4 - Cuando despiertes

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El paquete era una caja de madera decorada a mano con unas flores y dos pajaros, y se notaba que la habia pintado un buen artista. Al abrir la caja encontré una tarjeta en papel azul en la que, con una caligrafía de eacritor, se leía: "Para que veas desde fuera, como te veo por dentro. Por el principio de mucho"

Bajo la carta había un montón de fotografías buenímas y todas tenían algo en común, en todas aparecia yo, ya fuese de perfil, en un primer plano, en un fondo natural...

- Alaa -dijo Stefanny con entusismo- parece que tienes un admirador.

- Y muy bueno con la cámara.

No podía apartar los ojos de aquellas fotos. Eran buenísimas, en los planos, la luz, los fondos, las poses... Habrían al menos unas diez y todas eran igual de fantásticas.

- ¿Y de quien pueden ser? -preguntó.

- Pues -dije pasando las fotos- a juzgar por los lugares donde están tomadas, debe ser alguien que va a los mismos lugares que yo, incluidas las clases.

- Puede ser aquel chico que hacia fotos en el parque

- Yo no lo había visto nunca, aunque no le vi bien la cara pero no me sonaba. Y no lo he visto en clase.

- Bueno -dijo cogiendo la caja y mirandola por todas partes- no sabremos quien es, pero tiene talento para pintar.

Tenía razon, y respeto muchísimo el trabajo que debe haberle costado a quien me lo haya enviado. Se notaba que le habría costado mucho prepararlo todo, debe ser alguien bastante perfeccionista para tomarse tantas molestias por mí. Me tendrá mucho aprecio y yo ni siquiera se quien es y no puedo devolverle el favor.

La duda me comía por dentro, tengo que saber quién es. Solo tengo que seguir mis pasos ¿Donde se han sacado las fotos?

- Bueno, voy a cambiarme -me avisó mientras iba al vestidor

- Coge lo que necesites.

- Graaaciaas, pero ya lo iba a hacer.

Repasaré todas las fotos. La primera era mi perfil en primer plano con las gafas de leer y con el libro de 50 sombras de Grey abierto entre las manos; la segunda era de mí cuando hice de modelo para la clase de pintura clásica porque mi tía me lo pidió ya que ella era la profesora, salía yo de espaldas con la cara de perfil con los ojos cereados y con solo una sábana blanca en el cuerpo; la tercera era mi silueta a través del agua de la fuente del parque; en la cuarta estaba tumbada en la hierba del jardín delantero de Hilary con el sol brillando en mi cara; la quinta era yo saltando a la piscina en verano desde el trampolín; la sexta eran mis manos encima de una verja de madera que no pude reconocer de donde era; la séptima era yo en las escaleras del edificio donde estudio piano; la octava era de mi casa conmigo sentada en el tejado tomando el sol en verano; la novena era yo haciendo equilibrio sobre una pelota de yoga en el patio del colegio, y la décima era yo dando una voltereta en el gimnasio con Robert.

- ¡Priiiins! -deje las fotos y me dirigí corriendo al vestidor donde Fanny gritaba.

- ¿Que pasa? -dije al llegar.

- Este vestido es fabuloso -me dijo en ropa interior con el vestido blanco en las manos.

- Joder -me alivié- ya pensaba que te estabas cambiando con la ventana abierta

- ¡Ostia! -se tapó con el vestido- ¿Que aquí hay ventana?

Me reí a carcajadas por la cara que puso.

- Pues no -la tranquilicé- pero si a mí me hacen fotos y no sé ni quién me las hace, cuidado con lo que haces en ropa interior.

- Eres mala -me pegó despacio con la percha.

Ahora me dejas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora