Sweet & Bitter [Goyuu]

Bitter-5

Inevitablemente dio un par de pasos atrás al ver un diminuto pero veloz puño dirigiéndose a su rostro, lo esquivo con facilidad y diviso con más tranquilidad a Ryomen Sukuna, era prácticamente igual a Yuuji Itadori salvo los detalles de las marcas y esa mirada desquiciada, le hubiera gustado ver más diferencias, pero una patada con destino a su pecho se acercaba, la bloqueo con ambos brazos empujándolos hacia la maldición para que esta retrocediera, la maldición con cuerpo infantil dio un salto de 360 grados hacia atrás cayendo de pie cual gimnasta.

-Hola hechicero- definitivamente esa no era la dulce e infantil voz de hace algunos segundo.

-Un gusto conocerte Sukuna, no sabía que te gustaba esconderte detrás de los niños- normalmente Gojo se burlaría mucho más de la apariencia infantil del rey de las maldiciones mas no tenía tiempo para mofarse, tenía que sacarle la mayor información que pudiera en los segundo que le quedaban.

Sukuna hizo una clara mueca de disgusto sin embargo rápidamente fue sustituida por una estridente risa.

-Ciertamente me hubiera gustado un cuerpo más adulto - miro hacia Satoru y le sonrió con malicia- Pero es divertido engañar a los hechiceros

Nadie creería que Ryomen estaría atrapada en un recipiente tan joven, incluso el mismo Gojo al verlo en persona no lo creyó en primera instancia. ¿Cómo es que había conseguido ese cuerpo?

-Los hechiceros son tan blandos, no puede matar ni a un niño- la maldición se acercó al albino con calma dando vueltas a su alrededor- Claro que tú eres la excepción, esa sed de sangre que sentí... parece que esto será divertido, muéstrame el siguiente escenario hechicero-

Antes de siquiera responder algo de eso las marcas negras fueron desapareciendo y la energía maldita disminuyo notablemente.

Realmente pasaron 30 segundos y Yuuji había tomado el control de su cuerpo como si nada.

-¿Te dijo algo feo? Sukuna suele ser grosero pero no es malo- el adulto quiso reír, un alma ignorante que se atrevía a decir que el rey de las maldiciones y los venenos no era malo

-No te preocupes Yuuji, solo hablamos un poco- le dedico un pequeña sonrisa.

Observo que pronto el cielo se oscurecería, seguramente tenía que llamar a Megumi para avisarle que encontró el objeto maldito y que dejara de buscar entre los civiles, sin embargo la mano de Itadori lo jalo hacia adelante obligándolo a caminar en dirección desconocida. Su manos se entrelazaron y Satoru sintió esa leve calidez que extramente solo sentía al tocar al niño.

-¿Eh? ¿A dónde me estas llevando?- pregunto en un ligero tono de nerviosismo

-A mi casa, ya es de noche y es peligroso quedarse solo, además seguramente no ves bien por esa venda en tus ojos- Gojo toco su venda negra, era claro que no era normal ver a alguien con eso puesto. Con su mano libre se quitó la tela de sus ojos.

-Yo puede ver bien, solo uso la venda porque me gusta- no iba a ponerse a explicarle a un niño las verdaderas razones por las que usaba dicha tela.

La boca de Itadori formo una "O" y luego asintió como si entendiera el por qué, y siguió caminado sin soltar la mano de Gojo

-Yuuji ¿No te han dicho que está mal llevar desconocidos a casa?- no entendía las acciones del niño y lo hacía sentir ligeramente ansioso. Recibió otro asentamiento de cabeza como respuesta de parte del pequeño- Entonces ¿Por qué me llevas a tu casa?

-Satoru ya no es desconocido, no está mal- los ojos avellanas de Itadori lo vieron fijamente, prácticamente en sus ojos estaba escrito "Yo no le veo en problema"

El hombre suspiro derrotado.

Gojo veía una gran potencial en Yuuji Itadori, un cuerpo y un alma capaz de contener y controlar una maldición de grado especial era un hallazgo espectacular, seguramente sería un hechicero excepcional, sin embargo los altos cargos del mundo de la hechicería matarían al niño antes de que pudiera siquiera tener edad para pisar el Colegio Jujutsu. Para evitar eso planeaba cuidar al niño, quizás llevárselo al clan Gojo donde no pudiera tocarlo fácilmente, mas no era tan fácil, no es como si pudiera tomarlo y robárselo, el niño tiene padres tampoco es como si les digiera "Su hijo tiene una maldición dentro entréguenmelo" probablemente llamarían a la policía e Itadori no le hacía más fácil idear el plan llevándolo directamente a su hogar.

-¿De casualidad están tus padres en casa?- El adulto pregunto lo más calmado que pudo, decidió que hablaría directamente con los tutores del pelirosa.

-No, están muertos- Gojo no se esperaba esa respuesta

-Mhm... entiendo, entonces ¿Con quién vives?-Intento cambiar el tema, realmente no era bueno consolando gente y mucho menos infantes.

El albino veía como Yuuji pensaba su respuesta

-Con mi abuelo- Itadori le regalo una sonrisa triste, cosa que por alguna razón puso intranquilo su corazón.

Al llegar al hogar del más pequeño, Satoru sintió energía maldita en el recinto pero era diferente a la que Sukuna provocaba, era más débil y sutil. El pelirosa le indico que se quitara los zapatos antes de entras a la residencia y hasta ese momento Yuuji por fin le soltó la mano dejando un extraño sentimiento de vacío en el albino.

Siguió a Itadori sin fijarse en los muebles de la casa, solo buscando la maldición o cosa que provocaba esa energía maldita diferente, curiosamente Yuuji lo llevo a la fuente de dicha energía.

-Ya llegue abuelo-

Mi idea era hacer un capítulo Sweet para endulzar mi vida pero no se pudo jaja.

Psd. Quiero aclarar que Gojo tiene 20 años y Yuuji 7 tienen la misma diferencia de edad que en el canon. Por si las dudas.