Capitulo 3

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"Descubrir qué hay detrás de cada sensación, al lado de quien uno cree amar es más contraproducente que un deseo en Luna Menguante"

-La próxima vez dile a tu cita para verse a una hora más decente- comento Lily Potter con una sonrisa al ver a su hijo con el cabello revuelto recién levantado.

-No es una cita mama- dijo en tono gruñón pues había pasado una mala noche de sueño.

-Ven aquí...- dijo la mujer señalando la silla - te daré café-

-¡Excelente!- exclamó mientras tomaba la taza y la acercaba a su pecho calentando su cuerpo. Harry estaba nervioso, no se sentía para nada seguro, todo estaba mal, la ropa, el cabello, su altura, todo, y  es que como podía él estar a la altura de un domador de dragones, mientras Harry tenía estos pensamientos su estómago se revolvió por quinta vez en la mañana, era como en un examen importante.

-Cariño relájate- dijo la pelirroja con una sonrisa- solo irás con un amigo, míralo así.- puso una mano sobre las de su hijo - es normal estar nervioso pero eso no puede determinar cómo pasar el día, debes disfrutarlo -

-Decirlo es más fácil que hacerlo- termino su café antes de continuar- siento muchas piedras en el estómago y mis manos tiemblan -

-El niño está creciendo- dijo con un tono de burla para desdramatizar la situación y calmar el agitado corazón de su hijo.

-¡Mamá!- la miro con un tono de reproche pero luego volvió a llevar la taza vacía a su pecho en un gesto reconfortante - ¿te sentiste así antes de salir con papá?- preguntó. Lily sonrió, el amor, el amor verdadero se sentía diferente, pero todos en algún momento lo confundían, sabía que su hijo lo estaba confundiendo.

-Yo me sentía emocionada, pero feliz, tu papá siempre me hizo sentir cómoda y aunque a mí se me derritiera el helado en las manos y manchara mi camisa él solo sonreía y me hacía reír, luego me ayudaba a limpiarme...-la cara de Lily se enrojeció de emoción al recordar esa salida al pueblo mágico - nunca estuve preocupada, ni sentí mi estómago con piedras, sentía mariposas - explicó.

-¿Cuál es la diferencia?- pregunto intrigado el joven.

-Las mariposas no pesan Harry, las mariposas producen una sensación de cosquillitas que nos hacen sentir emocionados, nos hacen sentir anticipación a lo que vayamos a vivir... - La mujer dejo su lado de la barra para pasar la mano por el cabello aún desordenado de su hijo, ni con todas las pociones que había lo lograron acomodar.

-¿Significa eso que lo que siento no es amor..?- preguntó si darse cuenta que acababa de decirle a su madre a quién se refería al decir que amaba a otra persona semanas atrás.

-Lo que sientes es que estás enamorado, ocurre al principio, si es amor o no lo descubrirás tu, solo tu puedes saber eso - coloco la mano en la mejilla de su hijo mayor con ternura, ella solo esperaba que su hijo no saliera herido - Ahora vete, llegarás tarde Harry- el joven sonrió y beso la mejilla de su madre antes de bajar del asiento y encaminarse a la chimenea, aseguro su mochila tomo su campera de estilo Muggel, luego de eso ingreso de forma apresurada y algo torpe a la chimenea gritando mientras soltaba los polvos Flu "Caldero Chorreante"

Eran las 8:55 las manos de Harry golpeaban de forma melódica la madera esperando al pelirrojo de ojos celestes. La mente del joven pocionista iba y venía a la conversación con su madre, intentando averiguar qué estaba sintiendo, más su discusión interna no duró mucho pues al ver entrar a su cita por la puerta, porque si era una cita en la mente de Harry, Charlie le sonrió y lo saludo con la mano invitan al joven a acercarse hasta donde estaba él. Harry se bajó de su taburete y de acercó hasta donde estaba el pelirrojo, siendo recibido por un abrazo que puso sus nervios al límite, el joven Harry volvió a recurrir a la técnica de repetir los más desagradables ingredientes de pociones para evitar el bochorno de sonrojarse por un simple abrazo.

Deseo en Luna LlenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora