Jak

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Broken 1/2

- Es tan fácil para ti dejar de hablarme, no te importa todo lo que he hecho por ti, se que lo hice sin esperar nada a cambio, pero no pensé que me dejaras así... - lo decías con un tono fuerte en tu voz, con tus puños cerrados y tu mirada fija en la de aquel rubio, te sentías traicionada, decepcionada, te habían partido el corazón de una manera tan horrible que lo único que cruzo por tu mente fue empezar a correr y no parar.

Estaban tan ebrios los dos esa noche y tu habías salido de aquel lugar hecha una furia, la razón, fue que el había cometido un gran error.

- ¡(T/N) por favor, espera! - grito el, estabas ya muy lejos, parecía casi imposible que el te alcanzara, tu pecho ardía y tu mirada estaba nublada a causa de las lágrimas.

- ¡No quiero volver a verte! - gritaste antes de perder al rubio por un callejón. Te detuviste por completo, intentando recuperar el aliento, pero tan rápido como te detuviste te desplomaste al suelo de rodillas con las manos cubriendo tu rostro.

- ¿Por que? - te decías a ti misma, las lágrimas no dejaban de salir de tus ojos, el tiempo parecía transcurrido más lento.

- ¿A caso no valgo la pena? - te dijiste a ti misma, el pecho no paraba de dolerte, estabas tan destrozada y sumergida en el alcohol que no sabias que hacer.

-¿(T/N)? - escuchaste una voz familiar, pero cuando dirigiste tu vista a esa persona no lograbas reconocerla, todo te daba vueltas.

- Por los precursores, ya es muy tarde, hace frío, ¿Qué haces llorando en la calle a esta hora? - pregunto, se escuchaba preocupado, no sabias que responder.

- No lo se - fue lo único que salió de tu boca antes de desmayarte.

...

La luz del sol te daba ligeramente en la cara, lo cual hizo que te despertaras. No sabias con exactitud donde estabas, recordabas vagamente que te desmayaste en la calle, pero nada más. Estabas recostada en una cama que no era tuya, en una habitación muy amplia con una hermosa vista al muelle. Te sentaste lentamente, tratabas de recordar como habías llegado a ese lugar y ¿Por que te era tan familiar?

- Al fin despertaste, te traje algo de ropa y una toalla, puedes tomar un baño para refrescarte, el desayuno ya esta listo por si quieres comer algo - buscaste al dueño de aquella voz, estaba recargado en el marco de la puerta de la habitación mirándote fijamente con media sonrisa formada en su rostro.

- ¿Cómo llegue aquí? - le preguntaste, estabas muy confundida el en cambio solo rio por lo bajo y camino hacia tu dirección para tomar asiento en la cama junto a ti.

- Estabas tan ebria que cuando te vi en la calle te desmallaste después de verme - lo dijo sin rodeos mirándote con una enorme sonrisa formada en su cara.

- No es gracioso - reclamaste mientras cruzabas tus brazos.

- Oh vamos déjame disfrutar esto, no siempre tengo la suerte de verte tan vulnerable y sincera - no paraba de mirarte y reírse.

- Sera mejor que me de un baño y me vaya lo más pronto posible - te levantaste bruscamente empujándolo.

- No necesitas irte, sabes que no eres una molestia para mi - declaro, te giraste para verlo, su semblante era más serio esta vez. No dijiste nada, solo te quedaste mirándolo unos minutos, realmente no tenias ni idea de porque se había tomado tantas molestias si el y tu habían quedado solo como amigos.

- ¿Me contaras lo que paso anoche? - pregunto para después ponerse de pie.

- No ha pasado nada, solo bebí unas copas de más - le respondiste sin mirarlo, no querías hablar de lo que paso la noche anterior, aun tenias un enorme dolor en el pecho por saber la verdad.

- No me dijiste eso anoche cuando llegamos aquí - tus ojos se abrieron como platos, pero aún así no volteaste a ver al pelirrojo.

- Lo que dije anoche no importa, lo más seguro es que solo sean tonterías las que oíste - le dijiste mientras caminabas directo al baño.

- ¿Lo amas? - te pregunto, sentiste un ligero escalofrío y te detuviste para mirar al pelirrojo.

- ¿Tu me amabas? - dicho eso entraste al baño para darte una ducha, realmente lo necesitabas.

Tan rápido como entraste a la regadera te sentaste en el suelo y comenzaste a llorar.

Te sentías como una segunda opción, como un premio de consolación, eras una persona innecesaria para todos los que te importaban y estabas cansada de intentar demostrar tu valía. "¿Para qué me esfuerzo? " te preguntabas una y otra vez, no había nada malo en ti. Siempre intentabas ayudar a todo el mundo. Eras una persona confiable, responsable, dedicada, pero por muchas cualidades que tuvieras siempre terminabas sola.

(...)

Cuando saliste del baño el pelirrojo te esperaba sentado en la cama, mirandote fijamente, sus ojos reflejaban tristeza, cansancio.

- Lo lamento - declaró el pelirrojo aún con su mirada fija en ti, abriste tus ojos como platos y detuviste tus pasos por completo.

- ¿Qué? - dijiste sin entender que estaba pasando.

- Yo nunca te deje de amar solo qué... Fui un imbécil. Pense realmente que la amaba, que podría hacerme felía pero... Ella... Me recordaba a ti. - explicó el pelirrojo, mirrando el suelo,  parecia que no podía decirte esas palabras a la cara.

- Siempre soy la segunda, soy su segunda opción... ¿Les recuerdo a ella verdad? No pueden ver que ella y yo no tenemos nada igual... Tu y Jak son muy parecidos... - dicho eso Erol te miro fijamente, con un semblante serio en su mirada.

- No puedes decir que me amas si en mi la vez reflejada a ella... Jak no puede amarme porque no soy ella... Y aún así decidio jugar conmigo... Como lo hiciste tu... ¿Soy solo un juguete? ¿Soy el premio de consolación? - las lágrimas no paraban de salir de tus ojos, tu mirada se nublaba poco a poco, ya nisiquiera podias ver con claridad al pelirrojo.

- No quiero esto... Si tan solo soy eso para ustedes... No los quiero cerca. - cerraste los ojos intentando contener tus lágrimas, pero estas no paraban de salir de tus ojos. Escuchaste como Erol de ponía de pie, comenzando a caminar.

- No eres una segunda opción. No debes pagar por mis errores. Eres una mujer hermosa, fuerte y excepcional. Se que no merezco siquiera ser tu amigo... Pero hablo enserio cuando te digo que te necesito en mi vida... Por favor, no me dejes - sentiste como te rodeaba con sus brazos y su cabeza se posaba en tu hombro, no estabas muy segura de que hacer así que solo dejaste que te abrazara.

- Vamos a desayunar, hablaremos de esto ya con la mente tranquila y el estomago lleno - le pediste al pelirrojo.

¡Hola!  Una disculpa por estar tan inactiva, he estado muy ocupada últimamente pero no me olvido de escribir. Quisiera saber si tienen alguna petición en especial, quisiera trabajar con algo que realmente quieran dejando de lado tanta tristeza jeje, pueden dejar un comentario en esta historia y yo los leeré con mucho gusto.

El capitulo de hoy va dedicado a Angelitoinfernal23.

Jak And Daxter Trilogia One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora