Capítulo 11

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"Cuando comienzas a notar cuales son los verdaderos deseos de la luna, es cuando descubres que siempre estuviste en el camino correcto"

 Lograron levantarse una hora después de despiertos, después de mirarse, rosarse, disculparse y volver a abrazarse, Harry no había querido separarse de Severus sintiendo por primera vez cómodo en un abrazo que no fuera de sus padres. Les había costado mucho levantarse, pero lograron hacerlo a tiempo para el desayuno y la primera charla, Harry estuvo más apegado a Severus de lo usual, ninguno dijo nada, ambos se sentaron en la mesa uno junto al otro, rodeado de los mismos magos que lo acompañaron la noche anterior, todos habían elegido las charlas y seminarios a los que iban a asistir, Severus quería ir a una esa misma mañana y Harry había decidido acompañarlo ya que ambos sabían que sería útil para su proyecto. Luego de tres horas discutiendo sobre el uso del acónito para ciertos dolores provocados por maldiciones Severus le sugirió a Harry ir a almorzar a algún lugar muggle para que conociera más Estados Unidos, algo que hizo resplandecer la joven que le regalo una sonrisa, que acelero el corazon de Severus.

Mientras el hombre lo veía comer una hamburguesa con una sonrisa en los labios y todo manchado de salsa, se preguntó cómo tendría que seguir, para Severus era evidente que no podía negar su atracción por el joven pero, sin duda no quería forzarlo a nada, menos con él que tenía la edad de su padre, más otra parte de él no quería soltarlo, quería hacerlo suyo, demostrarle lo que era ser querido. Sonrio al ver como la mejilla del joven se manchaba con más salsa entonces, por inercia estiro la mano donde tenia una servilleta y le limpio la mejilla con un suave toque, casi cariñoso.

Harry no podia creer como se sentia su cuerpo, no era la primera vez que alguien le limpiaba su mejilla, Charlie lo había hecho con el helado, pero él no lo había soportado, Harry recuerda como alejó la mano de Charlie luego de sentir como si quemara, Harry noto como la mano de Severus le resultó cálida, le gusto, su corazón había latido feliz por un contacto que no lo lastimaba. Harry se preguntó que sentia entonces por su amigo y maestro, él creía haber amado a Charlie, pero no había sentido todo eso con él y las sesiones de charla con Severus le había ayudado a notar que solo había estado enamorado de un espejismo, pero entonces ¿qué era eso que sentia en su estomago? no eran las piedras que sentia con Charlie se sentia mas sutil, como mariposas como algo que lo emocionaba y no sabia por que.

Volvieron al hotel ambos con la cabeza llenas de preguntas, de dudas, que ninguno sabia muy bien como afrontar, como decidir el curso correcto de acción para sus emociones, Estuvieron juntos en un Seminario escuchando y probando nuevas técnicas, aunque fascinados ambos con la cabeza dividida en dos. Harry realmente queria saber que sentia, pero no sabía como averiguarlo, miro al cielo, y sonrio, pudo ver como la luna llena estaba haciéndole competencia al sol en el cielo de la tarde, se preguntó si ella le daria la respuesta a su pregunta, ¿Que sentía por Severus Prince?

Esa noche, luego de la cena que estuvo llena de charlas sobre el primer día del simposio, Harry habló con otros jóvenes de la mesa graduados recientemente, algunos como él la primera vez que asistían. Ninguno hablaba entre sí, estaban uno al lado del otro, no se iban a separar lo sabian pero no sabían que decirse exactamente. Luego de la cena y de que Harry se contuviera o fuera contenido para no hechizar a Marcus Miller en el pasillo, quien le había sonreído de forma descarada a Severus, más el pelinegro atino a sostener el brazo de Harry cuando este levantaba la varita y decirle en su oido, provocando mas escalofrios que otra cosa, que no valía la pena, que fueran a acostarse, eso terminó por calmar a Harry y relajo el brazo. Cada uno se acostó en su cama, con la cabeza pensando en el otro, Harry fue el primero en dormirse, pero al cerrar los ojos nuevamente su pesadilla volvió, obligando a despertar agitado y angustiado no mas de 30 minutos después de haberse dormido, Harry no lo entendía, pero hizo lo que su corazón le decía, se bajó con cuidado de la cama sintiendo el suelo frío bajo sus pies y despacio se encaminó a la puerta que comunicaba las habitaciones encontrando del otro lado a un Severus con un libro en su regazo pero la mirada perdida en el techo, lo miro preocupado.

Deseo en Luna LlenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora