Erol

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Dulce duelo.

NARRA (T/N)

No sabia como había terminado en este lugar, en esta posición, creo que jamás imagine acabar así, o al menos no con él. 

¿Cuándo te vuelves tan dependiente de la presencia de una persona?

¿Cómo después de tanto aborrecer su existencia quieres que se quede?

¿Cómo podría alguien llegar a ser tan egoísta?

No tenia las respuestas a ninguna de esas preguntas y quizás nunca las tendría. Pero no podía conciliar siquiera el sueño, así que solo me dedique a observarlo mientras dormía, no era siquiera capaz de tocarlo, tal vez no quería despertarlo por miedo a saber la verdad.

Ese mismo día por la mañana.

- Espero estés lista para la noche de hoy soldado, es muy importante que te veas presentable - el me hablaba con toda la tranquilidad del mundo, con un cierto tono alegre en cada palabra que articulaba.

- Aun falta mucho tiempo y usted ya esta muy emocionado comandante. No creo que ese tipo de cosas sea mi estilo, lo hago meramente por ordenes del Barón y suyas, si fuera por mi me quedaría en el puesto de vigilancia - le dije mientras acababa de ajustarme el uniforme, el rió por lo bajo acercándose a escasos centímetros de mi cuerpo.

- No seas tan amargada querida, se que no te gusta mucho mi compañía, pero ve el lado positivo, podrás descansar un poco de tanto trabajo y quizás... - tomo mi barbilla con su mano derecha acercando mis labios a escasos centímetros de sus labios y con su mano izquierda atrajo mi cuerpo al suyo.

- Y-yo, n-no lo creo - no podía pensar con claridad, era la primera vez que lo veía actuando de esa manera conmigo, realmente me tenia muy confundida, más porque no sabia como reaccionar. ¿A caso me gustaba el comandante? ¿Era posible llegar a querer a alguien que siempre pensaste odiar?

- Ya vera soldado. No la interrumpiré más por el momento, termine de alistarse y salga a patrullar, no quiero que llegue tarde a su debut. - dicho eso me soltó lentamente, analizando mi comportamiento. 

- Si comandante - le respondí saludándolo como era debido. Él solo rió por lo bajo nuevamente, dio media vuelta saliendo a paso lento de aquella habitación, dejándome con el corazón agitado, una gran duda en mi cabeza.

...

- No entiendo como no te das cuenta que te esta coqueteando - hablo el pelinegro mientras conducía.

- Porque no lo considero como coqueteo, siempre hace lo mismo para intranquilizarme y burlarse de mi reacción - le explique mientras miraba por la ventana del vehículo, analizando las calles.

- Además hace ese tipo de cosas con la mayoría de mujeres, que yo no caiga en sus juegos es diferente - replique, no me gustaba que insistiera con ese tema, yo conozco como es el comandante, la mayoría del tiempo me tocaba patrullar con el por ordenes del Barón debido a que demostraba potencial, así que conocía muy bien ese tipo de coqueteo.

- No puedes negar lo evidente, si sigues de esa manera lo vas a orillar ha hacer una de sus jugadas - explico el azabache mirándome de reojo mientras seguía conduciendo, yo solo rodé mis ojos.

- Lo dices como si me diera miedo que hiciera algo - reclame, el rió por lo bajo y freno el auto.

- No digas que no te lo advertí,  Erol es una caja llena de sorpresas, no me sorprendería que termines estando con el por como lo miras - explico mientras abría su puerta.

- No lo miro de ninguna manera, es solo mi superior, además si yo decidiera tener algo con el seria la comidilla de nuestros compañeros, conociendo al comandante - le dije abriendo también la mi puerta.

- Erol no seria capaz de hacerte eso, lo conozco muy bien créeme, además no puede interactuar de esa manera con compañeros de trabajo, el Barón se lo tiene prohibido. Solo te aconsejo que actúes igual que el - declaro el esperando a que bajara del vehículo.

- Vale, tomare tu consejo - me acerque lo más rápido que pude al lado de Phoenix.

- Bien, entremos - declaro, mire el lugar con detenimiento para después mirar a Phoenix con enojo.

- Ni creas que entrare ahí - dije firmemente, el rió y tomo mi mano.

- No tienes opción, son ordenes del comandante, si yo las desobedezco me ira peor que a ti esta noche - me jalo hasta entrar a la tienda, con una enorme sonrisa en su rostro.

- Ja,ja,ja, que gracioso eres - me solté lo mas rápido que puede y pose mis manos en mi cintura.

- Solo coopera esta vez, al menos tienes que parecer una chica por una noche, no es mucho trabajo - lo dijo en tono burlón, lo mire directamente a los ojos dedicándole media sonrisa para después golpearlo con mi mano derecha en el estomago, logrando sofocarlo. 

-Tienes razón, no sera trabajo difícil - le dije con una sonrisa de oreja a oreja caminado por la tienda.

- Por los precursores, no logro comprenderte - declaro mientras intentaba calmar su dolor.

...

- Sabes, podía venir sola, no necesitaba chaperón - lo mire de reojo mientras caminábamos juntos, yo tomada de su brazo.

- No se como puedes decir eso sabiendo quien es tu pareja - declaro el pelirrojo sin siquiera mirarme.

- ¿A caso estas celoso? - le pregunte mirándolo fijamente.

- Claro que no. Solo lo digo por tu seguridad - explico aun con su semblante serio, lo cual me dio risa.

- Claro, te creeré, por ahora - reí por lo bajo y solté su brazo cuando llegamos a la entrada del palacio. 

- Si necesitas ayuda estaré cerca, ¿vale? - declaro el pelirrojo mirándome fijamente, yo asintió con la cabeza dedicándole media sonrisa.

- Vaya, quien diría que mi acompañante luciría tan guapo esta noche - una voz detrás mía sonó, logrando poner nervioso al pelirrojo.

- Diviértete con Ashelin, no lo arruines - el me miro de reojo, para después tomar la mano de Ashelin y comenzar a entrar al palacio.

- Mucha suerte (T/N), se que esta noche sera complicada para ti - declaro la pelirroja mirándome con media sonrisa formada en su rostro.

- Gracias la necesitare - le respondí mirando como ambos pelirrojos entraban poco a poco al palacio.

- Me sorprende que esta muchachita se digne a llegar tarde sabiendo lo importante del evento - vi salir al comandante del palacio a paso rápido, lo analice detenidamente, tenia que admitir que se veía muy bien sin el uniforme, ese traje de color azul marino y corbata roja realmente lo hacían lucir muy sexy.

- No sabia que esperabas a alguien más, además de mi claro - le dije, el giro sobre sus pasos para verme, al parecer no se había dado cuenta de mi presencia. Sus ojos se abrieron como platos y tenia la boca un poco abierta, lo cual me dio risa.

- ¿Enserio me veo tan diferente? - le pregunte cruzando mis brazos.

- Somos la pareja perfecta, querida. - se acerco rápidamente a mi, tomándome de la cintura con ambas manos.

- Entremos y acabemos esto lo más pronto posible - el rió por lo bajo, me soltó lentamente, ofreciéndome su brazo, el cual tuve que tomar.

- Te divertirás, te lo aseguro - dicho eso comenzamos a caminar, entrando de poco al palacio.

- Eso espero -

Jak And Daxter Trilogia One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora