27 | Los entrometidos

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Primero quiero disculparme por dejar la historia tanto tiempo :( pero ya hablaremos de eso al final jejeje, de momento dejo un resumen muy burdo de los últimos acontecimientos (al menos los más recientes y relevantes para este capítulo), por si alguien ya no recuerda bien que estaba pasando:
Jessia escribió el ensayo sobre su futuro universitario y su percepción de sí misma empezó a cambiar, comienza a creer qué tal vez sí puede dedicar su vida a la literatura. Mientras tanto, le pide a Elián que hable con Owen, ya que ambos tienen una teoría de lo que lo pudo haber pasado a este último y debido a esto decide ir a buscar respuestas a la tienda de música en la que habían comprado la guitarra de Denisse, donde mantiene una conversación con Tiago, el dueño del local y viejo conocido de Owen.

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Razón número seis por la que cupido te odia:
"Le gusta regocijarse con el drama de las personas ¿y que mejor forma de ocasionarlo que con las flechas del amor?"

—Necesito hablar contigo—dijo una voz a mis espaldas.

La última vez que alguien me había dicho esa frase la situación no había terminado bien, sin embargo, esta ocasión era diferente, porque la persona de la que provenía la voz no tenía ninguna razón para querer hablar de algo malo conmigo, o al menos eso creía yo.

Con calma terminé de poner mis cosas dentro del casillero y, tras asegurarme de haberlo cerrado correctamente, me di vuelta para encontrarme a un Owen con cara de póker observándome fijamente.

Extraño. Aunque de por sí no era como que el fuera una persona muy expresiva.

Estábamos en la escuela, específicamente parados a mitad el pasillo; justo a la hora en la que las clases terminaban y todos se disponían a ir a casa, razón por la cual había tanto ajetreo a nuestro alrededor como para concentrarme en intentar adivinar de que quería hablar. La última vez que nos vimos había sido el día anterior, en mi casa, momentos antes de que fuera a la tienda de música para recopilar información, que aún no lograba asimilar, y no sabía si él estaba aquí para volver a insistirme en escribir una canción con los poemas de amor que le había dedicado a Mateo —cosa a la que definitivamente no iba a ceder— o porque la charla que había dejado en manos de Elián había rendido frutos. Mi hermano no quiso entrar en detalles sobre lo que habían charlado, pero me había dicho que Owen fue tan amable y tranquilo como siempre, por lo que creía que había ido bien.

—Claro, ¿quieres que vayamos a otro lugar?—pregunté relajada mientras colgaba mi mochila sobre el hombro derecho.

Owen asintió una vez con la cabeza y luego empezó a caminar decididamente hacia el patio de la escuela, sin voltearse una sola vez a ver si le seguía el paso o a preguntarme a dónde quería ir yo.

Estaba empezando a notar una extraña  tensión en el ambiente.

Cuando finalmente llegamos a nuestro destino, que se trataba de las mesas de piedra en la que nos habíamos reunido cientos de veces para discutir los poemas, el chico se aseguró de que no hubiera nadie lo suficientemente cerca como para escucharnos y después, con una mirada vacía,  se relamió los labios antes de hablar.

—Jessia, con todo respeto necesito que dejes de entrometerte en mi vida.

Sin comentarios.

Parpadeé lentamente unas tres veces, totalmente perpleja y sin nada que contestar. No solo habían sido las palabras dichas por el chico, sino la forma en la que lo había hecho. Nunca me había hablado así de fríamente, con una mirada extraña en los ojos y un tono de voz mucho más serio de lo habitual.

Del porqué cupido te odia (TRILOGÍA Cupido #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora