ZWILLINGE

Capítulo X

Tessa

—Te lo dije -musité casi sin aliento, pero sin moverme de mi lugar.

—¿Qué quieres a cambio de haber ganado? —preguntó medio sonriendo.

—Un beso —vociferé y me miró como si me hubiesen salido dos cabezas —Es broma Hardin —reí al ver su cara de desconcierto y salí de encima de él.

—Muy gracioso —dijo siguiéndome de vuelta a la biblioteca.

—Tendrás que escribir los siguientes trabajos de literatura, ya sé que lo haces bien y te gusta la materia, así que me quedo tranquila con mi premio —sonreí sentándome frente a la computadora.

—Chica lista —dijo sentándome a mi lado.

—Ahora déjame terminar la portada para imprimir, ya es tarde y tengo que volver a casa —musité metiéndome un bocadillo a la boca.

—Cierra la boca Tessa —dijo Hardin riéndose de mí, porque no me cabía todo el bocadillo; yo solo lo miré mal.

Una vez que terminé de comer todo lo que la Señora Eliza nos preparó, mandé a imprimir y nuestro trabajo estuvo listo en un par de minutos. Hardin tenía de todo en su biblioteca, así que lo encuadernamos y pusimos en una carpeta con nuestros nombres.

—Bien, ¿me encaminas a casa? No sé como llegar desde acá —pedí un poco avergonzada cogiendo mis cosas.

—Claro, te dije que lo haría —respondió apagando todo —Espera Tessa —me interrumpió cuando estaba por abrir la puerta de la biblioteca y me voltee.

—¿Qué pasa?

—Ten —contestó pasándome un libro, Orgullo y prejuicio para ser exacta —Te lo regalo.

—¿Qué? —contesté atónita —No puedo aceptarlo Hardin, es una de las primeras copias autografiadas de Jane Austen y es de mucho valor para alguien que ama la literatura —rechacé negando con mi cabeza.

—Tessa, he visto la forma en que mirabas el libro mientras escribías el ensayo, es más de valor para ti que para mí, porque acá está solo juntando polvo y a mí no me va mucho Austen —contestó extendiendo nuevamente el libro hacia mí. 

—Gracias Hardin —respondí tomando el libro en mis manos para dejarlo en el escritorio y abrazarlo —Significa mucho para mí —agregué soltándome de su abrazo y me miró con ternura —Ahora vamos, que mamá debe estar preocupada.

—¿Te llevas tú el ensayo? —preguntó tomando nuestro trabajo del escritorio y se acercó a mí.

—Vale, así mamá lo lee y se pondrá feliz de que tenga un amigo —dije sin pensar y me arrepentí de inmediato poniéndome roja como un tomate.

—¿Soy tu amigo? ¿No es muy pronto para eso? —preguntó mirándome con curiosidad y no supe si sentirme mal o no.

—Como quieras, pero de que hacemos buen equipo no hay duda —contesté para zafar y abrí la puerta, pero no me esperaba lo que había detrás.

—Emma ¿Qué haces acá? —preguntó Hardin poniéndose delante de mí.

—Pensé que para esta hora ya habrías acabado con el ensayo y que podríamos salir juntos —contestó Emma entrando en la biblioteca —Hola Tessa, veo que ya te vas —agregó.

—Emma, la tengo que ir a dejar a su casa —se apresuró a decir Hardin.

—He visto su coche aparcado afuera —contestó confundida.

—Es que Tessa no... —estaba diciendo y lo interrumpí.

—Déjalo Hardin, no importa —contesté con una sonrisa, porque lo que menos quería era ocasionar algún roce con Emma sin darme el tiempo de conocerla primero —Nos vemos mañana en Literatura, no olvidaré el ensayo —dije con una sonrisa encaminándome a la puerta nuevamente.

—Tessa.

—Hardin —respondí y salí de la habitación —Adiós Emma, diviértete.

—Adiós Tessa —se despidió.

—Espérame un momento —escuché que Hardin le decía a Emma y me guiaba en dirección a la salida de su casa —¿Segura que no te perderás? —inquirió una vez que llegamos a la puerta principal.

—Usaré el GPS y estaré bien, así que no te preocupes por mí —contesté con una mueca en mi cara, ya que presentía que me podía perder —Ve con Emma, no la hagas esperar —dije saliendo por la puerta.

—Avísame cuando llegues —pidió pasándome una tarjeta con su número —A la antigua —vociferó y se encogió de hombros para entrar de vuelta en la casa.

Ridículo.

Me perdí, claro que me perdí. La casa de Hardin quedaba lejísimos de la mía y entre palmeras y casas de lujo estuve dando vueltas por lo menos una hora. Luego brillantemente se me ocurrió llamar a London y me indicó que ruta central tomar para llegar al instituto y de ahí dirigirme a casa, a la cual llegué casi tres horas después. Mamá y la abuela estaban preocupadas, pero les mentí y dije que el trabajo nos había tomado más tiempo del que pensamos, argumento que creyeron tras ver nuestro impecable ensayo.

—Me alegro de que te haya tocado un buen compañero de equipo, Tessa —dijo mi mamá mientras terminábamos de cenar.

—Ya estaba asustada, sabes lo exigente que soy al momento de trabajar en grupo y no todos lo toman bien —respondí —A propositito, debo avisar a Hardin que llegué, con permiso —dije parándome de la mesa para llamarlo.

Uno, dos, tres tonos y no contestaba. Lo intenté por casi media hora sin resultado; seguro estaba con Emma y no tenía el celular cerca, así que opté por mandarle un mensaje.

Hardin, llegué a casa, me perdí, pero estoy bien. Lo logré  :)

Esperé unos minutos, pero no me contestó, lo cual sentí raro porque me insistió en avisarle cuando llegara a casa, pero lo dejé pasar y me acosté a dormir. Mañana sería un largo día y acompañaría a London a su prueba para las porristas, ya que había pasado el primer filtro y estaba muy emocionada.

Al día siguiente salí un poco más temprano de lo habitual de mi casa, por lo tanto llegué temprano al instituto. La primera clase era Literatura y estaba emocionada por entregar el ensayo, porque de verdad habíamos hecho un buen trabajo Hardin y yo. Pasaron los minutos y el aula comenzó a llenarse poco a poco. Había tomado asiento donde Hardin lo hizo la primera vez que tuvimos clase juntos con la esperanza de que se sentará junto a mí, ya que no conocía a nadie más de la clase, pero cuando entró ni siquiera me miró y eso de alguna forma me decepcionó.

Algo había pasado entre Emma y él luego de que me marchara de su casa, de eso estaba segura, pero no iba a pedir explicaciones, no tenía derecho y no quería meterme en líos de pareja.