Capítulo XVIII

317 43 61
                                    

Tessa

Emma se estacionó frente a una casa blanca y grande, estilo colonial. Sino me equivoco queda cerca de donde vive Hardin, ya que casas tan lujosas y hermosas no se olvidan, menos cuando te pierdes y las ves varias veces al dar vueltas en círculo.

—¿Qué hacemos acá? —pregunté una vez que bajé de mi auto y la seguí a la entrada de la casa.

—Es mi casa, mis padres no están y creo que acá podemos hablar tranquilas —respondió mientras introducía la llave en la cerradura.

—No me mires así Tessa, que no soy una asesina en serie ni nada parecido —agregó al ver que no decía nada y solo la miraba sin entender por qué me traía hasta su casa, siendo que podíamos haber ido al café de la otra vez.

—Lo siento, es que no suelo visitar casas de extraños sin avisar —respondí con sinceridad.

—Está bien, soy igual —respondió —Pasa por favor —agregó abriendo la puerta para que entrara primero —¿Quieres algo de comer?

—No, gracias, desayuné hace poco —contesté.

—Está bien, entonces vamos a mi habitación, allí nadie nos molestará —dijo comenzando a subir las escaleras y la seguí.

—Primero que nada, Tessa, quiero que sepas que yo no sabía nada -1dijo una vez que cerró la puerta tras de sí y se sentó en la cama haciéndome una seña para que me sentara frente a ella.

—¿Por qué me odian tanto? Ni siquiera he cruzado palabra con ellas —expresé mirándola a la cara, esperando que tuviera alguna respuesta para mí.

—Quiero pedirte disculpas por lo que pasó, de alguna manera pude detenerlo, solo debí poner mas atención a lo que estaba pasando a mi alrededor y no enfocarme solo en Hardin y en mí —se disculpó —Vivian me dijo que Steph y Molly tenían un plan, pero no la escuché, no quise involucrarme en nada que tuviera relación con ellas dos, porque las conozco y son malas personas —agregó —Pero te pido perdón porque quizás debí haberla escuchado y así evitar que pasara todo lo de Mitchell.

—Quizás, Emma, pero tampoco sabías que se desquitarían conmigo y menos de la forma tan cruel que lo hicieron —respondí dejando caer una lágrima por el recuerdo.

—Yo estaba un poco molesta por tu amistad con Hardin, pero nunca mencioné nada para que ellas actuaran así y menos para que Vivían pensara que sería buena idea que abusaran de ti, Tessa, créeme por favor —Pidió pude ver en sus ojos -reflejos de los mío- la sinceridad de sus palabras.

—Te creo, Emma y perdón por no dejar que esa noche te fueras con nosotros, pero no estaba segura de si podía confiar en ti en ese momento, prácticamente no nos conocemos y ellas estaban en tu grupo de amigas —hablé con sinceridad.

—Te entiendo y no me molestó que no me quisieras allí, me dolió que Hardin no creyera en mí, siendo que me conoce hace años —confesó.

—Lo siento, yo no quise causar problemas entre ustedes con lo de Mitchell —musité siendo sincera —Pero, Hardin es mi amigo y en ese momento era la única persona en esa habitación en la que podía confiar.

—No te culpo por eso, Tessa, nadie elige de quien enamorarse —respondió.

—Pero yo no...

—No lo sabes, pero se nota, Tessa —me interrumpió —Actúas como yo al conocerlo y las cosas entre nosotros no están bien hace un tiempo, creo que Hardin espera más de lo que puedo darle, quizás se aburrió de mí, no lo sé, pero he visto cómo te mira, cómo trata de protegerte y me siento una tonta por alejarlo de ti y tratar de alargar una relación que ya no existe, ya ni siquiera somos amigos —expresó con tristeza.

—Yo no sé qué decirte, Emma —musité con sinceridad —Nunca fue mi intención meterme entre ustedes, menos después de que Hardin me besó sin mi consentimiento el primer día, solo somos amigos...

—Te creo, Tessa, no cuestiono eso, sé que por ahora son amigos, pero veo lo que están empezando a sentir el uno por el otro y no puedo evitar sentir pena, porque lo amo mucho —vociferó comenzando a llorar.

—Sí quieres puedo alejarme... —propuse.

—No, Tessa, ya no jugaré ese juego —me cortó —Los problemas entre Hardin y yo no tienen nada que ver contigo y no quiero que te vuelvas a alejar, ya vimos qué pasó la primera vez que se me ocurrió pedir eso y no quiero volver a exponerte, ya sabemos de qué son capaces algunas personas en el instituto y lo que debemos hacer ahora es cuidarnos entre nosotras —dijo tomando mi mano y mirándome a los ojos.

—Yo...

—Sé que no nos conocemos casi nada y es mi culpa por no permitirlo, pero quiero hacer las cosas bien, eres mi hermana, mi gemela y lo que he visto esa noche me ha hecho replantear mi comportamiento contigo y de verdad quiero tener esa relación que nos fue negada desde nuestro nacimiento.

—Yo también, Emma —respondí y la abracé fuerte —Me dolía cada vez que me mirabas mal cuando estaba con Hardin y ese día en que hicimos el trabajo en su casa y me tuve que regresar sola, me sentí estúpida por provocar peleas entre ustedes y un alejamiento entre nosotras, cuando no fue mi culpa en absoluto —dije con sinceridad.

—¿Podemos dejar todo eso atrás y empezar de nuevo? —preguntó.

—¡Por supuesto! —respondí alegre y le di una sonrisa. Por primera vez me percaté en su habitación y me di cuenta que teníamos gustos bastante similares.

—Vaya, veo que tenemos muchas cosas en común —Volví a hablar mirando a mi alrededor.

—¿También eres fan de Taylor Swift? —me preguntó abriendo sus ojos.

—¡¿Quién no?! —respondí casi chillando.

—Vivian la odia, dice que es para niñas fresas.

—Vivian no sabe nada, es una tarada —respondí sin pensar y me tape la boca la darme cuenta de que estaba hablando de su mejor amiga o ex mejor amiga.

—Está bien, Tessa, me duele, pero después de lo que pasó, ya no puedo ser amiga de Vivian, supero cualquier límite de amistad, incluso la regla de no mirar al novio —respondió medio riendo.

—¿Enserio tenían reglas de amistad? —pregunté incrédula y no pude evitar reírme.

—Ya ves, soy todo un cliché —dijo riéndose también.

—Vaya, me alejé de los clichés de mi ex instituto para terminar siendo la hermana del más popular —dije medio en broma.

—Jamás pensé encontrarte y me alegra que el destino te pusiera de nuevo en mi camino, siempre pensé que me faltaba algo —dijo con sinceridad.

—Yo también, Emma —respondí —¿Te gustaría conocer a mi mamá y mi abuela? Ellas están ansiosas —pregunté con entusiasmo.

De verdad quería que respondiera un sí, porque si quería formar parte de mi vida, mi familia adoptiva venía en el paquete.

ZWILLINGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora