Devórame | Emiliaco

Epílogo.

Mayo 08, 2002.

Joaquín ha cumplido 5 años.

Le he preparado un pastel de chocolate blanco, su preferido.

Amo verle tan feliz y juguetón.

Nikolas, el hijo del vecino, se ha hecho muy amigo de mi Joa, es un niño muy educado y servicial, amable y carismático.

Ver a mi niño crecer me hace entender que debo trabajar más duro para darle una buena vida...

Terminó de leer aquello.

Sus ojos se encontraron, con las lágrimas desbordándose.

Noviembre 25, 2025.

Después de tres años de matrimonio, hemos decidido adoptar.

Fuimos a distintas casas hogar en Virginia, conocimos a niñas y niños pero entre todos, hubieron dos angelitos que nos cautivaron el alma.

Una nena preciosa de cabellos rubios cual rayos de sol y un nene de cabellos negros.

Sus ojos verdes esmeralda. Piel blanca como la nieve.

El procediendo fue largo y tedioso pero hoy, después de unos meses al fin nos dieron luz verde.

El cumpleaños de Emi.

Nuestro aniversario de bodas.

Y el día en que nos convertimos en padres...

- Papi...

- Calma, Rose.

- Papi Joa fue un ser humano divino - Habló con la voz cansada, se dice que los años no pasan de largo, menos ahora con sus 57 años.

- Y cumplió su palabra, escribió su pasión por ti - Dijo Fernando, mirando con atención la portada de aquel libro.

Las letras de Joaquín impresas, una historia de amor digna de una novela, donde la realidad superó la ficción.

- Es justo que hoy se haga pública, para que todas las personas puedan leer que el verdadero amor existe y que ustedes son prueba de ello - Rose habló con tranquilidad, manteniéndose firme ante las ganas de soltarse a llorar.

Entre sus manos sostuvo aquel retrato del día de su boda.

La sonrisa resplandeciente. Los ojitos mieles brillantes de amor. Esa escultura exquisita cubierta por un traje color crema. El perfume de aroma a violetas frescas.