A la mañana siguiente me desperté y abriendo un ojo vi a Robert tirado en el suelo en posición de estrella de mar.
- ¿Rob? -me extrañé al verlo dormir placidamente- ¿Puedo saber que haces en el suelo? ¿Y sin camiseta?
No se movió así que bajé de la cama para asegurarme de que estaba vivo.
- Robert, cielo.
Seguía sin responder ni mover ni un músculo.
- ¿Estás vivo? -dije tocando su cara con un dedo repetidas veces.
¿Qué le pasaba? ¿Estaba drogado? Solo quedaban las medidas desesperadas, un clásico. Me dirigí a la cocina y llené un vaso de agua fría. Al volver se la tiré por encima.
- ¡Dios mío! -grité desesperada- ¡Despierta! Empiezas a darme miedo.
Al ver que no reaccionaba a nada, subí al piso de arriba y llamé a Jake que estaba sentado al borde de la cama vistiéndose.
- Jake, necesito tu ayuda ahora -le estiré del brazo para llegar a las escaleras.
- Prins, espera. ¿Que te pasa?
- Robert no se despierta -llegamos al salón.
- ¿Por qué está mojado y en el suelo?
- Lo de mojado es que le he echado agua para despertarle y lo del suelo no lo sé -empezaba a tener miedo-, se lo he preguntado pero no responde.
- Quizás os subió el alcohol a media noche y por eso no lo recordáis.
- No me digas eso. Pasaron cosas raras anoche, si estabamos borrachos a lo mejor pasó algo más -empezaba a ponerme nerviosa.
- Tranquilízate, quizás cuando despierte recuerda algo.
- ¡No me tranquilizo! -me había pasado con él sin querer- Lo siento, me he puesto nerviosa.
- No pasa nada -dijo abrazándome-. Te entiendo.
Notamos que Rob se movía y ambos le miramos asombrados.
- ¡Está bien, se mueve! -me arrodillé junto a él.
- Espera, vamos a subirlo a la cama.
Asentí de la cabeza y le agarré de los brazos mientras Jake lo hacía de las piernas.
- A la de tres lo levantamos. Una, dos y tres.
Lo alzamos y colocamos su cuerpo encima de las sábanas blancas y arrugadas.
- Perdón por el suelo mojado.
- No importa. Estabas nerviosa.
- Gracias por entenderlo, pero yo lo he mojado así que yo lo friego.
- De acuerdo, la fregona está en el armario de la cocina.
Fui a la cocina en busca el mocho. Y al volver vi a Jake sentado en la cama junto a Robert.
- Despierta, tío -decía mientras le apretaba el brazo cariñosamente-. No es posible dormir tanto, son las dos del mediodía.
- Que delicado eres con él, eso es un amigo de verdad.
- Los chicos también tenemos sentimientos, aunque muchas chicas lo ignoran -a lo que los dos soltamos una sonora carcajada.
Seguí fregando el suelo, fui a la cocina a por papel y al volver a la cama sequé los marcados abdominales de Robert y su precioso pelo castaño. Jake se fue a su habitación a terminar de vestirse y yo envolví en un abrazo el cuerpo aún húmedo de Rob. Al sentir mi cálido aliento en su cuello, abrió sus tremendos ojos verdes que me miraron fíjamente entrecerrados.
- Hola preciosa.
- ¡Robert! -lo sujeté más fuerte que antes.
- ¡Ay! ¿Por que me duele la espalda y estoy húmedo?
- Después te lo explico -sonreí ante la idea de que estaba despierto.
- Vale -me sonrió.
- Oye ¿Tu recuerdas algo de lo que paso anoche?
- Eso es lo que te iba a preguntar yo.
- Y al menos ¿recuerdas por que estabas en el suelo?
- No lo sé. Quizás alguien nos viera y puede decirnos lo que pasó.
- ¿Te refieres a Fanny y Klaws?
- Puede ser.
En ese momento llegó Jake con unos vaqueros y una sudadera azul.
- Está despierto. Por fin.
- Sí -afirmé-. ¿Tu no viste nada anoche que nos pueda ayudar a saber lo que pasó?
- No. Pero Klaws y Fanny estan en la cocina haciendo la comida porque con las horas que son ya no desayunamos.
- ¡Bien tengo hambre! -exclamó Rob.
- Y ya que estáis preguntarles si vieron algo que os ayude.
- Vale -agradecí.
Plegamos la cama y recogimos las sábanas. Después fuimos a por los platos de espaguetis que habian preparado y los llevamos a la mesa. Minutos mas tarde empezamos a comer.
- ¿Ya te encuentras mejor Fanny? -me preocupé por mi amiga.
- Estoy genial. Klaws me cuidó muy bien. Me tuvo un poco mimada.
- Eres mi princesita -replicó este-, tengo que cuidarte.
- Se cuidar de mí misma -le espetó.
- Perdón si he dicho algo que te moleste.
- No es nada -dijo restandole importancia.
Ninguno entendiamos por qué se había puesto así con el comentario pero intentamos no recordarlo.
- Ya que estáis los dos juntos -dijo Robert-, ¿alguno de vosotros vio algo de lo que hicimos Prins y yo anoche? No nos acordamos de nada y me he despertado en el suelo con dolor de espalda.
- Si has pasado la noche en el suelo es normal que te duela la espalda -razonó Stefanny.
- Es cierto -la apoyó Klaws-. Y si quereis saber lo que pasó, revisar las camaras.
- ¡No me acordaba! -se sorprendió Jake-. Nuestro padre puso cámaras en casa por si entraban a robar. Se puede acceder a los videos desde el ordenador.
- Hay una en el pasillo y otra en aquella esquina del techo -señaló Klaws para que mirásemos-. Seguro que captaron algo.
Seguimos hablando y cuándo terminamos de comer, revisamos las cámaras con el portátil de Jake.
- ¿A parir de qué hora no recordais nada?
- Desde que nos dormimos -respondí.
- ¿Y que hora era esa?
- Mas de las cuatro -dijo Rob.
- Aquí estáis -dijo ampliando una imagen.
Aparecíamos nosotros riendo por el bulto extraño de aquella noche. Las siguientes imagenes fueron de Robert y yo durmiendo un rato y después nos vimos envueltos entre las sábanas y moviéndonos, no se nos veía, solo las sábanas ondeando sobre nosotros nos daban pistas de lo que pasaba. Y no podía ser, seguro que no era lo que parecía, no podía serlo. Después nos vimos a nosotros saliendo del salón y a los 10 minutos volvimos y Robert ya no llevaba la camiseta. ¿Que habríamos hecho en ese tiempo en el que no se nos veía?
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Ahora me dejas?
Teen FictionTodos sabemos que las relaciones adolescentes son muy intensas y mueren pronto. Y Prins lo va a entender por su cuenta ¿o quizas no? Es posible que Bryan y ella vivan un amor eterno mas intenso con cada problema? Creen que sí pero ¿superarán... el r...