Capítulo 3

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Las cosas que un mundo profano considera sagradas

No, ellos no pueden cambiarme,

nada puede salvarme

Mew Suppasit no sabía cómo llego a esa situación, estaba nervioso, ansioso y muy excitado, él era un tipo en sus treinta que solo deseaba un amor tranquilo, aunque fuera guardando sus deseos secretos, deseaba cierta estabilidad emocional y sentimental.

Se preguntaba si era mejor buscar alguien mayor, a de su edad, que sacaba con sufrir y vivir en ascuas, cuál era el objetivo... pero estaba condenado, vivía y trabajaba en el "jardín de la tentación" se decía que era por estar rodeado de jovencitos que deseaban agradar. Pero en realidad no era que le gustaran todos o que viviera mirando entrepiernas, era su maldito carácter débil en el amor, era un idiota en lo que era su "madurez sentimental".

Extrañamente estaba bien con Art, la verdad ellos se amaban, sabía que él era un tanto caprichoso y muy demandante... pero, desde que se había presentado en su vida Gulf Kanawut, estaba en una dicotomía, salía con un chico que lo tenía dominado sexualmente, pero al mismo tiempo tenia a otro en su cabeza.

Art Pakpoom en algún punto de ese año si estuvo enamorado, en ese tiempo dio todo de sí, pero ahora era diferente, Mew le parecía opresivo, demasiado meloso, aunque él lo quería también, deseaba ser expuesto como su pareja.

En todo el año sus sentimientos mutaron a una posesividad ambigua hacia Mew. Pero era de esperar que las cosas se pusieran más difíciles para ambos, desde que se levantaran lo rumores de chicos prostituyéndose en la universidad Mew se había puesto más nervioso y aún más distante.

En la oficina de Mew

Concentrado Mew revisaba trabajos, la clase final del año se terminaba con esto, revisó y conto los paper, faltaba uno, no era nada fuera de lo común, como profesor era una práctica generalizada.

- ¡Maldición! - Gulf Kanawut, ese era el paper que le faltaba, simplemente marco con rotulador rojo su nombre en la nómina y le puse un signo de descuento de puntaje.

El chico rebelde que lo tenía sin dormir, pero él no actuaria con miedo, lo que pasaba entre ellos, si es que algo pasaba, no era ningún atenuante a su falta de compromiso frente a la entrega del trabajo final del año.

Con esto en la cabeza, sintió un golpe suave y un ruido que le indicaba que la persona al otro lado no espero su indicación.

- Cariño... ¿Ocupado?

La melosa y dulce voz Art lo saco de sus pensamientos, automáticamente se puso rígido, en el último tiempo Art era impredecible.

El clic del seguro de la puerta lo hizo levantar la cabeza, Art lo miraba directo, con cierto rictus de niño travieso en la boca.

- ¿Qué deseas?

Art camino coqueto hacia Mew, el mayor se reclino en el sillón de espalda alta y lo miro desde sus anteojos, Art pensó que Mew siempre tendría ese aire de profesor despiadado, pero en realidad era un algodón de dulce, en lo profesional era una bestia, no perdonaba.

A la hora de amar era un tipo muy romántico, demasiado reprimido, cuando comenzaron a tener sexo era agradable, pero Art necesitaba algo más "fuerte", no quería un novio... él quería un hombre que lo dominara. Por eso buscaba esto momentos adrenalínicos.

-M... esta noche...

Mew se estiro y esto lo llevo a mostrar su torso bien formado contra la inmaculada camisa blanca que se perdía en un estrecho pantalón negro.

Fati Love... (MewGulf / TharnType The series)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora