Destino.

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Estabas sentada en el aero-treen, viajabas fuera de Villa Refugió por cuestiones laborales, aunque tuvieras una nave en la cual viajar siempre preferiste viajar en treen, ya que era un poco más economico y emociónate.

Viste entrar a un muchacho algo alto, de cabello color rubio, con ojos azúl agua, parecían más profundos que el mísmo mar. Vestía una remera color azúl, con pantalones blancos, y una hermosa bufanda roja colgada al cuello. Él te miró pocos segundos, para después sentarse frente tuyo, tu lo miraste con curiosidad, en cambio el miraba por la ventana, totalmente distraído, parecia mas enfocado en sus pensamiento que en la hermosa vista que la ventana del aero-treen le brindaba. Te quedaste mirandolo varios minutos, analizando cada gesto y movimiento que él hacía, hasta que giró su vista hacía tí para después dar un ligero suspiro. Tu desviaste tu mirar de aquellos ojos azulados, y sentías que tus mejillas comenzaban a tomar un tono rojo.

Acaso, "¿Aquel chico te había puesto nerviosa?".

Un pitido resonó por el lugar, dando aviso de que habían llegado a la primer estación, en la cual tu bajaste, ya que ahí era donde se suponía tenias que trabajar , pero saliste mirando a aquel jóven rubio, y el a tí.

◇◇◇◇◇

Al día siguiente volviste a viajar en aero-treen, pero esta vez llevabas una linda falda de color negro, con una camisa blanca, un poco escotada y tu pelo recogido en una coleta, pero para tu sorpresa cuando el treen estaba apunto de despegar el jóven rubio subió a este, volviendo a tomar asiento frente a ti.

Estabas totalmente sorprendida, no esperabas encontrarlo de nuevo, pensabas que era de esas veces que solo te lo cruzarias por su vida una vez y jamás volver a verlo, pero esto se volvia interesante para ti.

Observabas cada gestó que hacía, cada suspiro que daba mientras miraba la ventana, y cuando el volteaba a mirarte tu solo girabas tu cabeza y volcabas tu mirada a otro sitio.

"¿Quien sera él? Y, ¿Por que me mirara tanto? ".

Te preguntabas una y otra vez, mientras apretabas tus manos, estabas tan fascinada con las facciones de aquél jóven de tes bronceada, con ojos turqueza, con el cabello algo cortó, pero ese corte le quedaba más que perfecto, te encantaba su melena rubia, con tonos verdes en sus puntas.

Pasaron unas cuantas estaciones, pero aún no era a la que tú debías ir aquél día, pero el jóven bajo en esa, sin despegar su mirada de tí, sentías tus mejillas arder y tu corazón agitarse.

Te estaba gustando aquél muchacho que nisiquiera conocías.

◇◇◇◇◇

Apenas habias logrado alcanzar el aero-treen, ya que se te había hecho tarde con algunos de tus deberes, pero por suerte el lugar donde siempre te sentabas estaba vacío, y si, el chico de las veces anteriores estaba frente tuyo, pero esta vez llevaba en su hombro a un tipo de animal parlanchín, el cuál no paraba de hablar.

Tu los mirabas de vez en cuando, pero el joven rubio nisiquiera te habia notado, eso ciertamente te entristecia, pero no podias hacer mucho, hasta que oíste a su compañero gritar.

- Ah, pero Jak, porque eres tan amargado. - pronunció bastante fuerte el animal naranja, a lo cual reíste, ocasionando que los dos te miraran. Tu por nervios solo desviste la mirada, rogando a los precursores que no notaran tus mejillas rojas, pero almenos ya habías conseguido saber el nombre de aquél jóven rubio, lo cual te hacía sentir más feliz.

"Jak, de algo me suena su nombre".

Pensaste, pero cuando menos lo esperaste ya estaban llegando a la estación en la que tu bajarias ese día, así que viste de reojo al par de compañeros y saliste del aero-treen.

◇◇◇◇◇

Parecía que ese día la vuelta a casa en treen seria tranquila, por alguna razón no habías visto al joven rubio en el treen ese día, lo cual causaba que tu corazón se comprimiera un poco, te habias acostumbrado tanto a el que no imaginabas no verlo ni un solo día.

Ya faltaban un par de estaciones para llegar al puerto y eso te hacia sentir un gran alivio, aunque no podias sacarte al rubio de la mente, sentías la necesidad de verlo, y si podías, solo esta vez hablar con él.

- ¿Puedo sentarme aquí? - esa voz te sacó del transe en el que estabas, volviendo de poco a poco a la realidad para ver quien habia llamado tu atención, volcaste tu mirada a aquella persona.

- C-Claro - tus palabras se entre cortaban y sentias que tu corazón podia salir de tu pecho, "¿A caso pensarlo tanto lo trajo a mi? ". Dijiste para tus adentros.

- Es una tarde muy calida, ¿No lo crees? - te pregunto el rubio, mirándote fijamente a los ojos, con una media sonrisa formada en sus labios.

- S-Si, p-pero es placentera - le respondiste con mucho trabajo, intentabas relajarte ya que no querías que notara tus enormes nervios.

- ¿Podrias decirme tu nombre? - su voz era embriagante para tus oidos, y el simple hecho de hablar contigo te llenaba de una enorme felicidad.

- Lamento ser tan atrevido, se que apenas me has de conocer, pero realmente me interesa mucho saber tu nombre - volvió a hablar el rubio, estaba esperando tu respuesta, pero estabas tan nerviosa que no eras capaz de articular una palabra sin tartamudear un poco.

- ______ - lo dijistes rapido y sin rodeos, alejando tu mirada de aquellos penetrantes ojos que jurarias que podian ver tu alma.

- Yo me llamo Mar, pero realmente todos me dicen Jak, es algo curioso - río un poco después de terminar aquella oración, tu solo lo miraste de reojo y pudiste observar que su mirada aun no se apartaba de la tuya y eso realmente te lograba poner más felíz de lo que ya eras.

- ¿Crees poder tomar algo conmigo después de bajar del aero-treen en el puerto? - tu corazón estaba apuntó de salirse de tu pecho con esas palabras, rapido lo miraste nuevamente a los ojos y podias sentir como una enorme sonrisa se formaba en tus lábios, esto parecía un sueño.

- Me encantaría - fue lo último que dijiste antes de que el aero-treen se detuviera por completo.

Jak And Daxter Trilogia One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora