como era su copia y la relación familiar que tenía con Vados Alternativa. A pesar de que habían ciertas cosas que le generaban más dudas que antes, lo dicho por Bills le ayudó a entender un poco mejor el comportamiento de su otro yo, y es que le hallaba razón en varios aspectos que definían más a ese Wiss, aunque claro, era muy pronto para sacar una conclusión al respecto.

- ¿Algo más que quieras contarme?.- preguntó Wiss luego de un par de minutos de absoluto silencio entre los dos-.
- No lo sé, ¿qué más quieres saber?
- Si te dijera que quiero saber todo sonaría muy ambicioso-. respondió en un tono más amigable acercándose un poco más al otro que no dejaba mirar sus piernas manteniendo su posición-. Si me cuentas algo más te podría dejar tranquilo para que sigas durmiendo.
- Hablé mucho, tengo sed.
- Ya veo, aunque la cerveza no la traje, no tenía por qué.- el quejido molesto del dios le causó gracia haciendo que mantuviera su sonrisa amistosa-. ¿Quieres agua?
- Del tiempo que llevo aquí encerrado, es la primera vez que preguntas por mi opinión.

Wiss se agachó para hacer aparecer en su mano una botella con agua, quitó la tapa y se la entregó al prisionero quien se la acercó a la boca tan pronto como pudo. Sus ansias por beber todo el líquido fresco lo dejaba ver con claridad tragando sin parar cada gran sorbo que le daba a la botella. No dejó de beber hasta acabar con toda el agua dando un respiro hondo por la boca. Luego de eso, guardó silencio mientras intentaba flectar sus piernas con ayuda de sus manos, el dolor de las heridas lo obligaba a cambiar de posición con frecuencia, aunque sentado contra la pared no podía hacer mucho como quisiera.

- Me gustaría ponerme de pie.
- ¿Por qué no lo haces? No estás amarrado ni encadenado.
- El sarcasmo parece que también es lo tuyo, ¿no ves que tengo las piernas quebradas? Además, ni siquiera tengo la fuerza suficiente como para hacer tal cosa ¡Tks! Esto es una maldita mierda, moriré sentado contra la pared, herido, sucio, orinado y defecado. Debo verme patético.
- A decir verdad, te ves desagradable y hueles muy mal.
- Gracias por tu sinceridad, Wiss. Cuando te suceda lo que a mí, te prometo que seré el primero en decirte lo mismo para que entiendas lo que se siente.- miró con enfado al ángel quien le sonrió levemente alejándose al instante de él-. ¿Vas a preguntarme algo más o te me quedarás mirando con cara de idiota?
- Me gustaría, pero tengo que irme, quizás vuelva más tarde o mañana. Gracias por responder a mis preguntas. No fue tan desagradable venir hasta acá como creía en un principio.

Aquellas palabras simples de Wiss hicieron efecto en el dios, por primera vez, en muchos años, había logrado mantener un diálogo estable con un otro que no huyó de él ni lo trató mal. De alguna forma, Bills se sentía agradecido por ello, después de todo, para él tampoco fue desagradable conversar con Wiss aunque solo fuera porque éste quería saber de cosas que su asistente fue incapaz de responder.

- Gracias.- murmuró mientras escuchaba como Wiss se alejaba de él luego de reactivar los barrotes de energía y de apagar las antorchas de fuego-.

"Algo me dice que este Bills no es tan malo como me quieren hacer creer. No parece ser malvado en ningún aspecto"

Pensaba Wiss mientras salía del subterráneo, en el fondo de su sentir y de su amplia sabiduría, quería creer que no se equivocaba en pensar así del aún extraño dios Alternativo de la Destrucción.

Cómplice LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora