España temblaba en su puesto, viendo la silueta que estaba a pocos pasos de él mirando al español con seriedad. La silueta observó los vidrios rotos con indiferencia, para luego reír burlón.
- ¿Tanto así me odias hijo mío? - habló Imperio Español con la mirada perversa que lo caracterizaba.
España tembló de miedo, recordando todas las malas cosas que vivió gracias a ese country, el que se hacía llamar su padre. Con el poco valor que tenía gracias a la situación que no estaba entendiendo, se levantó como pudo y enfrentó a su padre (o al menos su silueta) con mirada enojada y que expresaba el desagrado que le tenía.
- ¿Qué estás haciendo aquí? Deberías estar ardiendo en el infierno donde deberías estar - habló el menor apretando los puños.
- ¿Ardiendo yo? ¿Acaso dices que merezco todos los castigos divinos que existen? - dijo burlón el mayor. - no me hagas reír
- ¡Si te los mereces! ¡Eres un asesino y inmundo hombre que sólo provocó desgracias en mi vida! ¡Por tu culpa Venezuela no me ama! ¡Por ser tu hijo es que recuerda todas las pesadillas que le hiciste vivir! - gritó con rabia y amargura España, acercándose a su padre. - ¡Yo fui quien tuve que recoger los pedazos destruidos que dejaste en el reino y evitar que nuestros enemigos nos destruyeran después de tu muerte! ¡No pude estar al lado de mi Orquídea por arreglar los problemas que causaste!
- Como si tu fueras un santo, enamorarte de tu hermana adoptiva y encima siendo una niña ¡Ja! ¡Eso sí es de enfermos! - rió Imperio Español. El español menor chistó enfurecido al no poder contradecir a su padre, escuchando su risa estruendosa de fondo; pero entonces recordó algo muy importante.
- Al menos... Yo no me enamoré de mi enemiga, padre... - habló España en susurro, sabiendo que el mayor lo escuchó. Inmediatamente, Imperio Español dejó de reír y su mirada pérdida dejó el lugar en silencio. - aunque en realidad sería una obsesión hacia la mujer que secuestré y retuve en cautiverio en el castillo para que fuera mi esposa a la fuerza... Tal vez por eso Gran Colombia no se enamoró de tí - finalizó a sabiendas que había golpeado la debilidad de su padre: La única mujer que verdaderamente amó y se convirtió en su obsesión.
Imperio Español lo miró con una increíble rabia y enojo, sólo para gritarle sabiendo que no podría tocarlo al no tener un cuerpo.
- ¡NO MENCIONES A ESA MUJER DELANTE DE MI PRESENCIA! - exclamó haciendo estremecer el cuerpo de su hijo. - ¡ELLA SÓLO ME UTILIZÓ PARA SABER DONDE ESTABA LA DESGRACIADA DE VENEZUELA Y PODER SALVARLA EN SU NIÑEZ! ¡QUE PLACENTERO FUE VER SU EXPRESIÓN DESOLADA AL NO PODER SALVARLA DE MIS MANOS A TIEMPO! - comenzó a reír como un loco, bajo la mirada del menor. - ¡LE HABÍA PRESENTADO TODO UN FUTURO SI TAN SÓLO FUERA MI REINA! ¡¿QUIÉN IBA A PENSAR QUE HUBIERA ESTADO DISPUESTO A CONVERTIR A LA MUJER A QUIEN TORTURÉ COMO MÍ ESPOSA! - de su rostro comenzaron a caer lágrimas de amargura. - Ella me amaba ¿Sabías? Ella me lo confesó después de, después de muchos años, cambié mi actitud con ella y la traté como una diosa, mí diosa, mí amor, mí reina... - habló expresando un dolor no antes visto por su hijo. - Pero... Ella prefirió irse con ese traidor para comenzar a revelarse contra mí... Me abandonó por irse con un humano, un humano quien no merecía tener a una hermosa reina cómo ella a su lado en las batallas que libró contra mí...
- ... - la verdad es que España no tenía palabras para describir ese momento.
- ... ¿Sabes cual fue el peor momento de mi vida? Cuando al querer matar a la sucia de Venezuela, mi amada reina se interpuso entre ambos y me atravesó con su espada el pecho, justo donde estaba mi corazón, el cual nunca dejó de añorarla y amarla - Imperio Español tocó donde debería estar su corazón. - Mi espada también la mató en el momento en que se interpuso entre Venezuela y yo... Ambos morimos juntos...
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Corazón En CRISIS
SonstigesCuando era una niña, mi madre me dijo que algún día encontraría a aquel que me acompañaría durante toda mi vida. Quien daría todo por mí, aquel que me apoyaría en momentos de crisis. Me dijo que cuando ella no estuviera, él estaría. Pero... Me doy...