Jak And Daxter Trilogia One shots

Torn

- Mira nada más como terminaste - dijiste a manera de regaño mientras desinfectabas algunas de las heridas de su cara, analizando cada rincón de esta.

- Deberías verlo a él - hablo orgulloso aquel jóven pelirrojo, con una sonrisa de oreja a oreja, tu suspiraste por lo bajo mientras movías tu cabeza en señal de enfado, pensando en que no tenia remedio.

- Entonces también me tocara curar a ese idiota, mira nada más que causas Torn - le reclamaste al pelirrojo, mientras terminabas de curar las heridas de sus brazos.

- No ha sido culpa mia, sabes que eso siempre pasa cuando tenemos combate de entrenamiento - trato de explicar moviendo ligeramente su cuerpo, lo cual te causaba un poco de molestia ya que el aún tenía ese tono alegre en su voz.

- Claro que es tu culpa, los dos parecen pelear como coco-perros en busca del dominio de una manada - le explicaste, el ante tus palabras solo rodo sus ojos y bufo.

- Deberia alegrarte, ¿No recuerdas lo que te hizo hace un par de días? - habló con un tono un poco más profundo en su voz, tenzando sus músculos como si algo le molestara, lo cual te causo una pequeña risita.

- Le di poca importancia, pero no pense que eso te pusiera celoso - lo dijiste con un tono algo burlón, vendando sus manos.

- No me gusta que toquen lo que es mio. - No pudiste evitar sonreír ante esas palabras, era algo que realmente hacia que tu corazón latiera tan rápido como una locomotora.

- ¿Lo que es tuyo? - reíste un poco al final de la pregunta, en tu cara podía verse una sonrisa de oreja a oreja, pero el pelirrojo solo bufo al oír tal cosa.

- No creo que a ti te gustara que te trate así - dijo algo irritado, mirando tus ojos.

- Ya deja de pensar tanto en eso, realmente no me gusta ese tipo de trato, pero ya me las pagara después - dijiste con calma y una gran sonrisa formada en tu cara.

- Que tal si mejor vamos a la playa, el día es perfecto, además es nuestro único día libre en mucho tiempo - le propusiste al pelirrojo, el cual solo rió por lo bajo para después tomar tus manos, mirándote con sus ojos entre cerrados y una ligera sonrisa formada en sus labios.

- Sería perfecto, aunque pueda que llegue algo tarde, pero estaré ahí - sus palabras aceleraron aún más tu corazón pero algo no te convencía del todo.

.....

Estabas sentada cerca de la orilla del mar, bajo una sombrilla color carmesí, sobre una linda y suave toalla azul, luciendo un hermoso bikini color negro, el cual resaltaba los dotes que tenias, la tarde parecía agradable, el sol no era tan fuerte como de costumbre, así que solo tenías que relajarte y esperar a que tu compañero llegara.

- Mira nada más, el destinó nos une una vez más querida - escuchaste a esa tan peculiar voz, siempre tenía el mismo tono cuando hablaba contigo, así que levantaste un poco tu mirada para poder observar al dueño de aquella voz, el cual estaba a escasos centímetros de tu cara.

- Vaya, ahora el día se a vuelto más tedioso, ¿Que te trae aquí? - le preguntaste con poco interés, el rió por lo bajo y mejoro su postura, haciendo lucir ese bañador de cuerpo completo, que aunque te costaba admitirlo le quedaba demasiado bien.

- Es más que obvió, la tranquilidad, el mar, las olas sobre todo. Sabes que me gusta remontarlas de vez en cuando - contesto con una enorme sonrisa formada en su rostro, tu suspiraste por lo bajo, evitando su mirada, "ahora tendré que soportar esto todo el día" pensaste.

- Bueno, entonces no te interrumpo, sigue con tus actividades - dijiste dándole la espalda para luego recostarte boca a bajo sobre la toalla, evitando cualquier contacto con el pelirrojo.

- Perdón por la tardanza, Torn y yo estábamos terminando un reporte (T/N) - al escuchar aquella voz sentiste una pequeña presión en el pecho y tan rápido como pudiste volviste a tomar asiento.

- Hola Ashelin - dijiste con un tono de voz tranquilo, intentando no parecer molesta.

- Vaya, vaya, quien diría que todos tuvimos la misma idea - declaró el ojimiel, lo miraste de reojo y a tu mente llego una idea, pero aunque te doliera el corazón, sabias que tenias que hacerlo, Torn no te había dejado opción y tu no serias su segunda opción.

- Entonces, comandante, ¿Cree que pueda acompañarlo un rato? - le preguntaste, mirando de reojo a Torn, quien tenía su mirada clavada en ti con el seño fruncido y su boca entre abierta.

- Claro que si, vamos, veremos quien de los dos es mejor en esto - te extendió su mano para ayudar a levantarte, tu claro aceptaste y rápido te puso de pie.

- Vamos entonces - no diste ni el primer paso antes de que Torn sostuviera tu mano y te alejara de aquel lugar.

- ¿Pero que pretendes hacer? - pregunto, sus ojos estaban clavados a los tuyos, esos ojos azules  que parecían poder ver tu alma, pero esta vez no sucumbirías ante ellos.

- Lo mismo que tu hiciste al traer a Ashelin, estoy harta de ser tu premio de consolación Torn, no puedo seguir con esto, un día me tratas como si fuera la única que te interesa y al otro estas con la niña de papi coqueteando y riendo juntos. Yo ya estoy harta de eso - le reclamaste, el abrió sus ojos cual platos y soltó un largo suspiro.

- Así que te dejo que decidas, ella o yo - declaraste, sabías cual sería su decisión, aunque en el fondo deseabas equivocarte.

- Muy bien - comenzaste a caminar alejándote lentamente del pelirrojo con el corazón partido, porque no te detuvo, porque tenías razón, porque estabas enamorada de él, pero ese amor no era recíproco y sobre todo, porque estabas harta de esperar algo que no iba a pasar.

- Vamos comandante, un día lleno de diversión nos espera - le dijiste tratando de sonar lo más feliz posible, que no notaran que estabas vulnerable, pero no podías evitar serlo.

- Vamos, no te preocupes por ese idiota, tarde o temprano se dará cuenta que fue lo que perdió... Y créeme, lo lamentara mucho - expresó Erol sin siquiera mirarte, tomando su tabla y dirigiéndose al mar, no pudiste evitar sonreír, si, el era un idiota, pero tal vez, si se trataba de ti, la cosa cambiaba.