Capítulo V

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Tessa

Me fui rápidamente a casa, porque me urgía hablar con mi mamá, para que me contara la verdad y para saber si tenía algo más que agregar a lo contado por Emma.

—Hija, ¿saliste antes? —preguntó mi madre cuando atravesé la sala pasado el mediodía.

—Algo así —me limité a responder y subí a mi habitación a dejar mis cosas. Mi abuela no estaba visible, por lo que supuse que se encontraba durmiendo una siesta y era el momento adecuando para hablar con mamá.

—¿Quieres comer algo Tessa? —preguntó mi madre entrando en mi habitación, sin tocar, ya que estaba la puerta abierta.

—Quiero hablar contigo mamá ¿podemos ir al jardín? No quiero que la abuela vaya a despertar—dije parándome de la cama para acercarme a ella en la puerta.

—Claro, vamos —respondió y me siguió al jardín trasero —¿Qué pasa Tessa? Me estás asustando —dijo una vez que ambas nos sentamos en el sillón.

—Ya sé porque me confundieron con otra chica mi primer día de instituto —comencé diciendo, a ver si captaba algo, pero no mostraba reacción alguna.

—No estoy entendiendo Tessa, sé más clara.

—Soy adoptada ¿cierto? ¡¿Por qué no me lo contaste mamá?! ¡Por qué no me dijiste que tenía una gemela! —exclamé un poco exaltada.

—Hija, yo nunca pensé que tendría que explicarte esto —comenzó a decir.

—Ya está mamá, ya lo sé, ahora solo necesito que me cuentes tu versión de los hechos... Por favor —pedí tomándole las manos. No tenía rencor hacia Carol, porque ha hecho lo que está en sus manos para que no me falte nada, a pesar de las situaciones que he tenido que pasar.

—Yo no podía tener hijos y estaba muy ilusionada con la idea de ser madre. Para ese tiempo yo aún estaba en una relación con tu padre y el me animó y me propuso el tema de la adopción. Al principio no estaba segura, no estaba convencida, pero cuando visitamos la casa hogar y nos llevaron a la sección de recién nacidos, me enamoré de ti. Supe que tenía que llevarte a casa conmigo y cuidarte. Iniciamos los trámites legales para poder adoptarte, fue una adopción cerrada, donde no hay contacto alguno entre los padres biológicos y las familias adoptivas, por lo tanto no tenemos información de ellos. Tampoco supe que tenías una hermana, porque no lo mencionaron y las veces que íbamos a visitarte, te tenían separada de los otros bebés. Te juró que no sabía nada de tu gemela, Tessa —finalizó mamá llorando —Perdóname por favor, pero no quería que sufrieras al enterarte de la verdad -agregó y apretó fuerte mis manos.

—Te entiendo mamá, posiblemente yo habría hecho lo mismo, de verdad que no te juzgo, pero enfrentarme a la realidad, literalmente cara a cara, me descolocó. Nunca me plantee tener una hermana, nunca te lo pedí tampoco y verla a ella frente a mí, dio un vuelco a mi vida por completo, a lo que yo conocía y lo que pensaba que era mi vida hasta ahora —expliqué.

—¿Cómo es ella cariño? —preguntó mi madre fundiéndome en un abrazo.

—Es la abeja reina del instituto mamá —contesté riendo bajito —Es igual a mí, pero muy diferente a la vez, ya sabes, yo siempre he sido un ratón de biblioteca, soy bonita, pero no exploto esa parte de mí, a pesar de que me lo recuerdes día por medio —agregué mirándola mal.

—Te dije que podemos ir de compras un día, me he fijado que hoy vistes distinto a lo habitual y si quieres más ropa de ese estilo y no tanto rosa pastel y flores, podemos tener una tarde de chicas —propuso con brillo en sus ojos. Mamá era una aficionada a la moda, siempre vestía bien, no con grandes marcas ni lujos, pero todo lo bien que se podía permitir y a mi me gustaba vestir sencillo, pero bastante femenino y casual.

—Mamá, no es necesario, me gusta mi ropa.

—Lo sé y sabes que la apruebo, pero siempre viene bien un cambio, sobre todo ahora que estás en tu último año de instituto. Debes aparentarlo bebé —dijo sonriendo y mostrándome su perfectos dientes.

—Está bien ¿te parece el fin de semana? —pregunté y asintió —El profesor nos ha dado nuestro primer trabajo en pareja y creo que no tomé muy en cuenta a mi compañero hoy —dije avergonzada, recordando que lo pasé por alto cuando quiso hablar conmigo después de clases.

—Está bien Tessa, ya sabes, los estudios primero —respondió apretando mi nariz de forma cariñosa —¿Y es guapo? —preguntó parándose del sillón para dirigirnos a la cocina a preparar el almuerzo.

—¡Mamá! —exclamé sorprendida por su pregunta —Los estudios primero —repetí lo dicho por ella —Es el capitán del equipo de futbol americano del instituto o eso creo, pero es el novio de Emma, ya sabes, mi hermana —respondí sentándome sobre el taburete de la cocina.

—Tiene buen gusto el muchacho entonces —respondió sonriéndome y pasándome una taza con té de hierbas.

—Que va, se fijó en la hermana equivocada —dije sin pensar —Solo bromeo mamá, no te ilusiones, que no se me da robar novios y además... los estudios primero —volví a repetir y solo se río conmigo.

—Ve a buscar a tu abuela mejor, que ya está el almuerzo listo —dijo mi madre poniendo la pequeña mesa que tenemos en la cocina.

—Está bien ¿Qué cocinaste? —pregunté acercándome a la olla para fisgonear.

—No está en la olla Tessa, está en el horno —respondió riendo -Lasaña con salsa blanca, una de tus favoritas.

—Gracias mamá, ayer tuve que almorzar en la cafetería del instituto y no es muy buena la comida que digamos —respondí haciendo una mueca.

—Eso es porque creciste comiendo comidas de una chef —se jactó.

—Sí mamá, lo que digas —respondí y fui en busca de mi abuela.

El almuerzo transcurrió con tranquilidad, hablamos con la abuela sobre el tema de la adopción y aunque se sorprendió con el hecho de que tuviera una gemela, me dijo que le gustaría conocerla, porque si era mi hermana, era parte de la familia, una parte de mí. Le encontré la razón, pero dudaba que Emma quisiera relacionarse con mi familia , ya me había dejado en claro que estaba bien con su familia adoptiva y que no le interesaba indagar en el pasado.

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