9 - Todo en orden

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- Esto es todo -afirmó Jake.

- ¿Y como acabé en el suelo? -preguntó Robert.

- ¡Espera! -interrumpió Fanny adelantando el vídeo-. A las 5 y media pasa algo

En las imágenes se nos veía poniendonos de pié y saltando sobre la cama, cuando Robert me dio un golpe con el puño cerrado en el estómago y al parecer me enfadé con él y lo mandé a dormir en el suelo.

- Lo siento -se disculpó.

- No importa -respondí-. ¿Pero por que no recordamos nada?

- No lo se. Pero tranquila -dijo Robert ante mi estado de nerviosismo-, averiguaremos lo que pasó y seguro que no hicimos nada.

No respondí, pero creo que dejé a entrever que no estaba más relajada que antes.

- Oye -añadió Rob-. ¿Y dónde está mi camiseta?

- Vamos a buscarla -propuso Karl.

Buscamos por toda la casa y al final fue Stefanny quien la encontró dentro del congelador. ¡¿Que hicimos anoche?! Todo era rarísimo, necesitaba averiguar algo que me diese una pista de lo que pasó.

Pasado un rato me di cuenta de que ya que no sabía lo que había pasado esa noche, lo mejor seria ducharme por si acaso. Stefanny se ofreció a ir a casa acompañada de Karl para traerme ropa, y mientras tanto yo cogí la toalla y entré al baño de la casa de Jake. Me estaba desnudando y ya a punto de entrar en la ducha, encontre en mis braguitas el anillo de Robert cerca de mi zona íntima.

- ¿Qué coño he hecho? -se me escapó sin pensar.

Cada vez era mas obvio lo que había pasado, y no podía soportar la idea de haber perdido la virginidad y no acordarme. No era que Robert no me gustara o atragera sexualmente, pero no estoy muy segura de lo que siento, prefiero aclararme antes de hacer algo de lo que me pueda arrepentir. Empecé a enjabonarme sin parar de pensar en todo aquello.

Después de tres cuartos de hora, me digné a salir de la bañera y enrollarme la toalla alrededor de mi cuerpo desnudo, pero mirándome al espejo vi la mirada de una chica segura pero triste y confusa al mismo tiempo, y mas abajo de esos ojos azules vi en mi cadera una gran mancha de color oscuro y conforme recorría mi cuerpo con la mirada encontré otra igual en mi clavícula, y otra en las costillas, y otra mas en el hombro derecho, y otra en mi rodilla y así en cada rincón escondido de mi cuerpo, incluso en mi tobillo izquierdo.

- ¿Pero qué cojones? -exclamé frente al espejo mirando la enorme mordedura morada y ensangrentada que tenia en el cuello cerca de la nuca. El pelo la cubría prácticamente toda, por eso no la había visto antes.

Me sequé corriendo y me vestí con la ropa que habia dejado Stefanny junto al lavamanos, y baje inmediatamente al salón donde estaban los demás viendo la tele y hablando.

- Robert, ven un momento.

Se levantó sin pensar y me siguió hasta el cuarto de baño. Entramos y sin dejarle decir ni una sola palabra encendí la luz, cerré la puerta con pestillo y empecé a desnudarme rápidamente hasta quedar en ropa interior sin importar que me viera y una lágrima resbaló por mi mejilla.

- ¿Prins? ¿Que haces? ¿Estás bien? -estaba tan confuso como yo.

- No estoy bien -dije con un pequeño sollozo señalando todos los moretones de mi cuerpo-. Mira esto.

- ¡Ay madre! -se alarmó-, estas herida. ¿Lo hice yo? ¿Te duele?

- Relájate, me estás poniendo nerviosa -había algo de rabia en mi voz pero no contra él, era solo la impotencia de no poder recordar nada-. Y mira esto -señalé la mordedura.

Ahora me dejas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora