Capítulo XXX

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Emma

No me molestó la confesión de Tessa, para nada. En el fondo sabía que pasaría tarde o temprano, era cosa de ver como Hardin se comportaba con ella y como la cuidaba. Me hacía feliz que dos personas a las cuales quería mucho, por fin se dieran una oportunidad. Sabía que mi hermana tenía miedo, pero estaba segura que tras nuestra conversación, no dudaría en confesarle a Scott sus sentimientos. Es por eso que cuando me fui, le marqué y le dije que Tessa lo necesitaba, para que se diera una vuelta por su casa.

Y no me equivoqué, porque cuando los vi a la mañana siguiente bajar del auto de Hardin con una sonrisa que no les quitaba nadie, supe que algo había pasado entre ellos la noche anterior. No iban de la mano ni tan cerca el uno del otro, pero sus ojos reflejaban más de lo que quisieran.

—¿Pasaron la noche juntos? —pregunté apenas llegaron a mi lado en el aparcamiento y tuve que contener una risa al ver cómo la cara de Tessa cambiaba de color. —Ey, que solo es una pregunta obvia, sin dobles intenciones —aclaré levantando mis manos en señal de inocencia.

—¿Tanto se nota? —preguntó Hardin y Tessa abrió tanto los ojos que pensé que se le saldrían, lo que provocó que soltara una risita.

—Te conozco hace años, Hardin. Y esa carita solo la tienes cuando estás tranquilo y feliz —contesté mirándolo y tomando a Tessa de la mano para acercarla a mi lado. —Tú y yo hablaremos luego —le dije al oído antes de darle un abrazo.

—Tessa me contó que tú y una amiga está planeando hacer algo para desenmascarar a Mitchell —dijo Hardin cuando comenzamos a caminar los tres en dirección a la puerta del instituto.

—Sí, ¿conoces a Troian? —pregunté y negó —Bueno, es una chica nueva, muy maja por cierto, que me ha dado varias ideas para desenmascarar a Mitchell y de paso a otros posibles abusadores dentro del instituto. La idea es que no sigan ocurriendo ese tipo de situaciones y menos que se invisibilicen.

—Y ¿qué piensan hacer?

—En un inicio pensamos hacer conversatorios para hablar sobre el tema, en pequeños grupos, pero después Troian pensó en algo más agresivo como una funa, pegar carteles donde se indique claramente que Mitchell es un abusador y ese estilo de acciones, muy popular en su ex ciudad —expliqué —Pero primero queremos saber qué opina tu papá sobre esto, si de alguna forma entorpecería la denuncia que puso Tessa.

—Mi padre me ha comentado un par de cosas al respecto y creo que puede ser un arma de doble filo —contestó justo cuando tocaron la campana que indicaba el inicio de clases.

—Nos explicas luego, Hardin. Ahora me tengo que llevar a Tessa a clases —dije tomándola del brazo para arrastrarla a mi lado.

—Adiós, twins —contestó riendo y caminando por el pasillo opuesto.

***

—Y dime, Tessa ¿te declaraste? —pregunté cuando íbamos saliendo de clases en dirección a la biblioteca, donde quedamos en reunirnos con Hardin y Troian.

—Peor —confesó agachando la cabeza.

—¿Lo hicieron? —pregunté en un susurro y abriendo los ojos como plato.

—¿Qué? ¡NO! —respondió al instante —Pero me lancé sobre él apenas cruzo mi puerta. Nunca me había pasado algo parecido, me dio tanta vergüenza después —confesó ruborizándose un poco.

—Es solo un beso, Tessa —respondí según lo que había entendido.

—Estaba en bragas y camiseta cuando entró en mi habitación y lejos de incomodarme, lo agarré y metí al baño para comerle la boca. Me tomó por las piernas y juro que casi no me contengo, de no ser por la falta de aire, le habría arrancando la ropa antes de recobrar la cordura  —confesó —No me reconocí, Emma.

—Supongo que es normal, Tessa.

—¿Nunca lo hiciste con Hardin? —preguntó con curiosidad y cierto temor en sus ojos.

—No, nunca me sentí preparada para dar ese paso —respondí con una sonrisa —Pero que seamos gemelas no significa que debamos ir al mismo ritmo  —dije para tranquilizarla.

—Es que yo no era así.

—Quizás te estás recién conociendo, Tessa. Quizás Hardin te está ayudando en eso, a saber quién eres, qué quieres  —contesté dándole un apretón de mano justo cuando llegamos a la puerta de la biblioteca.

—Mira, ahí está Hardin  —dijo Tessa apuntando una mesa casi al fondo.

—Y ahí está Troian  —dije yo mirando en la dirección contraria.  —Voy por ella y tú anda con Hardin, ese me parece un buen lugar para hablar  —propuse y nos separamos.

—Hardin, Tessa, está es Troian, una amiga  —la presenté apenas llegué a la mesa del fondo.

—Un gusto  —respondieron al unísono antes de echarse a reír bajito.

—Y yo que pensé que la coordinación al hablar era cosa solo de gemelas  —dijo Troian tomando asiento.

—Parece que también de almas gemelas  —susurré sentándome a su lado.

—Bien, puedes hablar Hardin, te escuchamos  —dije rápido, ya que no contábamos con mucho tiempo antes de la próxima clase.

—Siento que una funa puede ser un arma de doble filo. En caso de que el acusado sea culpable, que en este caso lo es,  puede entorpecer la investigación, dado que podría adelantarse y borrar evidencia. Tenemos nuestros respaldos, al menos me encargué de eso, pero siento que es mejor mantener todo de forma privada de momento, para evitar cualquier problema —explicó y dio un largo suspiro —A mí me encantaría que todos conozcan el tipo de basura que es Mitchell, pero según lo que he escuchado de mi padre, la denuncia de un abuso es de instancia privada y si este tipo de denuncia se hace públicamente, se revictimiza a la persona que sufrió y no me gustaría ver a Tessa en esa posición  —dijo tajante y mirando a mi hermana a los ojos.

—Tienes razón  —dije asimilando sus palabras, también había escuchado a mis padres hablar de eso en alguna oportunidad.

—Pero le preguntaré de todas formas a mi padre si le ha tocado algún caso similar y les cuento mañana —propuso.

—Me parece un buen plan —contestó Troian, que había estado en todo momento concentrada en cada palabra que salía de la boca de Hardin.

—¿Qué te parece, Tessa? —pregunté, ya que había estado muy callada y entendía que era un tema delicado para ella.

—Pensé que podría, pero no estoy segura aún de exponerme así, al menos no ahora. Lo siento chicas  —dijo con pena.

—Lo entendemos, Tessa —contestó Troian tomando su mano en señal de apoyo —Verás que ya se me ocurrirá algo donde directamente no tengas que estar involucrada, eso sí, sin entorpecer la investigación.

—Gracias —musitó.

Tocaron el timbre y me fui junto a Troian, ya que Hardin y Tessa tenían su clase de literatura.

—Ahora tenemos que hacer un nuevo plan, rubia N°2 —dijo sonriéndome y doblando hacia nuestro salón.

—N°1, que a la N°2 la acabas de conocer —respondí sacándole la lengua y entrando a clases.

ZWILLINGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora