Capítulo 28

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Un cuerpo en el suelo, todo destruido y sin vida. Una mansión llena de escombros, prendida en llamas que no afectaban a quienes estaban allí.

Sollozos se escuchaban mientras un alma rota se acercaba a la causante de su quiebre, sin importa estar manchado con la prueba de su crímen y arrastrando sus alas un poco heridas. Sus pasos se escuchaban fuertes, pero su espíritu ya no portaba con esa característica.

El cuerpo de la mujer... La mujer que amó estaba en el suelo, con su hermano mirando sus manos temblando y encogido en su lugar, a su lado estaba una mujer abrazando al alemán igualmente temblando por el momento y tratando de sacarlo de su mente.

Eso no le importó; sólo miraba el cuerpo de la mujer frente suyo. Arrodillado acercó su rostro a su pecho, esperando oír algún latido... El frío silencio lo recibió.

...

- ¡Abran paso!

- ¡Es una emergencia!

- ¡Todo es un desastre!

Eran los gritos de todos aquellos que intentaban salvar la vida de la mujer, o al menos devolver algún latido a su vida mientras corrían por el hospital. El lugar estaba lleno gracias al ataque en la mansión, muchas personas fueron gravemente heridas y lo más seguro es que ese suceso no se olvidaría durante un buen tiempo. Por la muerte de su country, los españoles esperaban que el país no fuera en declive; ya mucho tenían con luchar para mantener una buena relación política con los afectados.

El cuerpo de España fue recuperado entre los escombros y lo mantenían oculto para las personas, tal vez esperando un milagro que los salvara. Nadie podía asegurar cual sería el destino de las relaciones pacificas e indiferentes que han llevado con Venezuela, era un grave delito el que se había cometido y no podía tomarse a la ligera, normalmente se dicta un castigo al culpable pero tampoco podía realizarse ya que éste también fue asesinado por el country ruso (Y no querían meterse en problemas con los rusos) así que los españoles estaban lidiando con un severo infortunio. 

Aunque ninguno podría sentir con la misma intensidad el agobio y dolor que carcomía a los compañeros y familiares de los fallecidos. Los hermanos de Venezuela estaban llorando a gritos sobre el cuerpo de su hermana, no queriendo aceptar aquella realidad; arrepintiéndose de muchas cosas y queriendo hacer algo para que su hermana despertara, bromeando con que los había engañado, aunque era más que obvio que eso no pasaría. Los amigos de Venezuela se lamentaban afuera de la habitación, frustrados por no haber hecho más e impedir que ambos countrys terminaran así. 

- ¡Pude haber hecho algo por ella! ¡Pudimos hacerlo y solo la dejamos morir así! ¡Espero que España se esté quemando en las llamas del infierno! - rugió México queriendo golpear a cualquiera que pensara lo contrario. - ¡Espero que me escuches bien, España! ¡Asesino! - gritó a la nada.

- España también fue una víctima en todo éste lío, no creas que fue el villano de ésta historia - quiso aclarar Portugal enojado pero controlando su lengua de empeorar la situación. 

- No creas que era tan santito como para quitarle el pecado de asesinato, Portugal, que haya sido tu amigo no significa que defiendas a ese asesino 

- ¡Como si Venezuela tuviera sus manos limpias!

Ambos comenzaron a gritarse entre sí y llegaron a darse unos golpes hasta que los demás los separaron con dificultad, ya había mucha pérdida ese día como para que ellos se dejaran llevar por sus emociones. Ignorando la pelea, Alemania trataba de hablar con su hermano esperando que razonara y se bañara las evidencias de su crimen del cuerpo, pero el ruso estaba perdido de la realidad mirando el frente sin estar atento a la escena. 

Corazón En CRISISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora