07. Christina De Salvo.

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Lo Supe En Cuanto Vi Tus Ojos.

Sus manos entrelazadas.

Una leve brisa alborotando las hebras de sus cabellos.

Una sonrisa bobalicona en sus rostros.

Amor irradia y se respira en el aire.

- Tengo miedo - Susurra.

- No tienes porqué temer, solo nos estamos tomando de las manos - Responde, sonriendo con más ternura.

- Pero Emilio... - Se detuvieron, el mencionado se colocó frente a él, su cuerpo tembló un poco - Sabes sobre cómo piensa Michaels, ella...

- Me importa un carajo lo que esa mujer piense, yo te amo y no tengo problema en demostrarlo, ¡QUE TODO EL INSTITUTO VEA LO ENAMORADO QUE ESTOY DE JOAQUÍN BONDONI! - Alzó la voz, haciendo que varias personas les voltearan a ver, risas y aplausos sonaron.

- Shhh, Emi - La vergüenza le invadió, ocultando su rostro colorado entre sus manos.

- Hey... Solo mírame - Tomó el rostro de su amor entre sus manos y dejó un beso casto en la frente - No bromeo cuando digo que te amo, mi vida.

Unieron sus labios y, entre las miradas curiosas, siguieron su camino hasta la sala de maestros.

Al llegar, cuatro pares de ojos les veían con picardía y asombro, el rumor se esparció como la pólvora, los dimes y diretes eran la noticia de toda la semana.

- Fingimos sorpresa ante algo que ya sabíamos pero... Tampoco esperábamos a que Marcos lo gritara a los cuatro vientos - Tania habló con diversión, sonriendo en grande.

- Michaels puede meterse su homofobia por el...

- ¿Por dónde, maestro Valdés?.

El silencio se hizo presente en la sala y cada quiero volteó a ver con sorpresa a la dueña de aquella voz.

Joaquín se sintió pequeño bajo la mirada fría de Claudia, la furia se leía en sus ojos, sus puños cerrados muestran cuanto quiere golpear algo o alguien.

Se le vió inhalar y exhalar, su semblante cambió un poco y paseó su mirada por cada maestra y maestro, dando demasiada atención a Joaquín y la manera en que sostiene la mano de Emilio.

- No tengo tiempo para estupideces, el supervisor está por venir y checar como va todo, Bondoni no haga quedar en ridículo a este instituto, por favor - Habló con desdén antes de esbozar una enorme sonrisa al oír la voz del supervisor y dar media vuelta.

Emilio pudo sentir como la mano de Joaquín dejaba de sostener la suya, antes de separarlas le dio un apretón en muestra de apoyo.

El hombre, ni corto ni perezoso se hizo presente, con esa peculiar sonrisa en su rostro, sus cabellos rubios brillantes y el cielo en su mirada.

- ¿Qué tal, cómo han estado? - Saludó con entusiasmo, estrechando la mano de cada quien.

El supervisor Richards hacía una visita al instituto cada 3 meses para revisar el progreso de las y los estudiantes, siempre tomando en cuenta sus opiniones para que el aprendizaje sea más confortable.

- Muy bien Joa, he llegado contigo, enséñame tu plan de estudio y veremos cómo lo están tomando tus estudiantes.

Con nerviosismo, Joaquín le tendió el plan de estudios al supervisor, quien leía cada tema y cada opinión correspondiente.

- Verás Joaquín... - El hombre entrecerró sus ojos y chasqueó la lengua, Joaquín se sentía desfallecer, pensaba que las malas noticias estaban por venir - A tus alumnos les encanta, aquí una opinión: Los libros me aburren, solo leo los cómics porque me gustan pero desde que tomo clases con el maestro Bondoni me ha nacido la curiosidad por leer más, conocer sobre quienes escribieron esas novelas de más de 1500 páginas, deberían de haber más maestros así, que te incentiven a leer en lugar de solo llegar y sentarse detrás del escritorio..., Y hay más comentarios como este, realmente te adoran, bien hecho Joa - Richards se acercó y dejó un beso cálido sobre su frente para después darle un fuerte abrazo - Saluda a Fernando de mi parte, dile que espero y pronto salga del hospital.

Devórame | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora