Tengo ganas de ti - Luimelia //Segunda parte A3MSC// COMPLETADA

Capítulo 15:

CAPÍTULO 15:

-No pretendía, lo juro- la presión estalló y enseguida empecé a notar como mi corazón no daba de sí y empecé a llorar- Piensa en todo lo que hemos pasado. El puente...

-Amelia- me cortó- no. No voy a negar que aun siento lo mismo por ti- suspiré intentando lo que era aún sollozos- pero no puedo perdonarte. Entiéndeme...

-No... no puedo- mi voz sonaba como la niña pequeña que había en mi- no puedo entender como si todavía me amas- respiré profundamente- no puedas perdonarme...- su expresión no cambiaba.- Por favor... Yo, estaba confundida- sollocé- fue un momento de debilidad.... Por favor, perdóname. Yo te juro que te amo...

Solo buscaba su perdón, pero a la vez, me sentía que me tenía que castigar:

-Amelia- negó- no me lo jures... no puedo creerte nada- suspiró- No puedo estar al lado de una persona en la que no pueda confiar totalmente. Me fallaste, Amelia- asentí bajando mi cabeza cuando noté la primera lágrima caer.

-No soy perfecta- me culpé- pero te amo.

-No parecías tan segura si hoy estuviste con ella- se acercó a mi.

-Eso te lo puedo explicar....

-No me expliques nada, Amelia- me cortó- lo único que necesitaba era lealtad, confianza. Que no existiera mentira entre nosotras dos- trague saliva aunque el nudo de mi estómago se había hecho más patente que nunca.

-Perdóname, por favor- le supliqué ya casi.- perdóname, mi amor. Te lo iba a decir...

-¿Cuándo? ¿Cuándo estuviéramos viviendo en una mentira mayor y fuera peor para mí?- negué, pero era imposible- Nuestro amor era mágico... Yo confiaba en ti más que nada en el mundo- me recriminó.

-Perdóname- casi ni pronuncié.

-Si eso te deja tranquila, te perdono...- sonreí un poco.

-Entonces... ¿todavía queda una esperanza para nosotras?- por favor, que me dijera que sí, no aguantaba más esta tortura- Dime que sí... dime que sí, por favor- le rogué- yo te amo, te amo y te prometo que esto nunca más volverá a pasar- le rogué de nuevo como una niña chica.

-Amelia, algo se rompió.... Algo rompiste- me cortó esta- No tiene sentido que sigamos juntas- se dispuso a irse cuando la paré.

-No, por favor- la miré- acuérdate de todo lo vivido. Como el candado simbolizaba nuestro amor eterno...

-Sí, el puente- me cortó- Fue un sueño, pero ya desperté.... Acéptalo- se marchó escapándose de mis brazos.

-Paula, Paula- la seguí, pero ya era demasiado tarde.

Había metido la pata hasta el fondo y mis lágrimas lo demostraban. Había intentado rehacer mi vida cuando había vuelto a caer de nuevo en lo pasado. Había descubierto quien me podía sacar del agujero que yo un día excavé y ahora no había salido del agujero, si no que lo había excavado más profundo. Me movía sin saber donde ir, solo me senté en el suelo, llorando como nunca, sabiendo que había matado la única oportunidad de ser feliz en la vida.

Me levanté y corrí a mi moto poniendo de nuevo rumbo a ninguna parte. Todo se volvía a repetir. La velocidad en mi rostro secándome las lágrimas que me llevaban a ningún lugar, el sentimiento de rabia invadiendo mi cuerpo, volviéndome a recordar que las cosas estaban bastante jodidas y que nada volvería a ser igual, por que todo cambio y yo no lo vi venir. Solo me quedaba una cosa, un lugar donde ir. Un lugar que estuve a punto, y que ahora, volvería a ello.

Y allí estaba, delante mía, el agua del rio que una vez casi me ve tragarme. Allí donde mis pensamientos volaron el día que con Luisita todo terminó. Allí volvería a terminar, pero para siempre.