Se despidió a lo lejos de sus amigos de la escuela, mientras emprendía rumbo a su casa.
Había pasado algunas semanas desde "el suceso", así lo nombro ya que no le gustaba mucho pensar sobre ello.
Con el sol escondiéndose tras su espalda, llego a su tan querido hogar.
-Ya llegue- solía decirlo por costumbre, aun sabiendo que nadie le respondería.
-Bienvenido a casa Yuuji- dio un pequeño brinco por la respuesta inesperada.
Asomándose por la entrada vio a Suguru, limpiándose las manos con una toalla, mientras usaba un adorable delantal sobre su ropa.
Debido a la visita repentina del adulto, Itadori no respondió hasta después de unos segundos, lanzándose a los brazos de Geto buscando ser abrazado por el azabache.
-Suguru pensé que no vendrías hasta mañana- dijo con emoción ya en los brazos de Geto.
-Termine mi trabajo antes, así que decidí venir de una vez- Yuuji se soltó del abrazo y directamente fue al cuarto de su abuelo, donde por desgracia no había cambiado en absoluto. Suspiro con algo de decepción, cerró el cuarto y recorrió brevemente su hogar buscando algo
-Mahito no vino, lo siento Yuuji-la cálida mano de Geto se posiciono sobre la cabeza del niño. Itadori estaba agradecido ya que la maldición le desagradaba por completo, sin embargo era le único que podía revertir la condición de su abuelo.
Suguru solía ir y venir de casa de Itadori cada fin de semana, el adulto se quedaba con Yuuji y lo cuidaba. Con el tiempo Yuuji aprendió a apreciar a Geto por más raro que parezca, Suguru nunca le hizo algo malo e incluso cuando "indirectamente" cometió un error se quedó con Yuuji para remediarlo.
Aunque no se quedó para siempre; fue suficiente para satisfacer momentáneamente la necesidad de Yuuji.
Otra cosa que Suguru hizo por Yuuji fue explicarle lo que Sukuna implicaba en su nueva vida. No sintió disgusto ni repudio, solo le era extraño asimilar que alguien más vivía en su cuerpo, además de que no tenía muchos detalles del por qué, finalmente se dejó llevar por la situación y hasta cierto punto se sintió bendecido. Compartían el mismo cuerpo eso significaba que podía estar juntos por siempre, entonces empezó apreciar también a Sukuna; incluso si le hablaba solo para molestarlo, probablemente Sukuna de igual forma lo comenzó a aceptar... a su modo; Yuuji creía fervientemente en la existencia de un vínculo entre Sukuna y él.
Lastimosamente sus sueños de una vida junto a Sukuna se esfumaron; Suguru le revelo que solo sería temporal la situación y que unos de estos días tendrían que ser separados.
Recordó entonces esa última conversación con Geto
-Quiero a alguien que jamás me deje- Suguru le sonrió con diversión y con una voz melosa le respondió.
Tu deseo pronto se hará realidad.
Luego de ello no lo volvió a ver, pues conoció a Satoru; al día de hoy se preguntaba que era de Suguru y si es que lo volvería a ver, pues que agradecerle porque concedió su deseo.
Doble capitulo por la demora.
Gracias por seguir aquí
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Sweet & Bitter [Goyuu]
FanfictionÉl era un niño que había condenado su vida al convertirse en el recipiente de Sukuna. Él era un hombre que había sido elegido para ser el verdugo de el recipiente de Sukuna. Pero; el amor es la maldición más retorcida de todas... ___________________...