Cómplice Locura

Extraño misterio

Luego del deceso inesperado de Bills Alternativo, Wiss no volvió al subterráneo por un par de días. Seguía en la tarea de decirdirse qué hacer primero: Si dar aviso a su señor de manera inmediata o esperar hasta el otro día. Por un lado quería comentarle lo sucedido, pero por el otro lado aún era muy pronto por lo que se tomaría el tiempo para informarle más adelante. Aunque el deseo de su señor se había cumplido, manejar la muerte de Bills Alternativo tenía que ser con cautela ya que solo ellos sabían de la existencia de copias Alternativas provenientes de una Línea de Tiempo paralela. Mientras tanto se tomaba el tiempo de escoger la decisión adecuada para seguir el ritmo actual de la situación, Wiss se preocupó en enfocarse un poco más en su copia, no había vuelto a hablar con él desde que discutieron, solo había vuelto a su habitación con el único fin de llevarle comida y nada más. Ahora, con la noticia de que el prisionero había muerto era la excusa ideal para volver a retomar el diálogo, Wiss tenía la curiosidad de saber cómo su otro yo se iba a tomar la noticia que le tenía guardada.

Luego de haber almorzado a solas en el comedor, el ángel preparó una bandeja con comida recién hecha para llevarla hasta el cuarto de su copia. Después de un minuto de caminata por el extenso pasillo iluminado llegó a destino, tocó la puerta de la habitación siendo atendido casi al instante. Wiss Alternativo abrió la puerta dejando pasar al recién llegado quien se apresuró en dejar la comida caliente sobre el escritorio. Dando unos pasos al costado, dejó que el otro se sentara para que almorzara tranquilo, aunque no sin antes informarle el menú que le había preparado.

- El plato de entrada en ensalada fresca con trozos de carne de ave a la plancha; el plato principal es guiso de legumbres rojas, arroz y salchicha frita, y el postre consiste en gelatina con trozos de manzana y crema fría. Espero que te guste, otro yo .- culminó Wiss con una ligera sonrisa al ver que su copia se disponía a comer con cierto entusiasmo.
- Gracias. Se ve bien .- respondió en un tono cansado mientras comía un poco del plato de entrada -.
- ¿Sigues afectado por la última charla que tuvimos?
- Un poco. Aunque, más que eso, estoy aburrido de estar encerrado aquí. Me cansé de dibujar.
- Sabes que puedes salir de la habitación y recorrer otros rincones del Palacio. Me he encargado de cuidarte hasta ahora y lo sabes.
- Uhm... También sabes que me da miedo salir...

El ángel copia calló y comenzó a comer sin mirar más allá de la bandeja de comida que mantenía frente suyo. Wiss, mientras tanto, lo miraba en silencio esperando el momento adecuado para comentarle lo que había sucedido. Solo así, quizás, su otro yo podría sentirse un poco más aliviado al saber que su señor, al que tanto rencor le guardaba, por fin había fallecido.
El asistente fue paciente en esperar a que almorzara tranquilo, tuvieron que pasar cerca de veinte minutos aguardando el momento para poder decir algo al respecto ya que no quería perturbarlo en mitad de su almuerzo. Cuando finalmente vio que llevaba a su boca los últimos restos de gelatina con un poco de crema fue que Wiss dio unos pasos por detrás del otro que estaba sentado para así quedar al lado de la mesa y poder mirarlo. Ya era hora de darle la noticia que el otro había estado esperando.

- Otro yo, quiero informarte que tu señor ha muerto.
- ¿Qué dices? .- dijo el ángel Alternativo con notoria sorpresa, tanto así, que tuvo que ponerse de pie ante el otro que lo miraba con atención -. ¿Estás seguro de lo que me estás diciendo?
- Así es, hace dos días atrás, luego de la discusión que tuvimos aquí fui a verlo. Estaba tirado en el suelo sin signos vitales, pálido y frío. No pude determinar el momento exacto de su fallecimiento, pero creo que fue durante la madrugada.
- Es... Vaya...

Wiss Alternativo dio media vuelta para caminar un poco alrededor de su cama y muebles, se paseaba inquieto mirando el suelo con gesto preocupado y a la vez angustiado. Su alter ego pensaba que la noticia le alegraría, pero más que eso solo vio una reacción de impacto, algo que de todas formas se esperaba, pero que sería algo mezclado con la alegría mezquina que no se molestaba en esconder muy bien.