"La Luna puede tener extrañas y complejas formas de mostrarnos nuestro camino"
La luz inundaba la habitación Severus abrió los ojos sintiendo un peso sobre su pecho, bajo la vista para encontrarse con una mata de cabello oscuro, Harry. Severus recordó como la noche anterior el joven se había dormido en sus brazos llorando por un chico que no lo quería, el maestro pocionista podía entenderlo, sabía lo que era amar a alguien que no te correspondía, más la idea de ver nuevamente las esmeraldas llenas de lágrimas le hervía la sangre.
Severus recordó el día en que Remus le había contado entre lágrimas como amaba a un hombre que jamás lo miraba, recordó como su corazón se hizo añicos ese día, Severus lo había besado, para reparar el daño en el corazón de hombre lobo, para calmar la angustia que su amigo sentía, para calmar la suya propia, Severus lo había adorado esa noche, Severus sabía que no cambiaría nada, luego de aquella noche y con el corazón en la mano Severus ayudo a Remus a tener a Sirius Black a sus pies, definitivamente había sido de las cosas que más le habían dolido, su corazón jamás superó la grieta pero aprendió a vivir con eso, su segunda gran grieta aún ni siquiera podía ponerla en palabras, sin embargo comprendía perfectamente al joven que descansaba entre sus brazos.
Harry despertó al sentir su estómago rugir, tenía hambre, no sabía cuánto había dormido, recordaba haber tenido otra bochornosa escena de llanto, oh él realmente estaba arrepentido, vio a los pies de la cama un conjunto de ropa perfectamente doblado con un papel que decía que eran para él. De forma inconsciente el joven de ojos verdes sonrió antes de comenzar a vestirse para bajar a desayunar, tal como indicaba en la pequeña nota que tenía el distintivo olor a hierbas de pociones que tanto caracteriza a Severus. Despacio y luego de haber pasado por el baño el joven pocionista bajo hasta el despacho del maestro de pociones donde lo encontró sumido en un pergamino con el desayuno a un costado sin prestarle demasiada atención.
-Buen día..- llamo Harry haciendo acto de presencia dentro de la habitación.
-Buenos días Harry- dijo el hombre levantando la vista unos momentos para señalarle la silla frente a su escritorio y frente a una taza de café que estaba dispuesta para él - como dormiste?-
-Estoy mucho mejor, gracias...- tomo la taza y luego de unos pequeños sorbos la acerco a su pecho buscando confort, detalle que causo una sonrisa de lado en el maestro - lamento mucho lo de anoche... yo...-
-No hay problema, desayuna y llama a tus padres por Flu...-
-De acuerdo...- Harry volvió a tomar un poco de su café mientras miraba con cariño las galletas de vainilla y chocolate que descansaban en un pequeño plato sobre la bandeja que estaba en la mesa
-Lia las trajo para ti..- dijo el hombre que había vuelto a mirar los papeles.
-Lia?-
-mi elfina, las prepara siempre que alguien esta triste, ella esta segura de que pueden curar cualquier mal... y yo estoy de acuerdo- dijo causando que el joven frente a él sonriera de forma genuina por primera vez en la mañana, el dolor aun seguía en el pecho del de ojos verdes, Severus sabia que tardaría un tiempo en sanar, pero era bueno ver otra vez los ojos brillar de alegría genuina.
-Muchas gracias por lo de anoche - dijo Harry luego de mordisquear por un rato la galleta y comprobar que efectivamente podía curar el alma, al menos era capaz de unir algunas partes de su corazón roto
-No hay problema... para eso estoy..-
-Eres mi mentor en medicina, no es tu trabajo consolarme- dijo con una media sonrisa
-Soy tu colega en pociones, solo te enseño lo que se mientras trabajamos juntos, yo pensé en algo como una amistad - Severus le regalo una pequeña sonrisa que dejo helado a Harry, una parte interna del joven estaba saltando y gritando pues el hombre al que él admiraba lo consideraba su amigo, otra parte de él estaba dándose tumbos contra la mesa pues mientras el lo llamaba mentor y el hombre lo llamaba amigo.
-Me gusta eso..- Severus alzo la vista del pergamino, Harry noto que había paso unos minutos sin responder - amigos... me gusta eso- Severus le volvió a regalar otra sonrisa antes de volver a trabajar en su pergamino.
