7- Ilusión

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Estuvimos todos hablando durante la noche y se nos hizo un poco tarde. Pero el tiempo estaba pasanfo rápido y a ninguno de nosotros le importó. Vi como Stefanny hablaba plácidamente con Karl, se sentía tan bien y tan cómoda mientras sonreía a cada palabra que salia de su boca como si una ráfaga de aire fresco iluminase su cara, cuándo miraba fijamente a los ojos de aquel interesante chico que en a penas unas horas la había cambiado.

En tan solo unas horas más, Fanny se había dormido sobre Karl, y éste con su cabeza apoyada y con la frente hundida en el pelo de ella. Dormía de una manera tan plácida que sentí un impulso en mi corazón que me decía《Haz una foto》. Pero estaban tan tiernos que daba pena despertarlos.

Esran ya las 2:20 cuando decidí despertarlo a él. Todos se habian ido menos Robert y Jake.

- Debería llevarla a casa -dije a Karl.

- No tengo coche -me advirtió-, y no ireis caminando por la calle a estas horas de la noche.

- ¿Pretendes que nos quedemos Fanny, Robert y yo a dormir? No habrá sitio para todos.

- Si se quiere se puede -dijo Jake apareciendo en la puerta del salón con el cepillo de dientes en la boca-. Tú y Rob podéis dormir aquí, este sofá se hace una cama enorme, y Karl y Stefanny dormirán en la habitación de invitados.

- Pues todos contentos -intervino Robert-, será divertido y creo que a todos nos hace ilusión.

- A mi me parece bien -confirmó Karl.

- De acuerdo -acepté-. Preparemos las camas entonces.

Pasado un rato, las camas ya estaban montadas y fue Karl quien se encargó de subir a mi amiga por las escaleras, cuál princesa desmayada. Todo lo que les veía hacer juntos era mágico, ojalá tuviera mi camara para capturar esos recuerdos hermosos que seguro que quería conservar.

Jake nos dio unas camisetas anchas de manga corta a todos para que nos pusieramos a modo de pijama. Estaba segura de que esta noche nos lo ibamos a pasar bien.

Nos reunimos los tres en la cama que habíamos montado en el comedor porque Fanny estaba teniendo pesadillas esa noche y Karl se había quedado a cuidarla, este chico es perfecto para ella.

- ¿Jugamos a la botella? -propuso Jake

- ¿Eres consciente de que sois dos chicos y si os toca juntos os tendréis que besar? -reí- Y seguro que ninguno de los dos quiere hacerlo.

- Pues propón tu un juego.

- ¿Que os parece si hacemos el quién confiesa?

- Vale.

- ¿Pero como se juega? -preguntó Rob.

- Es fácil, uno dice algo que ha hecho y si alguien más lo ha hecho, se bebe un chupito?

- ¿No acabaremos borrachos otra vez?- intervino Jake un poco preocupado.

- Ya. Es muy tarde para volver a estar pedo -dijo Rob.

- Pues decir algo vosotros -dije.

- Vamos a jugar a la caja oscura -propuso Jake-. Metemos algo en una caja y tenemos que adivinar que es tocando y oliendo. Vale cualquier cosa.

- Bien, voy a la cocina a por una caja.

- Yo seré la primera en poner algo.

Rob cogió la caja de zapatos vacía de la encimera y me la dio.

- Largo -dije simpática-, no piedes mirar.

- Está bien, tú mandas.

Recorrí la cocina buscando lo que había pensado meter en esa caja, hasta que por fin lo encontré. Creo que voy a reírme mucho con esto. Me dirigí a la cama y les tapé los ojos con trapos de cocina.

Ahora me dejas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora