- Emi, alguien puede vernos...
Susurró con temor, el hombre detrás suyo ignoró sus palabras, su lengua estaba bastante... Ocupada.
Sí, ocupada. Penetrando su agujero y haciéndole ver constelaciones, una lengua experta atrapada por su anillo de músculo, sus gemidos eran callados por la corbata del rizado, el sudor cubría su rostro, las lágrimas adornaban el rabillo de sus ojos, el placer le hacía temblar, la voz en su cabeza le suplicaba que dejara de hacer idioteces pero sus caderas empujando hacia atrás no querían para nada dejar de hacerlas.
Cuándo el tipo le dio una última lámida, se sintió vacío y necesitado, una palmada fue dada a uno de sus glúteos, haciéndole sentir tan caliente, un ardor que incrementa sus ganas de querer gritar de placer.
- Cuidado, mi amor. No puedes ser tan ruidoso o nos van a descubrir - La voz ronca le hizo querer suplicar por esa erección, besos húmedos eran dados a su nuca y detrás de sus orejas.
Sintió su interior lleno, sus gemidos los reemplazó por mordidas fuertes a la corbata negra, mojando con su saliva la tela, los golpes empezaron a subir de velocidad, afuera y adentro constantemente, una fricción tan exquisita y un sonido obsceno retumbando en las cuatro paredes del laboratorio.
Sus pantalones estaban a la altura de sus tobillos, su camisa doblada hasta la mitad de su torso, la cintura envuelta por las manos de su amante, remarcando las huellas de la noche anterior.
El glande de Emilio tocaba constantemente su punto de ebullición, haciéndole sentir aquel calambre que le indica que pronto va a llegar al orgasmo, una de sus manos fue hasta las caderas de su hombre, haciendo que pegue más su cuerpo, que todo ese miembro viril esté dentro suyo, Emilio le hacía sentir en el cielo, mientras le embiste con fuerza, susurrando palabras sucias a su oído, todas esas palabras que le hacen elevarse más allá de lo alcanzable.
- Voy a... Voy a... - Trató de anunciar pero sintió su pene siento acariciado por una mano grande, Emilio le masturba al ritmo de sus embistes.
- Vamos, precioso. Dame tu dulce miel.
La mano empezó a moverse más rápido, sus piernas flaquean y su eyaculación es tan poderosa que le hace caer sobre el frío material de la mesa, jadeante y cerrando sus ojos con cansancio, Emilio seguía moviéndose, su interior pronto bañado por aquel liquido viscoso, caliente y tan delicioso.
El timbre de que el receso había terminado sonó, calmando su respiración se alejaron, limpiando los restos de semen, se volvía a sentir caliente al ver a su amante llevar dos de sus dedos bañados en su semen hasta su boca, chupándolos y haciendo un sonido de satisfacción.
- Tan delicioso como siempre, amorcito - Se acercó hasta él, besando con fiereza sus labios, su sabor se hallaba en la saliva y le aumentaba la libido.
- Debo ir a dar clase... Podemos ir a cenar y después...
- Joaquín, sabes que siempre estoy dispuesto a salir contigo pero... Sabes que el final de semestre está cerca, debo revisar proyectos y preparar el examen - Dijo mientras acomodaba sus pantalones y fajaba su camisa gris perla, viendo con gracia su corbata mojada - Creo que... Ésta corbata te la quedas - Le entregó la corbata y se ganó un golpe travieso en su hombro.
- ¡Emilio!, Lo siento, no me dejabas gemir a placer - Respondió con sensualidad, aún no abrochaba sus pantalones, se acercó con lentitud hasta el rizado, jugando con el cuello de la camisa.
- ¿No tienes que dar clase? - Preguntó con diversión y soltó una risa sonora mientras veía al castaño bufar y acomodar sus prendas, guardando la corbata en uno de los bolsillos de sus pantalones.
- Bueno, tendré que esperar hasta el fin de semana para poder tenerte toda la noche en mi cama - Dijo con no tan fingida resignación, tomando su maletín y colgandolo en uno de sus hombros, listo para irse del laboratorio.
- Hey... Mañana estoy libre, deja que te prepare un bufet y tú serás el postre - Le atrajo por la cintura y le dio un beso apasionado.
Tendrían segunda ronda de no ser porque la puerta fue tocada con desespero, se separaron y suspiraron con cansansio.
- Te espero en el estacionamiento al terminar las clases - Emilio dijo en susurro a un lado de su cuello, dejando un beso ahí y después uno en sus labios.
Asintió, apreciando a Emilio mientras se coloca su bata blanca y prepara todo para su clase de química, le miraba con total pasión mientras el rizado arregla sus rizos despeinados en una coleta.
- Adiós, Emi.
Se despidió con su mano y después le lanzó un beso, sonrió en grande y salió del laboratorio, encontrándose con un grupo de 30 estudiantes pegando la oreja en la puerta de madera para alcanzar a escuchar algo.
Murmullos y risas se escucharon mientras pasaba a su lado, eran de su total conocimiento los rumores que corrían por todo el instituto.
Claro que no habría ningún problema, si tan solo la directora no fuera una señora de 37 años con pensamientos homófobos, clasistas y misóginos.
- Bondoni, Bondoni, ¿Cuál es el motivo de esa sonrisa tan grande?, Sus estudiantes están fuera del aula, riendo a carcajadas, parejas besándose y usted, a penas va en camino de dar su clase - La directora, de nombre Claudia Michaels, que basta y sobra tiene un enamoramiento obsceno con Emilio.
- Estaba arreglando unos asuntos con el maestro Marcos, sabe que se acercan los exámenes finales y...
- Solo dígame, ¿Qué tiene que ver la literatura con la química?, No hay excusa, Bondoni. Quiero su examen final mañana a primera hora, sabes que puedo destruirte...
La mujer susurró lo último, pasando a su lado, chocando su brazo izquierdo con el suyo, Joaquín la vió alejarse e ir al laboratorio donde Emilio daba su clase.
Suspiró, ¿De qué le servía su doctorado en Fiódor Dostoievski?, Si el orgullo y el prejuicio de la directora Michaels iba más allá del suyo propio.
¿Y si mejor leemos éste poema erótico desde el primer verso?.
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Les doy la bienvenida a ésta nueva historia, espero y les haya gustado el inicio, aquí vamos a tener mucho erotismo y drama, gracias a Pequeño Motel me nació el gusto por escribir relaciones Daddykink, espero y les guste y que no sea tan repetitivo c:
Tendremos a un Joaquín apasionado por la letras, que, si les soy sincera, no es nada más que yo en la piel de un personaje, Emilio un amante de la química y mucho drama, claro que sí 😌👌🏽.
Nos leemos la próxima semana, todo mi amor para ustedes y feliz de conducir éste nuevo carro con ustedes 🥺💕.
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Devórame | Emiliaco
Fanfic- Hasta en sueños he creído tenerte devorándome y he mojado mis sábanas blancas recordándote. La química y la literatura jamás fueron tan interesantes. - Quiero escribir mi pasión por ti. - Tú y yo tenemos la mejor reacción química. • Smut explicito...