Pasaron así el resto de la mañana en silencio, Harry estaba sumido en sus pensamientos mientras mordisqueaba una, dos, tres, cuatro galletas, todas, hasta que no quedo más en el plato y su rostro se lleno de un sonrojo muy carmesí por haber comido sin pensar en el propietario, Severus lo noto pero mantuvo la boca cerrada no queriendo acentuar más la vergüenza injustificada del joven frente a él. Luego de haber terminado la primera y la segunda taza de café, el mayor suspiro dejando sobre la mesa los pergaminos y frotando su frente con bastante hastío, realmente estaba cansado y solo eran las diez de la mañana.
-Puedes ir a casa y descansar si quieres...- dijo luego de volver a mirar los papeles frente a él.
-Esta todo bien?- pregunto sorprendido de que el hombre no quisiera ponerse a trabajar.
-Si todo bien...- le entrego uno de los tantos pergaminos - es una convocatoria a una conferencia de pociones en Estado Unidos, quieren que vaya a hablar de la última poción y sus aplicaciones médicas más usuales-
-El bálsamo para quitar cicatrices?-
-Si ese.. - contesto mientras veía a Harry leer la carta y el programa al que lo invitaban
-Esto es genial... iras?- preguntó el joven con los ojos brillando de emoción, Severus se pregunto cuando fue la ultima vez que se había sentido así por una conferencia
-No tenia intenciones de ir...-
-¿Por que?- pregunto Harry sorprendido, el amaría ir a una de esas conferencias, pero su padre nunca lo había llevado y ahora mismo él estaba decidido a independizarse de las bóvedas familiares. Severus lo miro, se veía tan entusiasmado, tan feliz por la noticia.
-Te gustaría ir allí?- pregunto mirándolo seriamente
-Seria genial, quizás cuando tenga los suficientes ahorros, o cuando cree una poción- dijo regalándole una sonrisa entusiasmada, como cada vez que hablaban de brebajes.
-Quieres ir a esta conferencia?-
-No puedo pagarlo Severus... - Harry le dedico una sonrisa - no quiero usar el dinero de mi familia..- explico ante la mirada de interrogación del hombre
-Puedo llevar a un invitado conmigo...- dijo viendo como los ojos verdes se abrían grandes - después de todo soy ponente en la conferencia-
- Pensé que no irías..-
-Cambie de opinión...- contesto - ¿quieres venir?- Severus alzo una ceja como cada vez que lo retaba a experimentar con una nueva poción o a desafiarlo con nuevas ideas
-Me encantaría!... si estas seguro-
-Te estoy invitando...- dijo con obviedad - es en dos semanas, asegúrate de avisar a tus padres, y de llevar dos túnicas de gala..-
-De verdad Severus... Gracias- dijo Harry con los ojos emocionados y una sonrisa que partía su rostro a la mitad.
Pasaron el resto de la mañana hablando en el despacho, Harry se aseguro de llamar a casa luego de haber acabado de desayunar, sus padres estaban felices de verlo tan metido en su trabajo, lo veían feliz y realizado eso los llenaba de orgullo. Luego de aquella llamada que les saco a ambos pocionistas una sonrisa de complicidad Severus se aseguro de distraer al joven con un inesperado y complicado examen sorpresa de medimagia, sacando un adorable, en opinión de Severus, puchero del más joven.
Harry paso dos horas resolviendo el cuestionario de Severus, dos horas en que no pensó en Charlie, en su risa, en su beso, en sus abrazos o en la forma en la que él se sentía luego de darse cuenta que no todo amor es correspondido, paso dos horas enfocado en un pergamino queriendo dar lo mejor de sí mismo, demostrar que todo lo que estaba haciendo era por algo, y que valía la pena el esfuerzo.
Por otro lado la mente de Severus se concentro en el de ojos esmeralda, mirándolo concentrado en escribir, su mente volvió a divagar por segunda vez esa mañana hacia su pasado, uno resiente, uno al que debía volver en dos semanas, su corazón se apretó, verlo le produciría un desgarro en el corazón, no sabia si seria capaz de soportarlo, pero sin duda quería mostrarle al joven frente a él lo que era una convención de pociones, quería que hiciera los contactos y quería mostrarle el mundo, verlo sonreir. Severus esperaba que la vida tuviera piedad de él y que su pasado no lo asechara en su viaje a los Estados Unidos.
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Deseo en Luna Llena
FanfictionTodo cambia cuando pides un deseo a la Luna Llena. La vida de Harry Potter da un giro cuando se atreve a pedirle un deseo a la Luna, un deseo que acabará por mostrarle lo que es realmente el amor. Harry descubrirá cuánto puede cambiar su vida por un...